geriatricarea inteligencia emocional Mayte Vázquez Resino

Un artículo de Mayte Vázquez Resino
Psicóloga General Sanitaria
Vocal de Formación de la Asociación Española de Psicogerontología
y miembro del grupo de Buen Trato a las personas Mayores del COP Madrid
Experta en desarrollo cognitivo en personas mayores por la URJC y en Inteligencia Emocional, Mindfulness y Psicología Positiva




“La vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda y como la recuerda para contarla”
Gabriel García Márquez

Introducción

Se vive más tiempo en todo el mundo, ese es un hecho irrefutable, actualmente la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Para 2050, se espera que la población mundial en esa franja de edad llegue a los 2000 millones, un aumento de 900 millones con respecto a 2015. Aunque el objetivo de nuestra sociedad es que estos años adicionales se vivan en buena salud y en un entorno propicio, la realidad es que están dominados por el declive de la capacidad física y mental y de ahí las implicaciones negativas que aparecen y que poco a poco se van tratando de abordar en aras de un envejecimiento más saludable y exitoso.

Una de estas características negativas asociadas a esta amplitud de esperanza de vida es el mayor número de demencias que se desarrollan. Según los cálculos, 50 millones de personas padecen demencia, y se prevé que esta cifra se triplique en 2050. Es una enfermedad que tiene un efecto abrumador no solo en las personas afectadas, sino también en sus familiares y cuidadores. Todos los países necesitan conocer mejor esta enfermedad para combatir estigmas y malentendidos que siguen estando muy extendidos y que impiden que muchas personas sean diagnosticadas y atendidas adecuadamente, y por ello la necesidad urgente de buscar iniciativas encaminadas a satisfacer las necesidades de las personas con demencia para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados y sus cuidadores.

geriatricarea cuidado de personas con demencia
Las enfermedades neurodegenerativas producen problemas con el movimiento (ataxias) o con el funcionamiento mental (demencias)

Descripción de las principales DEMENCIAS. Características.

Las enfermedades neurodegenerativas producen la degeneración progresiva y/o la muerte de las neuronas. Esto provoca problemas con el movimiento (ataxias) o con el funcionamiento mental (demencias).

La demencia es un síndrome -generalmente, de naturaleza crónica o progresiva- caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. Afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el sentido de la realidad.

Las demencias se pueden clasificar en función de distintos sistemas, fundamentalmente, atendiendo a la edad de inicio, la causa o etiología, los signos neurológicos acompañantes y si son o no tratables, pasamos a continuación a elaborar una síntesis de las mismas.

  • En relación con la edad, podemos clasificarlas como:
    Presenil o temprana o de inicio precoz, generalmente con clara relación familiar y Senil o tardía, de inicio tardío y que aparece después de los 65 años, en su mayor parte es esporádica y de curso lento. Este tipo representa más del 98 % de los casos.
  • En relación con las estructuras afectadas:
    Podemos hablar de demencias corticales, las cuales son consecuencia de cambios degenerativos en la corteza cerebral y se evidencian clínicamente por amnesia, afasia, apraxias y agnosias, así como dificultades en la memoria operativa de trabajo (p.e., la Enfermedad de Alzheimer), y de demencias subcorticales, que son el resultado de una disminución en la estructura profunda de la sustancia gris y blanca, que afectan los ganglios basales, el tálamo, los núcleos de la base y las proyecciones de estas estructuras hacia el lóbulo frontal.
  • De acuerdo con su etiología o la causa o Agente que la produce:
    Las demencias se dividen en primarias o sin causa conocida (como la demencia tipo Alzheimer o demencia de Pick) y secundarias, donde la demencia aparece como consecuencia de un trastorno principal (p.e., la demencia consecutiva a una hidrocefalia o a un déficit vitamínico).
  • En relación a los síntomas:
    Esta división es más difusa, ya que en la práctica clínica no es tan exacta, no se observa y lo habitual es que los pacientes presenten síntomas que no son fijos ni categóricos. Además, los síntomas pueden fluctuar y cambiar de intensidad, por lo que el diagnóstico debe ser muy cuidadoso y estar basado en la exploración neuropsicológica y, apoyado por una técnica neurofisiológica o de neuroimagen
  • De acuerdo al curso y gravedad de su evolución (fase evolutiva del síndrome demencial)
    Leves, moderadas y graves

En la siguiente Tabla podemos encontrar la clasificación de las demencias más notables, así como algunos de sus síntomas y características principales.

