Un artículo de Iris Iruzubieta García, fisioterapeuta de Ballesol Logroño
La fisioterapia respiratoria es una disciplina esencial en la atención de la salud respiratoria, especialmente en la población geriátrica, que presenta un envejecimiento natural del sistema musculoesquelético y respiratorio. A medida que las personas envejecen, sus pulmones y vías respiratorias experimentan una disminución de la capacidad funcional, lo que aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias crónicas y de la insuficiencia respiratoria.
En este contexto, la fisioterapia respiratoria emerge como una intervención fundamental para mejorar la calidad de vida, optimizar la función respiratoria y prevenir complicaciones en los adultos mayores. A través de técnicas específicas como el drenaje postural, la reeducación respiratoria y el entrenamiento muscular respiratorio, los fisioterapeutas pueden ofrecer un enfoque integral y personalizado para cada paciente.
En las residencias Ballesol, disponemos de profesionales formados en técnicas de fisioterapia respiratoria y dispositivos especiales para llevarlas a cabo. Vamos a enumerar las patologías más comunes que podemos encontrar en el adulto mayor y los objetivos principales de la fisioterapia respiratoria en el tratamiento de estas:
- EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica)
Es una enfermedad respiratoria progresiva e irreversible que se caracteriza por la obstrucción del flujo aéreo en los pulmones. La principal causa del EPOC es el tabaquismo, aunque también pueden contribuir factores como la exposición prolongada a contaminantes ambientales, polvo o sustancias químicas, y antecedentes de infecciones respiratorias recurrentes.
Los síntomas del EPOC suelen desarrollarse de forma gradual y empeorar con el tiempo. Los más comunes son: disnea, tos crónica, sibilancias, fatiga e infecciones respiratorias recurrentes. - Asma
Aunque suele diagnosticarse en etapas tempranas, el asma también puede aparecer o empeorar en la vejez. En los adultos mayores, se asocia a cambios en las vías respiratorias y comorbilidades como enfermedades cardiovasculares. - Neumonía
Las infecciones respiratorias, como la neumonía, son especialmente peligrosas en los mayores, dado que su sistema inmunológico es más vulnerable y su capacidad para defenderse de infecciones disminuye con la edad. - Fibrosis pulmonar
Se refiere al engrosamiento y cicatrización de los pulmones, lo que dificulta la capacidad de los pulmones para expandirse y oxigenar el cuerpo adecuadamente. Esta enfermedad se asocia a la exposición a tóxicos, infecciones crónicas y otras comorbilidades. - Bronquiectasias
Expansión anormal de los bronquios que suele ser consecuencia de infecciones respiratorias previas. En los mayores, esta condición puede generar infecciones pulmonares recurrentes, tos crónica y dificultad respiratoria. - Insuficiencia respiratoria
La incapacidad del sistema respiratorio para mantener niveles adecuados de oxígeno en sangre. En personas mayores, puede ser consecuencia de enfermedades pulmonares crónicas como el EPOC, la fibrosis pulmonar o el enfisema.
Aumentar capacidad respiratoria
Se trata de mejorar la habilidad del sistema respiratorio para tomar, mover y utilizar el aire de manera más eficiente. Esta capacidad depende de varios factores, como la elasticidad de los pulmones, la fuerza de los músculos respiratorios (como el diafragma y los intercostales), y la cantidad de oxígeno que se puede intercambiar en los pulmones. Para ello, podemos usar el incentivador volumétrico y el incentivador de flujo.
Otra técnica para aumentar el volumen pulmonar sería la respiración diafragmática y el fortalecimiento de los músculos inspiratorios (p. ej. intercostales externos, esternocleidomastoideo, escalenos y serrato anterior).
Mejorar la capacidad espiratoria
Nos referimos a mejorar la habilidad del sistema respiratorio para expulsar el aire de los pulmones de manera más eficiente.
La espiración, al igual que la inspiración, es un proceso activo que implica el trabajo de ciertos músculos (p. ej. Recto abdominal, oblicuos internos y externos, transverso del abdomen, músculos intercostales internos etc.) por lo tanto, su fortalecimiento nos ayudará a realizar una tos efectiva. Nos podemos ayudar de diferentes dispositivos como el flutter y el peak flow.
Sin embargo, la fisioterapia respiratoria no debe considerarse de forma aislada. El tratamiento de enfermedades respiratorias, especialmente en pacientes con condiciones crónicas o complejas, requiere de un enfoque integral que involucre la colaboración activa de diversos profesionales de la salud. El trabajo interdisciplinar es esencial para brindar un cuidado completo y eficaz, donde médicos, enfermeros, terapeutas ocupacionales y otros especialistas aportan su experiencia y conocimiento en beneficio del paciente.
La colaboración entre disciplinas permite una evaluación más exhaustiva de las necesidades del paciente, la personalización de los tratamientos y un seguimiento más riguroso. Además, favorece una rehabilitación más efectiva, promoviendo la participación del activa del paciente en su propio proceso de recuperación.