Un artículo de Accent Social,
entidad orientada a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo como «el proceso en que se optimizan las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen».

Este concepto, que fue desarrollado en los noventa con la intención de relacionar la actividad, la salud y la independencia con la posibilidad de envejecer bien, tiene aún más sentido hoy día, puesto que la esperanza de vida sigue aumentando año tras año.

Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística, en España, el año 2022, la esperanza de vida de los hombres se situó por encima de los 80 años, y la de las mujeres, por encima de los 85. Y es que, según las previsiones globales, en 2050, una de cada cinco personas tendrá más de 60 años.

Por ello, es de vital importancia que la sociedad cambie su forma de percibir el envejecimiento y a las personas mayores, y que desde edades tempranas se fomenten ciertos hábitos para preservar el mejor estado físico, cognitivo y emocional posible durante la vejez.

De ellos dependerá el modo de llevar el proceso de envejecimiento además del proyecto vital en esta etapa, y, por ende, el bienestar biológico, psicológico y social.

El envejecimiento activo contempla tres factores clave: la autonomía, la independencia y la calidad de vida, unas condiciones que, en los servicios de atención a las personas, se trabajan multidisciplinariamente para reforzarlas, mantenerlas y prolongarlas tanto como sea posible entre sus personas usuarias.

Consejos para envejecer activamente y de forma saludable

• Llevar una alimentación saludable
  Aunque es importante llevar una dieta sana y equilibrada durante todo el ciclo vital, la nutrición adquiere una mayor relevancia en las personas mayores, puesto que ayuda a evitar enfermedades degenerativas como la diabetes, la hipertensión, el sobrepeso o la obesidad; y, por tanto, contribuye a la longevidad de las personas. Además, una buena nutrición, caracterizada por abundantes alimentos vegetales, el uso de aceite de oliva, el consumo moderado de determinados alimentos proteínicos e ingerir pequeñas cantidades de carne roja, mejora la función del aparato digestivo, evitando problemas asociados al envejecimiento.
  
  

• Realizar actividad física
  Aporta grandes beneficios para la salud de las personas mayores; retrasa la dependencia y aumenta su autonomía, así como mejora su humor y la calidad del sueño, debido a las endorfinas que se liberan durante el ejercicio. Así mismo, fortalece los músculos, el corazón y el aparato respiratorio. Según los especialistas en gerontología, practicar actividad física también ayuda a prevenir la osteoporosis (aumenta la densidad ósea) y compensa la pérdida de masa y fuerza muscular. Por otra parte, hacer ejercicio también ayuda a prevenir caídas, a mantener un peso saludable y a controlar el estrés.
  
  

• Ejercitar la mente
  La estimulación cognitiva favorece la salud física y psicológica de las personas mayores, contribuye a conservar la capacidad intelectual y el desempeño autónomo y funcional en las actividades de la vida diaria e incluso mejora la memoria y el mantenimiento de los vínculos personales.

• Mantener las relaciones sociales y familiares
  Es muy importante en edades avanzadas, porque garantiza el bienestar de las personas mayores, produciéndoles sentimientos de confianza, seguridad, empatía y autoestima, a la vez que ayuda a prevenir la soledad no deseada.

• Descansar bien
  Aunque parezca antagónico a la práctica de ejercicio, está comprobado que dormir bien también ayuda a mantener el cerebro saludable, así como evita el deterioro cognitivo en las personas de edad avanzada. Así pues, es recomendable dormir 8 horas y hacer pequeñas siestas cuando se siente cansancio, para recargar la energía necesaria.

Siguiendo su metodología de atención integral centrada en las personas, Accent Social fomentan el envejecimiento activo, con actividades adaptadas a las personas usuarias, tanto en los centros residenciales, centros de día, viviendas con servicios y Servicios de Atención Domiciliaria, que gestionan.

Según explica Anna Arévalo, directora del Centro de Día El Serral de Castellbisbal, gestionado por Accent Social, “gracias a los distintos perfiles profesionales que conforman nuestro equipo, formado por un fisioterapeuta, una terapeuta ocupacional, una psicóloga, una enfermera y una trabajadora social, trabajamos transversalmente distintos aspectos del envejecimiento activo, tanto de manera individual como de forma grupal con las personas usuarias de nuestro centro, con el objetivo de mejorar su calidad de vida”.

Así pues, diariamente, en el centro de día de Castellbisbal trabajan la orientación Temporo-Espacial de las personas usuarias a través de preguntas simples; la motricidad y el mantenimiento de la movilidad y del estado físico mediante sesiones de gimnasia y salidas del centro para pasear; así como se realizan ejercicios de estimulación cognitiva a través de juegos, como, por ejemplo, el Pasapalabra, o a través de ejercicios para trabajar la memoria y la atención. También se fomentan los hábitos saludables y las actividades en grupo, como aquellas que buscan trabajar la reminiscencia.

Por último, Arévalo indica que consideran “esencial” fomentar la socialización y la participación de las personas mayores en la comunidad. En este sentido, expone que colaboran con entidades, centros educativos y museos locales, en la organización de actividades intergeneracionales semanales y trimestrales, para que, por ejemplo, los alumnos de primaria y secundaria compartan vivencias con las personas usuarias del centro de día. Además, organizan mensualmente un taller de musicoterapia y otras actividades con la Asociación de Mujeres Activas de Castellbisbal.

Por todo lo anterior y otros muchos aspectos, es importante incidir en el fomento del envejecimiento activo en las personas mayores, para tratar de mantener y prolongar su autonomía e independencia, atendiendo siempre a sus necesidades físicas, psíquicas y emocionales, y así contribuir a mejorar su calidad de vida.