Denominación Etiología Sintomatología
1.- Demencia en la Enfermedad de Alzheimer Desconocida. Cambios en la personalidad. Deterioro en el movimiento. Dificultad para comunicarse. Bajo nivel de energía. Pérdida de memoria. Cambios de estado de ánimo. Problemas de atención y orientación.
2.- Demencias vasculares, que a su vez podemos clasificar: Hemorragias, trombos, infartos, etc.     Se caracterizan por: pérdida de memoria, deterioro intelectual, labilidad emocional con episodios depresivos pasajeros, llantos o risas intempestivas, obnubilación de conciencia o de delirium transitorios.
2.1.- Demencia vascular de inicio agudo. Se presenta de una manera rápida, tras una serie de ictus debidos a trombosis vasculares, embolias o hemorragias.
2.2.- Demencia multi-infarto Inicio gradual
2.3.- Demencia vascular subcortical.
2.4.- Demencia vascular mixta, cortical y subcortical.  
3.- Demencia en la enfermedad de Pick. Demencia progresiva de comienzo en la edad media (50-60 años) Cambios precoces y lentamente progresivos de carácter y por alteraciones del comportamiento, que evolucionan hacia un deterioro de la inteligencia, de la memoria y del lenguaje, acompañado de apatía o de euforia.
4.- Demencia en la enfermedad de Huntington. Se trata de una demencia que se presenta formando parte de una degeneración selectiva de tejido cerebral a nivel de los ganglios basales. Evolución lenta. Depresión, ansiedad o síntomas claramente paranoides, acompañados de cambios de personalidad.
5.- Demencia en la enfermedad de Parkinson Etiología desconocida, aunque tiene un posible origen genético. Dificultades en la concentración y la tendencia a la distracción, trastornos visuoespaciales, enlentecimiento del pensamiento.
6.- Demencia en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) Demencia progresiva de curso subagudo. Parálisis espástica progresiva de los miembros, acompañada de síntomas extrapiramidales tales como temblor, rigidez y movimientos coreo-atetoides

Tabla 1.- Demencias más relevantes (Fuente Propia)

Abordajes terapéuticos

No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva, sin embargo, desde una vertiente neuropsicológica, hacemos hincapié en la reestructuración funcional y emocional del paciente, siendo más adaptativa a nivel biopsicosocial.

En la evolución actual de los métodos y técnicas de intervención neuropsicológica, destacan dos tendencias:

  • La que trata de facilitar la reincorporación del paciente con lesión cerebral a su entorno habitual con el objetivo de lograr la máxima independencia y mejorar su calidad de vida y la de sus allegados.
  • La que utiliza programas de ordenador en la rehabilitación cognitiva, ya que la realidad virtual está ofreciendo un nuevo concepto en el campo de la intervención.

La importancia de la prevención en las demencias

Dos aspectos importantes que destacamos:

  • La demencia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.
  • Llevar a cabo una vida sana, no implica no llegar a sufrir algún tipo de demencia.

Como hemos visto, son muchas las variables que inciden en su desarrollo y etiología, incluidas las de orden genético, sin embargo y según indican las nuevas directrices publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), practicar ejercicio físico de forma regular, no fumar, evitar el uso nocivo del alcohol, controlar el peso corporal, seguir una dieta sana y mantener la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol en niveles adecuados puede reducir el riesgo de padecer demencia.

Las demencias, una PRIORIDAD DEL PRESENTE

Como hemos descrito, se crea una necesidad de concienciar y prevenir de la reducción de los factores de riesgo en la salud pública, así mismo otras áreas de fortalecimiento de los sistemas son el de proporcionar de información sobre la demencia, el diagnóstico, el tratamiento y el cuidado, el apoyo a los cuidadores de personas que padecen demencia y la investigación y la innovación.

El Observatorio Mundial de las Demencias de la OMS, creado en diciembre de 2017, es una plataforma de información sobre actividades y recursos de los países para combatir la demencia, por ejemplo, planes nacionales, iniciativas aptas para personas con demencia, campañas de sensibilización y servicios de atención. La información proviene de 21 países, entre ellos Chile, Francia, Japón, Jordania y Togo, y actualmente hay un total de 80 países que participan en la presentación de más datos.

Un elemento fundamental en los planes sociales que se creen para la demencia es el apoyo a los cuidadores de las personas con esa enfermedad. «Muy a menudo, los cuidadores de las personas con demencia suelen ser familiares que necesitan hacer cambios importantes en su vida privada y laboral para poder cuidar a esos seres queridos».

Conclusión

Fundamentalmente, podemos concluir que el papel de los neuro-psicólogos y psico-gerontólogos en esta área es muy importante al ayudar a desarrollar planes de actuación no farmacológicos, en forma de rehabilitación neuropsicológica, “procesos encaminados a lograr que las personas con discapacidad estén en condiciones de alcanzar y mantener un estado funcional óptimo desde el punto de vista físico, sensorial, intelectual, psíquico o social, de manera que cuenten con medios para modificar su propia vida y ser más independientes”.

Por otro lado, la creación de políticas y planes nacionales sobre la demencia es una de las recomendaciones fundamentales que hace la OMS y que lanzamos nosotros, para abordar ese problema sanitario cada vez más importante.

Está en nuestras manos propiciar la investigación en esta área, sensibilizar y apoyar dichos planes de actuación y atención que incidan en el diagnóstico precoz, proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores y sobre todo, la optimización de la salud física, la cognición, la actividad y en una palabra del BIENESTAR.

Bibliografía

Daño cerebral y calidad de vida: demencias. (1977).  Fundación MAPFRE.

Henderson, A.S. Demencia. Epidemiología de los trastornos mentales y de los problemas psicosociales. Meditor. Madrid. España.

OMS (2018). Demencia. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dementia

Toledano A. La enfermedad de Alzheimer: la demencia que pone en jaque a la sociedad del siglo XXI. ACTA. 9:77-98. 1998