Uno de los principales retos de nuestra sociedad es conseguir que las personas mayores puedan vivir en sus propios hogares, de forma independiente y participando activamente en la en la vida social de su entorno. Y ese es precisamente el objetivo de Alfred, el Asistente Interactivo Personal para la Vida Independiente y el Envejecimiento Activo, desarrollado por once empresas e instituciones de cinco países, con la cofinanciación de la Comisión Europea.

Alfred, el mayordomo virtual
Entre otras tecnologías, Alfred incorpora la interacción por voz avanzada y la monitorización de las constantes médicas del mayor

Este mayordomo virtual, que podrá utilizarse en todo tipo de smartphones, tabletas y dispositivos móviles, proporcionará a través de distintas aplicaciones las siguientes prestaciones:

  • Sistema de interacción avanzada por voz que permitirá a las personas de avanzada edad comunicarse con Alfred y hacer preguntas o definir comandos.
  • Atención eficaz y personalizada para lograr una mayor eficiencia en los cuidados del usuario, permitiendo al personal médico acceder a la información médica del mayor que es captada a través de sensores.
  • Inclusión social personalizada a través de la sugerencia de eventos sociales acordes a cada usuario, considerando sus intereses y el entorno social.
  • Prevención de deficiencias físicas y cognitivas mediante la incorporación de juegos que contribuyan a mejorar las condiciones físicas y cognitivas del usuario.

De momento, Alfred es solo un proyecto que ya ha sido puesto a prueba con usuarios reales en tres países europeos  (Alemania, Francia y Holanda). Gracias a esta fase experimental, las entidades y firmas implicadas en el proyecto –Aitex, Ascora, Atos, Charite-UniversitaetsmedizinBerlin, E-Seniors, IESE Business School, NationaalOuderenfonds, Talkamatic AB, TechnischeUniversitaetDarmstadt, TieNederland y Worldline han podido comprobar que, aunque hay cosas que mejorar, “el proyecto va por el buen camino”. Sus siguientes pasos serán formar una start up y seguir buscando financiación para que Alfred pueda convertirse un día en una realidad en toda Europa.
Y es que, tal y como afirma Emilia García, Project Manager de Proyectos de Innovación de Worldline Iberia, “gracias a la puesta en marcha de Alfred las personas mayores podrán vivir más tiempo y hacerlo de forma más independiente. No sólo podrán participar en actividades adaptadas a su edad, sino también a sus gustos y al entorno en el que se mueven”.