Un artículo de Isabel Domingo Rodilana,
fisioterapeuta y coordinadora de la Sección de Atención Hospitalaria del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León (CPFCYL)

Los profesionales de la salud, y más concretamente los fisioterapeutas que nos dedicamos a la investigación y práctica clínica con un contacto directo con la salud y envejecimiento de la población, estamos observando la tendencia, aún tal vez lejos de las recomendaciones, a realizar ejercicio de una forma más o menos programa, llegando a una dosis óptima consiguiendo así los beneficios deseados de este, pero ¿qué es lo que sucede el resto del día?

geriatricarea sedentarismo

El tiempo total que se permanece sentado tiene una influencia negativa sobre diversos factores de riesgo metabólico y cardiovascular. El comportamiento sedentario no es sinónimo de inactividad física, sino que se define como cualquier comportamiento en el que el gasto de energía correspondiente es ≤1,5 equivalentes metabólicos en una posición sentada, reclinada o acostada en reposo.

Estudios indican como los mecanismos de riesgo relacionado con permanecer sentado largos períodos incidirán en diversos aspectos, como la función vascular, presión arterial, niveles de glucosa en sangre, el flujo sanguíneo cerebral, inflamación, y la propia ‘resistencia al ejercicio’.

Las recomendaciones de salud pública que se presentan en las Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios están orientadas a todas las poblaciones y los grupos de edad desde los cinco hasta los 65 años o más, independientemente del sexo, el contexto cultural o la situación socioeconómica, y son pertinentes para todas las personas, sea cual sea su capacidad.

Los adultos deben acumular a lo largo de la semana un mínimo de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien un mínimo de entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, o bien una combinación equivalente de actividades de intensidad moderada y vigorosa, con el fin de obtener beneficios notables para la salud. También deben realizar actividades de fortalecimiento muscular de intensidad moderada o más elevada para trabajar todos los grandes grupos musculares dos o más días a la semana, ya que ello reporta beneficios adicionales para la salud.

¿Pero realmente cuál es el nivel de actividad física y sedentarismo? Para responder a esta y otras preguntas, desde el grupo de trabajo PreCarVall, realizamos diversas actividades.

Así ya en mayo de 2022, realizamos un estudio observacional transversal a individuos pertenecientes a un programa de envejecimiento, concluyéndose que el nivel de actividad física es moderada-alta según el cuestionario GPAQ, aun así dentro el grupo que realizan más de 60 minutos de actividad física el 63% pasan entre 4 y 8 horas/día sentados y el 8% más de 8 horas/día sentados, observándose algún caso de más de 12 horas/día.

Aplicándose el cociente de riesgos instantáneos relevantes para todas las causas de muerte, las estimaciones para el tiempo sentado y la actividad física se puede comparar directamente el porcentaje de incremento de riesgo.

Por lo tanto los profesionales de la salud buscamos establecer conceptos bien diferenciados para identificar a los individuos ya no solamente sedentarios, sino a aquellos que aún siendo activos tienen conductas altamente sedentarias, con los consiguientes riesgos cardiovasculares, metabólicos y para el resto de sistemas de movimiento. Todo ello llevará a una mejora de la prevención de riesgos tanto en el nivel primario como secundario con las consiguientes consecuencias para la salud de la población.