Un artículo de Yolanda García, Directora de Calidad de Senniors

¿Cuál es el primer pensamiento que aparece por tu cabeza nada más levantarte de la cama? Si tu respuesta es «quiero disfrutar del día» o te gustaría que lo fuera, sigue leyendo.

Actualmente vivimos alrededor de 35.000 días a lo largo de nuestra vida, pero la mayoría los pasamos en piloto automático, sin ser realmente conscientes de a qué dedicamos nuestro tiempo y, mucho menos, a las consecuencias de nuestras decisiones a largo plazo.

Pero cada vez somos más los que hemos despertado de ese ir y venir dormidos para aceptar una manera de vivir más activa, proactiva y preventiva. Esto nos hace poner en valor las ventajas de la longevidad saludable y las rutinas que promueve para establecer estilos de vida que nos benefician a presente y futuro, como individuos y como sociedad.

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La longevidad saludable plantea que todas las personas son capaces de mejorar su calidad de vida a través del cambio de pequeños hábitos

Sentirnos bien en cada paso del camino

La longevidad saludable plantea que todos somos capaces de mejorar nuestra calidad de vida a través del cambio de pequeños hábitos que se convertirán en rutinas y que mejorarán nuestro estado físico y emocional a lo largo del tiempo.

Estos detalles que apenas requieren esfuerzo, convergen en un verdadero cambio que pone en valor nuestra versión más saludable frente al modelo de vida inconsciente en el que nos dejamos llevar por las necesidades del día a día, las urgencias y la ingente cantidad de los estímulos que recibimos a través de los diferentes medios analógicos y digitales.

Beber más agua, comenzar a subir las escaleras, elegir zumos naturales en lugar de procesados, caminar con el perro, decidir leer un libro en lugar de ver una serie antes de acostarnos… Estos pequeños cambios de hábitos ayudan de manera holística a mejorar nuestro bienestar y sus resultados no son un mito.

Los cuatro pilares del bienestar

Si alguna vez has querido perder peso, seguro que has escuchado que no sirve de nada comer sano si no haces deporte o que no conseguirás aumentar masa muscular en el gimnasio si no descansas bien.  Por supuesto, cualquier cosa que hagamos para mejorar nuestra salud y bienestar es beneficiosa para el cuerpo. Entonces, ¿por qué nos han dicho siempre que no conseguimos nada si no hacemos esto o aquello?

El bienestar es un aspecto transversal que engloba diferentes pilares. Es por eso que unos hábitos afectan sobre otros y es importante que seamos conscientes de la importancia de cada uno de ellos de manera individual pero también conectada, ya que se refuerzan activamente.

Los principales pilares del bienestar son cuatro:

  • actividad física,
  • sueño
  • nutrición
  • bienestar emocional

Aunque es cierto que podemos trabajar en ellos de manera autónoma, para conseguir resultados visibles y sostenibles en el tiempo, es recomendable contar con el conocimiento y la experiencia de profesionales. De esta manera no sólo alcanzaremos nuestros objetivos, sino que también podremos alcanzar una mejor versión de nosotros sin hacernos daño y protegiendo nuestra salud.

Seguir haciendo lo que nos gusta y descubrir cosas nuevas

Y es que de poco nos sirve vivir muchos años si nos vemos impedidos de hacer las cosas que nos gustan y que realmente conforman nuestra personalidad y nuestro estilo de vida. La longevidad saludable defiende que unos cuidados progresivos y proactivos mantienen nuestras capacidades para que así podamos, a su vez, mantener nuestro cuerpo y nuestra mente en condiciones para seguir disfrutando de nuestra vida sin mayores cambios o impedimentos.

Pero la longevidad saludable va más allá. Busca abrirnos nuevos horizontes, ampliar nuestra visión de manera que podamos acceder a una mejor versión de nosotros mismos a largo plazo. Olvidémonos pues de una lenta decadencia durante los últimos años de nuestras vidas y cambiemos el paradigma para ampliar el tiempo de disfrutar de todas las cosas que aún queremos hacer sin dolor ni dificultades.

Porque lo que la gente llama los límites de la edad, en realidad son barreras a derribar. Estamos a tiempo de descubrir nuevas formas de socializar, aprender, crecer o entretenernos, tan sólo tenemos que decidir hasta dónde queremos llegar.

Siempre es más fácil conseguirlo en compañía

Actualmente en el mercado existen programas como Vitalidad+ de Senniors que trabajan para que las personas puedan mejorar su calidad de vida de manera sencilla, implementando rutinas saludables en los cuatro pilares del bienestar. Para ello, cuenta con profesionales especializados y expertos en las diferentes áreas para ofrecer una planificación a medida para cada usuario.

Uno de los puntos más importantes de contar con un profesional a la hora de realizar un cambio de hábitos que se mantenga a largo plazo es que conoce las necesidades del cuerpo y cómo su resistencia aumenta ante las diferentes actividades y rutinas de sueño y alimentación, pudiendo exigir más o menos según las circunstancias particulares, adaptando las expectativas para evitar sobreesfuerzos y lesiones mientras optimiza los resultados.