Un artículo de Emilio Negro González,
Director de Enfermería de los Centros de Hermanas Hospitalarias en Palencia y Burgos

El envejecimiento activo se refiere a la participación continua en actividades sociales, culturales, económicas y espirituales que permiten a las personas mayores vivir de manera independiente, mantener su salud y bienestar, y contribuir al desarrollo de la sociedad en la que viven. Este concepto va más allá de simplemente vivir más tiempo; se trata de aprovechar la vida de manera plena y saludable mientras se mantiene la independencia y unas buenas condiciones durante más tiempo, a pesar de los desafíos fisiológicos asociados con la edad.

El voluntariado se alinea perfectamente con estos objetivos al ofrecer oportunidades para participar activamente en el entorno social social, mantenerse mentalmente estimulados y establecer conexiones significativas con otros. Permite a las personas mayores vivir de manera plena y satisfactoria en un mundo cada vez más digitalizado y acelerado. El compromiso con el servicio comunitario beneficia tanto a quienes lo reciben como a quienes lo ofrecen, especialmente a los mayores.

Muchas personas mayores buscan una actividad que les aporte un nuevos objetivos y que, aprovechando sus habilidades y experiencia, contribuya significativamente a mejorar su autoestima y la baja valoración social de este colectivo.

Una de las principales ventajas del voluntariado para los adultos mayores es su capacidad de brindar un nuevo significado en esta etapa que comienzan. Después de años de trabajo y responsabilidades familiares y profesionales, la jubilación puede dejar un vacío emocional y un sentimiento de pérdida de relevancia. Frente a esto, el voluntariado ofrece la oportunidad de utilizar habilidades y experiencias acumuladas a lo largo de los años para contribuir de manera clara a mejorar la comunidad. El voluntariado en sus diferentes facetas puede ofrecer todos los objetivos que buscamos al activar a las personas mayores para mejorar su situación física, desarrollo y satisfacción personal. Organismos, profesionales, asociaciones y entidades relacionadas con la vida de las personas mayores buscan iniciativas que promuevan la salud física, mental y social de este colectivo.

geriatricarea tercera actividad voluntariado

Iniciativas para realizar voluntariado

  • Ayuda a otras colectivos de tercera edad y personas con discapacidad; muchas entidades del tercer sector tiene estructuras organizativas que permiten una dinámica de actividad de voluntariado social con profesionales que coordinan esta actividad y que facilitan la aportación que las personas quieran hacer son, en su mayoría entidades con visión global e integral de la persona entidades como Lares, Fundación Personas, Salud Mental, Cocemfe, Cermi, Hermanas Hospitalarias… y otras muchas dónde  puedes hacerte voluntario.

  • Labores docentes a través de educación no formal como clases o talleres en función de su conocimiento y experiencia vital; el aprendizaje y la experiencia de los mayores se pone al servicio de personas en proceso educativo; a través de parroquias, centros sociales municipales, centros educativos de entidades sin ánimo de lucro…

  • Actividades culturales y recreativas como conciertos, excursiones, eventos deportivos o clubes de lectura, es otra forma gratificante de participar en el voluntariado a través de las entidades locales o el movimiento asociativo cultural de tu pueblo o ciudad.

  • Voluntariado deportivo en organización de eventos, a través de logística, apoyo a la puesta en marcha de los mismos, difusión, prensa, donde con tu experiencia en este sector puedes colaborar activamente para la gestión de pruebas deportivas y apoyos puntuales.

  • Voluntariado medioambiental desarrollando y promoviendo rutas adaptadas, jardines y huertos urbanos, cuidado de animales o sensibilización sobre problemas que nos afectan a la sociedad; muchas entidades dedicadas a la sostenibilidad y el medioambiente están esperando la oportunidad de contar con voluntarios para llevar adelante sus iniciativas.

  • Promoción de la salud y el bienestar a través de encuentros informativos, actividades físicas grupales, campañas de salud o talleres de prevención de enfermedades mediante asociaciones de familiares o agrupaciones de personas afectadas de alguna patología.

Todas estas iniciativas del voluntariado, no sólo promueven la salud cardiovascular y muscular, sino que también pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas asociadas con el sedentarismo. ya que el compromiso adquirido puede ayudar a prevenir la depresión y la ansiedad, proporcionando una sensación de logro y satisfacción, así como manteniendo la mente activa. Además, el contacto regular con otros voluntarios y miembros de la comunidad puede ayudar a combatir la soledad y el aislamiento social, problemas comunes entre las personas mayores.

Otro beneficio del voluntariado es la potenciación del aprendizaje continuo y el desarrollo personal. Al participar en nuevas actividades y entornos, los adultos mayores tienen la oportunidad de adquirir nuevas habilidades, ampliar sus horizontes y mantener el cerebro activo; aprendiendo nuevas tecnologías para comunicarse con otros voluntarios o adquiriendo conocimientos sobre temas sociales relevantes. En definitiva, el voluntariado puede ser una fuente inagotable de crecimiento personal.

Además de los beneficios individuales, el voluntariado también tiene un impacto muy positivo en los lugares donde se lleva a cabo. Las personas mayores aportan una riqueza de conocimientos y experiencia de un valor incalculable para la comunidad. Desde asesorar a jóvenes estudiantes hasta liderar iniciativas de desarrollo económico local, los adultos mayores desempeñan un papel fundamental en la construcción una sociedad más fuerte y solidaria.

Como conclusión, afirmamos que el voluntariado puede ser una apuesta poderosa para promover el envejecimiento activo en la población mayor. Al ofrecer oportunidades para un propósito renovado, beneficios físicos y mentales, aprendizaje continuo y contribución a la comunidad, el voluntariado no solo mejora la calidad de vida de quien lo realiza, sino que también enriquece los lugares en los que viven.

Es hora de reconocer y valorar el papel trascendental que juegan los mayores en el voluntariado y fomentar su participación al servicio de la sociedad.