Un artículo de Alba López Lanciego,
psicóloga sanitaria y educativa de Afaga Alzheimer
El envejecimiento actual de la población está determinado por un aumento de la esperanza de vida con mejor calidad en los últimos años. En términos generales es un buen indicador de bienestar en el país, pero también viene acompañado del aumento de la incidencia de patologías asociadas a la edad. El deterioro cognitivo está entre ellas, lo que convierte en un gran desafío político y social su abordaje terapéutico.
La evidencia científica indica que existen factores de riesgo que inciden directa o indirectamente en la génesis y expresividad de la enfermedad. Entre ellos, hábitos no saludables como el sedentarismo, el consumo de sustancias tóxicas, patologías cardiovasculares, nivel educativo bajo, estimulación cognitiva limitada y escasas interacciones sociales.
Muchos de estos factores pueden prevenirse desde una perspectiva individual y también colectiva. Y para dar respuesta a estas necesidades, la asociación Afaga Alzheimer ha diseñado el programa de prevención “Cultiva la mente” donde el pilar fundamental es la promoción de hábitos saludables a nivel cognitivo, emocional y social.
Teniendo presente el marco de la Agenda 2030, destaca el compromiso de Afaga por considerar los objetivos de desarrollo sostenible como la salud y el bienestar, una educación de calidad, la igualdad de género y la reducción de las desigualdades.
“Cultiva la mente” comienza a implementarse hace una década en la sede de la asociación ubicada en un entorno urbano. Sin embargo, rápido se valora la necesidad de difundirlo en el área sanitaria de Vigo preferentemente rural. En la actualidad se desarrolla en 12 ayuntamientos donde más de 800 personas se benefician del servicio.
El programa se desarrolla con una periodicidad semanal, con sesiones de una hora y media. Los grupos se componen de 15 personas mayores de 55 años sin deterioro cognitivo interesadas en la prevención del deterioro y el conocimiento de un envejecimiento activo y positivo.
Existen muchos programas de prevención del deterioro en toda la geografía española, pero “Cultiva la mente” tiene rasgos que lo diferencian y potencian su carácter terapéutico. Por una parte, incluye un elemento psicoeducativo que incluye formación sobre hábitos saludables y conocimiento de las capacidades cognitivas.
Por otro lado, se fomenta que cada participante considere al grupo como una unidad en la que compartir experiencias evitando la aparición de la soledad no deseada en el adulto mayor.
Para ello, se desarrollan actividades colaborativas con el entorno comunitario próximo como encuentros intergeneracionales, uso de servicios públicos/privados, visitas turísticas, etc. Por último, la introducción de las TICs ha sido la última novedad en las dinámicas de intervención. Usando la plataforma NEURONUP se diseñan sesiones grupales y/o individuales que cubran las necesidades particulares.
Pero no todo se enmarca en la actitud activa y participativa de los usuarios si no que tiene un rol relevante el técnico encargado del programa. Las psicólogas que diseñan las sesiones están especializadas en enfermedades neurodegenerativas, desarrollo de programas de intervención y, lo más importante, detección precoz de sintomatología susceptible de deterioro cognitivo.
Dentro de la metodología propia del programa se encuentra el seguimiento del rendimiento de cada participante con el objetivo de detectar un posible o probable declive cognitivo, emocional o social. No sólo importa el rendimiento sino también la percepción subjetiva. En muchas ocasiones el usuario presenta anosognosia lo que hace imprescindible el contacto con el entorno próximo del usuario.
En el caso de haber una sospecha se activaría un protocolo de derivación al servicio médico correspondiente. Inicialmente comenzaría por la atención del Médico de Atención Primaria que valoraría la necesidad de una visión más especializada por la Unidad de Demencia. De ser el caso, el neurólogo comenzaría un estudio pormenorizado del caso, solicitando pruebas de neuroimagen y evaluación neuropsicológica.
Este programa se está comenzando a combinar con otro de carácter físico y funcional que tiene como objetivo fomentar hábitos saludables como el deporte y cambios en las rutinas. En un futuro próximo, el objetivo será ampliar este programa cognitivo a una intervención física desarrollada por personal especializado en el deporte.