Un artículo de María Almeida, Coordinadora del CRE Alzheimer Salamanca del Imserso – Grupo 5
Todos somos únicos y diferentes respecto al resto de personas, ‘Yo tengo Alzheimer’. Esas características diferenciales nos definen e identifican y son nuestra guía para que me garanticen una atención personalizada, acorde a las necesidades ‘que tengo’.
Actualmente se emplean varias estrategias en mi cuidado, tales como:
- El historial médico detallado de cada persona: consiste en una recopilación completa de sus datos, incluyendo condiciones previas, alergias, medicamentos actuales y antecedentes familiares.
- Entrevistas personalizadas (historias de vida): conversaciones detalladas con la persona y/o su cuidador de proximidad, para comprender sus preocupaciones, preferencias y objetivos de salud.
- Tecnología de la salud (nuevas tecnologías): uso de tecnología como aplicaciones móviles, dispositivos portátiles y registros electrónicos para recopilar datos en tiempo real que nos permiten ajustar los planes de cuidado según sea necesario.
- Enfoque multidisciplinar (interdisciplinar): implicación de un equipo de profesionales de diferentes especialidades que trabajen en equipo con decisiones consensuadas para diseñar un plan de tratamiento integral individualizado.
- Empoderamiento: proporcionar a la persona información detallada sobre su condición médica, opciones de tratamiento y cómo pueden tomar decisiones informadas sobre su cuidado.
Cierto es que las personas con Alzheimer y otras demencias (‘personas como yo’) requieren de una mayor contextualización, debido a los desafíos cognitivos y emocionales que enfrentan ellas y sus cuidadores. Algunas estrategias comunes son:
- Evaluación exhaustiva desde todas las esferas: Realizar una evaluación pormenorizada del estado cognitivo, funcional y emocional del paciente para comprender sus capacidades y necesidades específicas.
- Comunicación clara y simple: Utilizar un lenguaje sencillo y apoyarse en gestos y comunicación no verbal para facilitar la comprensión de la persona con Alzheimer o demencia.
- Adaptación del entorno (accesibilidad cognitiva): Crear un entorno seguro y familiar, así como rutinas consistentes, con las mínimas alteraciones posibles. Con ello se reducirá la confusión-desorientación y la ansiedad del paciente.
- Participación de cuidadores (que todos los cuidadores conozcan la historia de vida de la persona): Involucrar a los cuidadores en el proceso de atención para asegurarse de que comprendan las necesidades únicas de la persona y estén capacitados para brindar el apoyo necesario.
- Actividades personalizadas (Plan de atención individualizado): Proporcionar actividades y terapias adaptadas a los intereses y habilidades de la persona para promover su bienestar emocional y cognitivo.
- Medicación adecuada (reajuste farmacológico): Ajustar la medicación según sea necesario para controlar los síntomas de la demencia, como la agitación o la ansiedad, mientras se minimizan los efectos secundarios. Evitar la polifarmacia y reducir el uso de fármacos.
- Apoyo emocional- educacional a cuidadores: Es necesario brindarles este apoyo para ayudarles a enfrentar los desafíos asociados con la demencia y a los cuidados que ejercen.
La personalización de los cuidados en personas con Alzheimer y otras demencias requiere un enfoque compasivo, comprensivo e interdisciplinar en todas las esferas. Un enfoque comunitario y de proximidad. Deben tenerse en cuenta las necesidades individuales y los cambios que atravesará a través del tiempo cada persona.
Los beneficios de esta personalización incluyen una mayor satisfacción (de la persona y de sus cuidadores de proximidad), mayor bienestar, mejores resultados de salud, y una mayor eficiencia en la prestación de servicios. Mejora su calidad de vida y les ayuda a mantener su independencia por más tiempo.