Un artículo de Qinera

Las salas multisensoriales con tecnología inmersiva e interactiva pueden ayudar a las personas mayores con cuestiones como: contribuir a la mejora del estado de ánimo y bienestar físico, reducción del estrés, memoria, aliviar el estrés y la apatía, fomentar la interacción social, impulsar la motivación, y ser un gran aliado para reducir la polimedicación.

Los entornos multisensoriales emplean estímulos que podemos usar para activar, dinamizar, y fomentar la interacción, y también para relajar, inhibir y volver a la calma. El uso de estos estímulos de forma controlada y regulada supone una intervención no farmacológica para alteraciones conductuales que van desde la apatía hasta los estados de agitación. Esta es una de las principales líneas de intervención, siendo un objetivo primordial la mejora del estado de ánimo, generando sensaciones de bienestar que regulen al adulto mayor en estas situaciones de agitación, ansiedad o apatía.

En una sala multisensorial con tecnología Qinera podemos encontrar proyecciones audiovisuales donde se pueden ver, escuchar y sentir los distintos ambientes como si estuvieras en ellos. Pongamos por ejemplo, que podemos trasladar a las personas al campo, y ver el agua del río caer, o a una playa, donde la sala se ilumina con tonos fríos, sonidos lentos y repetitivos, y vibraciones del agua del mar coherentes con ello, generando espacios de relax, calma y bienestar.

O por ejemplo, emplear paquetes cromáticos de tonos cálidos, con músicas dinámicas, como un pasodoble, para facilitar la activación y acompañarles a deambular y movilizarnos por la sala (todo esto son escenas coordinadas con tecnología propia de Qinera, SHX). Los escenarios son infinitos ya que también se pueden personalizar a todo aquello que queramos o pensemos que es mejor para el adulto mayor y la sesión de intervención en cuestión.

Esta regulación de los sentidos estimula también que conecten con su entorno, tanto el entorno físico como el social. Para facilitar esta interacción, y hacer posible que sean los propios adultos mayores los que controlen la sala disponemos de diferentes herramientas o controladores de los ambientes de la sala. Algunos de ellos son:

• una tableta que permite ver las imágenes y seleccionar contenido relacionado con ellas; herramientas que simplifican tanto a nivel motor como a nivel cognitivo esta interacción.
• Un mando de 6 botones o de un solo botón: una botonera que permite pulsar con un movimiento más brusco o menos controlado, dándonos 6 elecciones, o un conmutador que reduce la interacción a un único movimiento, facilitando la comprensión de la causa efecto.
• También contamos con herramientas como el kit de voz, en la que a partir de un sonido del usuario (puede ser la voz, la respiración o un movimiento corporal), podemos hacer un efecto visual de iluminación o táctil y propioceptivo de vibración.

Todo estos dispositivos van a facilitar la interacción con el medio que les rodea, pero además, la propia regulación, va a promover también la interacción con el entorno social, motivando a la comunicación y la interacción con los demás.

Este tipo de intervenciones se basa en conectar con las preferencias sensoriales de los usuarios mejorando su motivación para la actividad, pero sobre todo, impacta en su calidad de vida. A través de la mejora del estado de ánimo y de la regulación, disminuimos síntomas de depresión y ansiedad.

Facilitar a lo largo del día un flujo de actividad que combina actividades sensorialmente estimulantes con actividades sensorialmente relajantes permite que los usuarios mantengan un equilibrio siguiendo el modelo de la sensoriostasis. Este modelo, además de promover la regulación, ofrece una estructuración de tiempos y actividades que facilita el ritmo circadiano, suponiendo un apoyo en la intervención de trastornos del sueño.  

Con adultos mayores se utilizan habitualmente herramientas vibro-acústicas como: la butaca relax VA (que combina sonido y vibración coherentemente), las de iluminación, como las líneas led, tubo, FO…, herramientas propioceptivas (como las mantas de peso), táctiles (kit de masaje), vestibulares (convertidor en hamaca) para contribuir al bienestar.

Estas herramientas no se emplean exclusivamente en la sala, si no que pueden acompañar al adulto a lo largo del día en el salón donde pasan más tiempo.