Un artículo de Sanitas Mayores
La población mundial está cada vez más envejecida. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que para el año 2030 una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 60 años y, en ese momento, el grupo de población mayor habrá aumentado de 1000 millones en 2020 a cerca de 14000 millones.
En el caso de España, según datos del INE, la población mayor de 64 años asciende ya a más de 9 millones, una cifra que también aumenta respecto a años anteriores.
El envejecimiento es un proceso que exige una adaptación positiva y continua a toda la serie de cambios que van teniendo lugar con el paso de los años, tanto en la vida como en el organismo. En este contexto, el envejecimiento activo, que es la habilidad de las personas mayores para mantenerse activos, juega un papel imprescindible.
El envejecimiento activo incluye todo tipo de actividades que favorecen las relaciones interpersonales de los mayores, les involucran en actividades físicas y mentales y mejoran el control de patologías crónicas. Desde Sanitas tenemos muy claro que se trata de una pieza clave para garantizar que nuestros mayores vivan felices, sanos y con una calidad de vida digna.
Actividades y terapias para promover el envejecimiento activo
Para ello, es preciso desarrollar actividades y terapias que mejoren el día a día de manera transversal y desde diferentes ámbitos como:
– El ejercicio físico
– El desarrollo cognitivo
– La diversión
– El sentimiento de ser útiles para la sociedad
– Una adecuada nutrición
– La participación social
- Ejercicio físico
Realizar ejercicio físico diario promueve un hábito de vida saludable cuya importancia se acentúa en la vejez. El deporte ayuda a los mayores a mantenerse activos, en buen estado de salud físico y psicológico, eleva su autoestima, les permite ser autosuficientes durante mucho más tiempo, les otorga autonomía en su vida diaria, les ayuda a liberar tensiones y a dormir mejor.
Actividades como gimnasia activa y pasiva, yoga, estiramientos, paseos o el baile pueden ser muy beneficiosas y útiles para `reservar el movimiento y garantizar un envejecimiento saludable.
- Juegos de mes y pasatiempo
Los juegos como el dominó, las cartas, el bingo el parchís estimulan la agilidad mental y favorecen la participación social, aspectos clave para el el bienestar emocional y psicológico de las personas mayores.
Por su parte, los pasatiempos y ejercicios de lógica ayudan a mantener la mente activa y la potencian. En este sentido, la sopa de letras permite trabajar la atención y la concentración, los laberintos resultan útiles para trabajar las habilidades de planificación o resolución de problemas y los sudokus ejercitan el cálculo, la lógica, la memoria, la planificación y la paciencia, entre otras.
- Sentirse útiles para la sociedad
Realizar actividades en el día a día que contribuyan a que el mayor se encuentre ocupado y sienta que sirve a la sociedad va a aumentar su autoestima y, por lo tanto, su estado anímico y energía. Trabajar, estar ocupados y servir a la sociedad son necesidades de toda persona.
- Excursiones y viajes
Un envejecimiento activo y saludable también debe incluir actividades que produzcan placer y divertimento. En este contexto, las excursiones y los viajes en un grupo son una opción fantástica para que las personas mayores ocupen su tiempo libre participando socialmente y de manera activa.
En la actualidad existe una tendencia mundial de incremento de la población mayor que va cada vez más en aumento. Esta situación nos va a plantear grandes retos a los que vamos a tener que hacer frente desde el sector, pero también como sociedad. Tenemos que trabajar cada día por garantizar el mejor de los envejecimientos para nuestros mayores, porque debemos y porque lo merecen.