/p>El incremento de pacientes pluripatológicos en los últimos años, junto con el paulatino envejecimiento de la población contribuye al aumento de personas que sufren osteoporosis. Esto se debe a múltiples factores, uno de los cuales es el número de fármacos que toman estos pacientes pluripatológicos, que pueden alterar su metabolismo óseo, tal y como afirmó el doctor José Luis Pérez Castrillón, coordinador del Grupo de Osteoporosis de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en al marco de la XII Reunión de Osteoporosis de la SEMI.
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Unos dos millones de mujeres padecen osteoporosis en nuestro país

A pesar de que la osteoporosis no se considere, a priori, una enfermedad que forme parte del concepto de pluripatología, hay numerosos factores de riesgo que aumentan su prevalencia. Un ejemplo de ello es la obesidad, considerada durante mucho tiempo un factor protector de esta enfermedad, “ya que los huesos, al estar sometidos a una sobrecarga mecánica, incrementaban su contenido mineral. Sin embargo, recientemente, se ha observado que la obesidad puede ser un factor de riesgo de osteoporosis, determinado por el componente inflamatorio asociado a la misma”, comenta el doctor Pérez Castrillón.
Algo similar sucede con el VIH, puesto que “la llegada de nuevos esquemas terapéuticos para contrarrestar este virus ha mejorado la supervivencia de los pacientes, de tal manera que las complicaciones crónicas son ahora un problema importante en esta enfermedad”. Una de estas complicaciones es la osteoporosis, cuya presencia viene determinada por varios factores como la hipovitaminosis D (déficit de esta vitamina), ingesta de fármacos y trastornos endocrinos.
También existe esta relación con las enfermedades autoinmunes, ya que los pacientes que las sufren “presentan un incremento de la concentración plasmática de citocinas inflamatorias, que son capaces de reducir la densidad mineral ósea, además del consumo por parte de estos pacientes de corticoides, que ejercen un efecto peligroso en el hueso”, asegura este experto.
La osteoporosis, también llamada “epidemia silenciosa” por muchos profesionales sanitarios, es una enfermedad asintomática que afecta a la calidad de los huesos, aumentando su fragilidad y cuyas primeras manifestaciones clínicas aparecen por medio de las fracturas óseas.
Además, en la población de más edad juega un papel importante el déficit de vitamina D, que produce hiperparatiroidismo secundario, incrementando el remodelado óseo y descendiendo la cantidad y calidad del hueso, contribuyendo al aumento del riesgo de osteoporosis.
En la actualidad, cuenta con una elevada prevalencia en España, siendo alrededor de dos millones de mujeres las que padecen esta patología, afectando principalmente a aquellas que se encuentran en periodo postmenopáusico. Tal y como afirma el coordinador del Grupo de Osteoporosis de la SEMI, aunque también es importante el número de varones afectados por esta enfermedad, “todavía sigue siendo más prevalente en mujeres, puesto que una de sus principales causas es la caída de estrógenos que se produce en la menopausia”.
Y para combatir esta enfermedad, además de tratamientos antirresortivos y anabólicos, “en los últimos años se están realizando investigaciones importantes en este campo, ya que grupos de investigación españoles participan en estudios genéticos sobre osteoporosis dentro de proyectos europeos o las recientes valoraciones sobre una nueva técnica, TBS, que mide aspectos de la calidad ósea, donde también participan los servicios de Medicina Interna”.
Desde la SEMI, el Grupo de Osteoporosis está realizando el estudio OSTEOMED, un registro que cuenta con unos 1500 pacientes de osteoporosis de toda España, y se va a poner en marcha un segundo proyecto que valorará la incidencia de fractura osteoporótica en los pacientes pluripatológicos ingresados en los Servicios de Medicina Interna.