Artículo de ASPAYM Castilla y León
En la búsqueda constante de métodos eficaces para mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores y dependientes, las terapias no farmacológicas han surgido como un enfoque integral. Entre estas terapias, la fisioterapia destaca como una herramienta de las más demandadas en la actualidad a nivel sanitario por su gran eficacia. De hecho, a raíz de la pandemia del Covid-19, se ha dado visibilidad a especialidades menos conocidas como la fisioterapia respiratoria, neurológica o geriátrica.
En este contexto, ASPAYM Castilla y León lleva más de 30 años trabajando en diferentes especialidades de la fisioterapia, poniendo el foco de forma especial en las personas con discapacidad.
¿Qué es la fisioterapia?
La fisioterapia es el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de técnicas especializadas y ejercicios adaptados, curan, previenen, recuperan y adaptan a personas afectadas por disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud. El objetivo de este tipo de terapias es restaurar, mantener y promover la movilidad, la función física y la calidad de vida.
¿A quién está destinada?
La fisioterapia está destinada a la población general, es decir, a personas de todas las edades que un momento dado puedan tener un trastorno musculoesquelético o patología asociada. También es prescrita como prevención de una futura discapacidad o dependencia.
Del mismo modo, es altamente beneficiosa para las personas mayores, ya que ayuda a prevenir y tratar condiciones relacionadas con el envejecimiento, como la artritis, la osteoporosis y las caídas. Asimismo, las personas con discapacidad encuentran en la fisioterapia un recurso para mejorar su movilidad y autonomía.
Acudir al fisioterapeuta con cierta regularidad permite actuar sobre factores de riesgo que pueden acabar desencadenando una lesión grave o dolor. También permite mantener unos estilos de vida adecuados, recuperando y manteniendo la movilidad, fuerza y estabilidad de las diferentes partes del cuerpo.
Principales ventajas de la fisioterapia
- Reducción del dolor: La fisioterapia utiliza técnicas específicas para reducir el dolor crónico y agudo, mejorando así la capacidad funcional de los pacientes.
- Mejora de la movilidad: A través de ejercicios y técnicas de movilización, la fisioterapia ayuda a mejorar el movimiento de las articulaciones y músculos, permitiendo una mayor independencia en las actividades diarias.
- Prevención de caídas: Los ejercicios de equilibrio y fortaleza muscular reducen el riesgo de caídas, uno de los principales peligros para las personas mayores y dependientes.
- Rehabilitación postoperatoria: Después de numerosas cirugías o intervenciones médicas, la fisioterapia juega un papel crucial en el proceso de rehabilitación, acelerando la recuperación y minimizando las complicaciones.
- Mejora de la postura y ergonomía: Ayuda a corregir problemas posturales y proporciona orientación sobre técnicas adecuadas de ergonomía. Esto es especialmente necesario para las personas mayores, ya que una postura correcta puede reducir el dolor de espalda y mejorar su movilidad.
- Aceleración de la recuperación deportiva: Para las personas activas y deportistas contribuye a la recuperación de lesiones. Los fisioterapeutas utilizan técnicas específicas para acelerar la cicatrización, fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad, permitiendo un retorno más rápido a las actividades físicas.
- Prevención de lesiones futuras: Los profesionales no solo tratan las lesiones actuales, sino que también trabajan en fortalecer el cuerpo para prevenir lesiones futuras. Proporcionan ejercicios y consejos personalizados que ayudan a mejorar la resistencia, la flexibilidad y la fuerza, reduciendo así el riesgo de lesiones a largo plazo.
Un enfoque integral
La fisioterapia es una disciplina multifacética que va mucho más allá de la traumatológica y deportiva que tradicionalmente conocemos. Esta profesión abarca diversas ramas especializadas como:
- Fisioterapia traumatológica y deportiva
Este campo se centra en la prevención y tratamiento de lesiones musculoesqueléticas, comunes tanto en atletas como en personas que han sufrido accidentes o traumatismos. Las técnicas utilizadas incluyen masajes terapéuticos, terapia manual y ejercicios de fortalecimiento específicos.
- Fisioterapia uroginecológica
Dedicada a tratar trastornos del suelo pélvico, esta rama es crucial en el manejo de problemas como la incontinencia urinaria o fecal, así como las molestias asociadas al embarazo. Los fisioterapeutas especializados utilizan técnicas como los ejercicios de Kegel para fortalecer y rehabilitar los músculos del suelo pélvico.
- Fisioterapia neurológica
Dirigida a personas con lesiones del sistema nervioso central o periférico, esta rama se enfoca en mejorar la movilidad y la funcionalidad. Los fisioterapeutas neurológicos emplean técnicas como el entrenamiento de marcha, la estimulación eléctrica y la terapia con espejos para facilitar la recuperación de pacientes con condiciones como el ictus o lesiones medulares.
- Fisioterapia geriátrica
Especializada en personas mayores, esta rama se centra en mejorar la movilidad, la fuerza y el equilibrio en el envejecimiento. Los profesionales de esta rama utilizan ejercicios adaptados y técnicas de movilización para mantener la independencia y prevenir caídas en las personas mayores.
- Fisioterapia respiratoria
Enfocada en trastornos respiratorios como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la fisioterapia respiratoria utiliza técnicas de respiración, ejercicios y terapia manual para mejorar la función pulmonar y ayudar a los pacientes a respirar más fácilmente.
En conclusión, la fisioterapia no es solo un tratamiento para lesiones y dolores, sino un enfoque integral que abarca diversas especialidades y técnicas, adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente.
El ejercicio terapéutico se ha convertido en una de las herramientas con más evidencia científica para el abordaje del dolor crónico y para secuelas asociadas al envejecimiento como puede ser la osteoporosis, sarcopenia (pérdida de masa muscular) y el deterioro cognitivo. Así como a cualquier tipo de discapacidad que pueda afectar a los sistemas respiratorio, cardiovascular, nervioso…
Otra de las ventajas es que los programas y tratamientos se adaptan a las limitaciones funcionales y características individuales de cada paciente, de su patología y de su capacidad funcional.