Un artículo de Patricia del Barco,
directora de Operaciones y Calidad de los Centros de Día STIMA
Los Síndromes Geriátricos, conocidos como los ‘Cuatro Gigantes de la Geriatría’, representan un desafío clínico y social significativo en el cuidado de la población mayor. Estos síndromes, que abarcan desde la incontinencia urinaria hasta la inmovilidad, pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida y la autonomía de las personas mayores. En este contexto, considerar un enfoque integral y multidisciplinar es esencial para abordar estos desafíos de salud, destacando la estimulación integral como parte fundamental.
Debemos considerar que los Síndromes Geriátricos no son entidades aisladas, sino conjuntos de síntomas y signos interrelacionados, influenciados por múltiples factores causales. La incontinencia urinaria, las caídas, el deterioro cognitivo y la inmovilidad son manifestaciones comunes que pueden derivar de diversas condiciones médicas y cambios fisiológicos asociados con el envejecimiento.
La incontinencia urinaria, por ejemplo, puede surgir de alteraciones en la función renal o la pérdida de tono muscular de la vejiga, entre otros, pero es importante considerar que este síndrome no solo afecta la salud física, sino también la autoestima y la integridad emocional de los pacientes. Las caídas, otro de los ‘gigantes’ geriátricos, pueden ser el resultado de una combinación de factores intrínsecos pero sus consecuencias pueden ser devastadoras, exacerbando la fragilidad y aumentando el riesgo de dependencia funcional.
El deterioro cognitivo, caracterizado por la pérdida de funciones mentales superiores, presenta desafíos adicionales, ya que puede conducir a la ansiedad, la depresión y la pérdida de autonomía. Y la inmovilidad, aunque a menudo pasada por alto, puede tener repercusiones graves en la salud física y psicosocial de los pacientes geriátricos.
Ante este complejo panorama, en los Centros de Día STIMA hemos adoptado un enfoque holístico y multidisciplinar para el manejo de los Síndromes Geriátricos, destacando especialmente la estimulación integral como parte fundamental de nuestros servicios. Desde el momento en el que llegan nuestro residentes, un equipo interdisciplinar compuesto por terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, médicos, enfermeras, neuropsicólogos y auxiliares de Enfermería se realiza una evaluación integral para identificar factores de riesgo y diseñar intervenciones personalizadas.
Con la estimulación integral del mayor se complementan sus actividades diarias mejorando su bienestar y calidad de vida, aportando vida a los años. Las terapias que se ofrecen están planteadas para manejar los síntomas y signos de los Síndromes Geriátricos en múltiples niveles: funcional, físico, cognitivo, relacional y social.
Estas intervenciones incluyen programas de rehabilitación física, terapia ocupacional centrada en actividades de la vida diaria, estimulación cognitiva estimulación multisensorial mediante actividades específicas, educación para la prevención de caídas e incontinencia, y apoyo emocional y social a través de actividades recreativas y terapéuticas grupales.
Se trata de intervenciones rehabilitadoras y preventivas que pueden complementar el tratamiento establecido partiendo de la idea del mayor como miembro activo de la sociedad. Consideramos que somos un complemento a la asistencia de Atención Primaria, Geriatría y Neurología, principalmente. Al contribuir en la prevención, rehabilitación y cuidado de los mayores, éstos pueden mantenerse o reintegrarse en la vida activa de la sociedad, reduciendo la carga asistencial y también el gasto sanitario.
Además, estamos convencidos de que la actitud de la población mayor es fundamental en el manejo de los desafíos de salud que deben enfrentar. Por eso, fomentamos una mentalidad proactiva y colaborativa, donde pedir ayuda se percibe como un acto de sabiduría y valentía, no de debilidad. Al promover la participación activa de los pacientes en su propio cuidado y brindarles el apoyo necesario, buscamos mejorar su calidad de vida y preservar su independencia funcional durante el proceso de envejecimiento.
Los Síndromes Geriátricos representan una preocupación creciente en el contexto del envejecimiento de la población. Un enfoque holístico, como el que adoptamos en STIMA, mejora significativamente la atención y el bienestar de los pacientes geriátricos, permitiéndoles vivir de manera independiente y digna en esta etapa de la vida.
