Un artículo de Miaudífono
El 31% de las personas mayores de 65 años asume que la pérdida auditiva es una parte inevitable del envejecimiento. Sin embargo, existen tratamientos que no sólo mejoran la audición, sino que también promueven un envejecimiento activo y saludable.
Para lograrlo es fundamental la identificación de los síntomas y la realización de pruebas auditivas precisas. Solo así será posible garantizar una mejor calidad de vida para los mayores.
Pérdida auditiva por envejecimiento
La presbiacusia, un tipo de pérdida auditiva relacionada con el envejecimiento, se desarrolla gradualmente y tiende a afectar a las personas a partir de los 60 o 65 años. Algunos síntomas de esta condición son los siguientes:
- Aumento del volumen de la televisión o la radio.
- Necesidad de que te repitan la información varias veces.
- Sensación de fatiga o frustración al tratar de seguir conversaciones.
- Incapacidad para identificar la fuente del ruido.
- Dificultad para entender conversaciones en entornos ruidosos, como restaurantes o reuniones familiares.
Estos síntomas de la presbiacusia pueden variar en gravedad y tienen un impacto significativo en la calidad de vida si no se tratan adecuadamente. Por lo tanto, en caso de experimentar alguno de ellos, es crucial consultar a un profesional de la audición para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.
Como llevar un envejecimiento activo
Si nos atenemos a la definición de envejecimiento activo: “Optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad para mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos” podemos resumir que es un proceso que requiere abordar las dificultades asociadas con la edad, como la pérdida de audición.
Por lo tanto, el primer paso para un envejecimiento activo es consultar a un profesional que realice todas las pruebas auditivas necesarias. Un diagnóstico preciso permitirá establecer el tratamiento o la estimulación adecuada.
Además de cuidar de la audición, es esencial mantener un estilo de vida saludable. La práctica regular de ejercicio, una dieta equilibrada y un entorno social positivo y libre de estrés contribuyen significativamente a un envejecimiento activo.
Así mismo, además de cuidar el físico, también hay que atender la salud mental. Estimular la memoria y participar en actividades cognitivamente desafiantes, como la lectura, juegos o resolución de problemas, son prácticas que mantienen la mente activa y ayudan a prevenir el deterioro cognitivo.
Ventajas de usar audífonos
- Prevención de enfermedades cognitivas
La pérdida auditiva no tratada puede estar relacionada con un mayor riesgo de padecer enfermedades cognitivas, como la demencia y el Alzheimer. Al utilizar audífonos se estimula activamente la audición y se mantiene la conexión entre el cerebro y el sistema auditivo. - Aumento de la seguridad personal
La capacidad de oír claramente los sonidos del entorno, como el timbre de la puerta, el timbre del teléfono o los sonidos del tráfico, mejora la seguridad personal, especialmente en situaciones potencialmente peligrosas. - Mejora de la comunicación
Los audífonos permiten a las personas con pérdida auditiva participar plenamente en conversaciones y actividades sociales al mejorar su capacidad para oír y entender lo que se dice a su alrededor. - Mayor independencia. Los audífonos brindan a las personas la autonomía para realizar actividades cotidianas sin depender tanto de la ayuda de los demás.
- Mejora general de la calidad de vida
Como se ha mencionado en diversos estudios, el 95% de los usuarios de audífonos reconoce una mejora significativa en su calidad de vida, al poder participar plenamente en la vida diaria y social.
Consecuencias de no usar audífonos
No tratar la pérdida auditiva puede tener consecuencias significativas en la calidad de vida de las personas mayores, afectando tanto su bienestar mental como físico. Por ejemplo, más del 56% de los españoles mayores de 65 años admiten sentirse socialmente aislados debido a la pérdida auditiva no tratada.
Además, retrasar el uso de audífonos puede agravar la situación auditiva, complicando aún más el tratamiento. Esto puede dificultar la comunicación y la participación en actividades sociales, lo que a su vez puede generar sentimientos de frustración, tristeza o soledad.
También es importante destacar que la falta de audífonos puede aumentar el riesgo de accidentes, ya que la pérdida de audición puede afectar el equilibrio y la percepción del entorno. Esto puede provocar inestabilidad al caminar y aumentar la probabilidad de caídas.