Un artículo de Fernando Sánchez Luque,
director de comunicación Essence Group España
Las caídas representan la segunda causa principal de muertes por lesiones accidentales o no intencionales en todo el mundo y hace tiempo que se han convertido en un problema de salud pública importante. Son impresionantes las cifras y estadísticas que enseñan el impacto que, de forma desproporcionada, están proyectando sobre las personas mayores, por lo que han adquirido la categoría de tema prioritario en materia de investigación, desarrollo e innovación a nivel mundial.
El riesgo es mayor entre las personas mayores de 65 años, ya que las caídas son, en ese rango de edad, la principal causa de lesiones, visitas al hospital por traumatismos y muerte por lesiones. Además, el riesgo de caídas aumenta con la edad. De hecho, aproximadamente entre el 28% y el 35% de las personas mayores de 65 años se caen cada año, aumentando hasta el 32% y el 42% para las personas mayores de 70 años.
Por otro lado, y es un dato estremecedor, tres de cada cuatro caídas en personas mayores quedan en el olvido y no son reportadas a ningún cuidador, médico o familiar. Los motivos de esta anomalía son diversos, pero se sabe que, en muchos casos, estas personas, además de la tensión emocional que sufren, se sienten avergonzadas de caerse y tampoco quieren que familiares y cuidadores acaben regañándolas.
El hecho de que no se comuniquen este elevado número de caídas significa que, por un lado, la red asistencial no puede tomar precauciones para evitar otras y, por otro, que los cuidadores sólo tienen a su disposición una limitada cantidad de información para evitar que las personas en riesgo puedan volver a caer y reciban lo más rápido posible la asistencia adecuada. De esta forma, la precisión en los informes y la verificación de que la caída es real es fundamental para que los cuidadores puedan realizar una evaluación de riesgos.
La industria está requiriendo una tecnología para la detección de caídas más efectiva, que sea capaz de, a través de la monitorización, compartir mucha más información sobre las circunstancias que llevaron al incidente para que, de esta manera, los equipos de cuidadores puedan analizar las causas de las caídas.
Hasta el momento no parece suficiente confiar en la tecnología existente para detectar a tiempo una caída y obtener ayuda. La prevención de caídas requiere equipos multidisciplinares que tengan acceso a información del comportamiento sobre la situación justo antes de la caída. Si bien ha habido algunos avances tecnológicos dentro de la industria, como sensores inteligentes y otras soluciones de teleasistencia que se han incorporado al hogar para rastrear a las personas mayores, sigue habiendo demasiadas lagunas en la recopilación de estos datos tan relevantes.
En este sentido, Essence SmartCare, compañía especializada en el desarrollo de plataformas de teleasistencia con innovadores dispositivos que utilizan última tecnología para reducir el número de caídas, como radar, ha sido elegida para participar, junto a una de las principales compañías de seguros médicos alemanas, en el “Proyecto INES”.
El objetivo de esta iniciativa es cambiar el paradigma de atención a las personas mayores en Alemania, lanzando un estudio de investigación para determinar en qué medida el uso de sistemas de emergencia inteligentes puede mejorar efectivamente la atención de las personas mayores independientes.
Al igual que en nuestro país, Alemania también está abocada a un cambio radical en la pirámide de población que comportará un elevado número de personas mayores de 65 años sobre el año 2050. Paralelamente a este cambio demográfico, y seguimos con la misma tendencia que en la sociedad no solo española sino europea, existe una creciente preferencia entre las personas mayores por vivir de forma independiente en casa, lo que ejerce presión sobre los miembros de la familia, los cuidadores e incluso el personal de emergencia.
Este esfuerzo de colaboración subraya la viabilidad y la necesidad de soluciones avanzadas de teleasistencia. El “Proyecto INES” busca un cambio fundamental en la atención, creando un modelo rentable para el cuidado de personas mayores y la detección de caídas en medio de los crecientes gastos asociados con las instalaciones de atención para personas mayores y profesionales.
El estudio, que comenzó en junio de 2023 y durará 21 meses, proporcionará a cerca de 2.000 personas mayores de 75 años que viven solas en tres regiones de Alemania, la tecnología única y patentada de Essence SmartCare para determinar los beneficios de los dispositivos inteligentes de detección de emergencias.
Esto incluye la solución MDsense habilitada por Inteligencia Artificial, un sistema de monitorización doméstico basado en radar que detecta automáticamente caídas y contacta a los servicios de emergencia sin que los residentes necesiten tener el dispositivo puesto encima, así como su Voice Extender, que permite a las personas mayores realizar llamadas bidireccionales desde cualquier habitación del hogar.
Sin duda, hablamos de esperanzadoras noticias, ya que el análisis de los resultados de este tipo de proyectos está ayudando mucho al sector para seguir innovando en tecnología para que las personas mayores se sientan cada día más cómodas viviendo con independencia y seguridad en sus propios hogares.