Un artículo de Agnese Cherubini,
fisioterapeuta e investigadora clínica del Hospital Los Madroños

El envejecimiento es un proceso fisiológico gradual y continuo en el que muchas funciones del cuerpo empiezan a disminuir llevando a una reducción de la capacidad de adaptación del organismo. Algunos puntos clave entre los cambios que conlleva el envejecimiento son:

  1. Cambios físicos: Pérdida de la elasticidad de la piel, disminución de la masa muscular y del control motor, reducción de la densidad ósea, y cambios en la visión y audición.
  2. Aspectos psicológicos: por la adaptación a nuevas etapas de vida.
  3. Aspectos sociales: cambios en la dinámica familiar y en los hábitos de la vida cotidiana.
  4. Impacto en la salud: aumento de la predisposición a enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, artritis y enfermedades neurológicas.

Geriatricarea fisioterapia
La Fisioterapia busca no solo mejorar el bienestar físico, sino poder potenciar la calidad de vida para llevar a cabo las actividades sociales

Los cambios físicos y sociales son aspectos muy importantes a tener en cuenta por su relevante impacto a nivel de la alteración de la salud de las personas. Mantener hábitos saludables a lo largo de la vida, como seguir una dieta equilibrada y realizar actividad física con regularidad, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades, mejorar la capacidad física, mental y retrasar la dependencia de los cuidados.

Rol del Fisioterapeuta en la rehabilitación geriátrica

La fisioterapia es una rama de las ciencias de la salud que se enfoca principalmente en la prevención, tratamiento y recuperación de las alteraciones de la movilidad debidas a lesiones, enfermedades y entre otros, el envejecimiento. Teniendo en cuenta que el envejecimiento produce alteraciones físicas, como un aumento de debilidad muscular y fragilidad ósea, así como una disminución de la destreza y de la coordinación motora, la figura del fisioterapeuta puede tener un impacto importante en la vida de las personas mayores.

Entre los objetivos de la fisioterapia en personas de edad avanzada encontramos:

  • Reducción del riesgo de caídas
  • Reducción de la fatiga
  • Enlentecimiento del deterioro muscular
  • Prevención del desarrollo de patologías
  • Mantenimiento funcional e independencia de la persona
  • Retraso de dependencia de ayudas técnicas

Fisioterapia en personas mayores

El trabajo fisioterapéutico con el paciente de avanzada edad trata de una combinación de ejercicios ajustados a las diferentes habilidades de los mismos, para el conseguimiento de los objetivos descritos anteriormente. Para ello creemos muy importante entrenar:

Fuerza muscular: el fisioterapeuta se encargará de encontrar ejercicios para entrenar y mantener la fuerza muscular tanto de los miembros superiores como inferiores, como:

  • Ejercicios aeróbicos de baja intensidad: caminatas, bicicleta estática, hidroterapia
  • Ejercicios de fortalecimiento muscular: trabajo de los grandes grupos musculares, sobre todo en miembros inferiores y tronco para el correcto mantenimiento de las funcionalidades motoras.

Equilibrio, coordinación y propiocepción: ejercicios para mantener, las capacidades de equilibrio estático y dinámico, coordinación, e mejorar la capacidad de percepción del cuerpo durante el movimiento. Los siguientes tipos de ejercicios pueden ser útiles: 

  • Marcha en diferentes condiciones: por ejemplo, marcha con obstáculos, marcha lateral o hacía atrás, marcha en línea. Esto puede ayudar a mejorar tanto la coordinación como el equilibrio dinámico de los miembros inferiores y la percepción del movimiento que nuestro cuerpo está haciendo en todo momento.
  • Uso de superficie inestables: como almohadillas de equilibrio, para poder entrenar el equilibrio estático y la propiocepción.
  • Ejercicios de equilibrio estáticos de doble tarea: ejercicios con pelotas, en varias condiciones de equilibrio, para entrenar la coordinación de los miembros superiores y al mismo tiempo el equilibrio estático y mejorando la percepción de movimiento de los miembros superiores e inferiores.
  • Ejercicios de entrenamiento desde tumbados o sentados: para los pacientes con menores funcionalidades motoras se puede trabajar el conjunto de fuerza, equilibrio estático y coordinación desde la posición de tumbado o sentado, a través del uso de pelotas y almohadillas de equilibrio, entre otros.

Trabajar transferencias: en pacientes más frágiles y con menos independencia funcional, además del trabajo específico de fortalecimiento muscular, equilibro, coordinación y propiocepción, también se trabaja el entrenamiento a las transferencias. Para ello, se traslada el entrenamiento específico a la vida diaria para que puedan llevar a cabo las actividades de la vida diaria con menor necesidad de ayuda posible. Se enseña el uso de estrategias para, por ejemplo, poderse transferir de una silla de rueda a la cama, o viceversa, con la mayor autonomía posible.

Considerando que la esperanza de vida está aumentando mucho en los últimos años, la figura del fisioterapeuta tiene cada vez más un papel significativo en la vida de las personas mayores. De hecho, a través del entrenamiento variado y personalizado orientado a lograr los distintos objetivos terapéuticos, se busca no solo mejorar el bienestar físico de la persona sino poder mejorar su calidad de vida y permitirles llevar a cabo sus actividades sociales.