Un artículo de Núria Garcia (fisioterapeuta) y Anna Rubio (directora y terapeuta ocupacional),
de la residencia para personas mayores y centro de día Móra La Nova.
En las últimas décadas, hemos sido testigos de un incremento en la esperanza de vida, lo que ha generado un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas, discapacidades y síndromes geriátricos como caídas, fragilidad y deterioro cognitivo. Este panorama demanda un enfoque multidisciplinar en la atención a las personas mayores.
El envejecimiento, pese a sus desafíos, es una etapa en la que se puede mantener una buena calidad de vida mediante intervenciones adecuadas. La fisioterapia y la terapia ocupacional han evolucionado para responder a estas necesidades, diseñando estrategias que fomenten la autonomía, funcionalidad y bienestar integral de las personas mayores. La colaboración entre estas disciplinas es clave para abordar las necesidades físicas, funcionales y psicosociales de los usuarios.
Ambas disciplinas trabajan en sinergia para:
- Mantener la autonomía del usuario
- Prevenir complicaciones
- Mejorar la calidad de vida
Su objetivo principal es capacitar al usuario para realizar actividades de la vida diaria de manera independiente, como levantarse, vestirse, alimentarse o desplazarse dentro de su entorno. Esta independencia no solo mejora la funcionalidad, sino que también refuerza la autoestima y la percepción de control sobre la propia vida.
La fisioterapia implementa intervenciones para mejorar la movilidad articular, el equilibrio, la fuerza y la coordinación, utilizando ejercicios activos, pasivos y otras terapias específicas. Por otro lado, la terapia ocupacional, complementa el trabajo de la fisioterapia adaptando los movimientos logrados para que sean funcionales en las actividades diarias. Esto asegura que el usuario pueda aplicar las habilidades adquiridas en su entorno habitual.
Ambas disciplinas incorporan programas que incluyen:
- Ejercicios físicos
- Estimulación cognitiva
- Actividades de ocio
- Terapias innovadoras, como la terapia asistida con animales o actividades inter generacionales
Estas intervenciones no solo previenen el sedentarismo y el deterioro funcional, sino que también fortalecen el bienestar emocional y la interacción social del usuario.
Algunas de sus intervenciones son el entrenamiento en el uso correcto de dispositivos de apoyo (como bastones, andadores, sillas de ruedas o cubiertos adaptados) que son esenciales para recuperar la autonomía. Fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales colaboran en su elección, ajuste y reentrenamiento, asegurando que se adapten a las necesidades individuales del usuario.
La prevención de caídas es un objetivo compartido y crucial. Las caídas pueden ser causadas por factores como:
- Uso de ciertos medicamentos
- Pérdida de fuerza en extremidades inferiores
- Pérdida de visión
Las intervenciones incluyen ejercicios de equilibrio y fortalecimiento, así como adaptaciones del entorno residencial para minimizar riesgos.
La atención geriátrica en residencias y centros de día se centra en un cuidado integral, adaptado a las características y necesidades únicas de cada persona. Para adaptarnos a sus necesidades, tanto el fisioterapeuta cómo el terapeuta ocupacional, realiza un plan personalizado que se diseña a partir de las siguientes fases:
- Evaluación Inicial:
– Se realiza una valoración exhaustiva de las capacidades físicas, funcionales y ocupacionales del usuario
– Se evalúan aspectos como movilidad, rango articular, habilidades funcionales y ayudas técnicas
– Escalas validadas (Barthel, Tinetti, Dowton…) - Planificación Individualizada:
– A partir de la evaluación, se establece un plan de intervención con objetivos claros, como recuperar o mantener capacidades específicas, fomentar la participación en actividades significativas y mejorar la calidad de vida del usuario. - Seguimiento y Revisión:
– Los objetivos se acuerdan con el usuario y, en ocasiones, con su familia
– Se realiza un seguimiento periódico para valorar la implementación del plan y la satisfacción del usuario.
La fisioterapia y la terapia ocupacional desempeñan un papel fundamental en el abordaje integral del envejecimiento. Su trabajo colaborativo responde eficazmente a las necesidades físicas, cognitivas y sociales de los usuarios, promoviendo no solo la funcionalidad, sino también el bienestar emocional y la calidad de vida.
En un contexto de creciente longevidad, estas disciplinas son herramientas indispensables para lograr un envejecimiento activo, saludable y digno, proporcionando además un valioso apoyo a las familias y cuidadores principales.