Ya son varias las Comunidades Autónomas que han puesto en marcha sus campañas de vacunación de la gripe centradas en las personas a partir de 65 años, grupos de riesgo y personal sanitario.

Y es que la vacunación es una de las medidas de salud pública más eficaces, tal y como se apunta desde el Ministerio de Sanidad, destacando la vacunación antigripal, que es la medida más efectiva para evitar la aparición de complicaciones causadas por el virus de la gripe en las personas que tienen un mayor riesgo de adquirirla.

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Fiebre de hasta 39ºC es uno de los principales síntomas de padecer gripe

La gripe es una enfermedad respiratoria aguda. que se transmite por el aire al toser y al estornudar. causada por un virus, por lo que los antibióticos no resultan efectivos para combatirla y su uso puede crear resistencias a estos fármacos. Su máxima incidencia se observa en otoño e invierno, siendo el período de incubación de 48 horas con una variación entre uno y siete días.

Los principales síntomas son fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. Los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.
Las medidas higiénicas fundamentales que hay que tener en cuenta para evitar la transmisión del virus son: taparse la boca al toser o al estornudar, preferiblemente con pañuelos desechables; lavarse con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado; procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiar las secreciones nasales.

La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicacionesLos grupos técnicos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud recomiendan vacunar, entre otros, a los siguientes grupos:
· Personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas
· Personas menores de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:

– Niños  (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada) neurológicas o pulmonares, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma

– Niños (mayores de 6 meses) y adultos con: enfermedades metabólicas, incluida diabetes mellitus; obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes ó ≥3 DS en la infancia); insuficiencia renal; hemoglobinopatías y anemias; asplenia; enfermedad hepática crónica; enfermedades neuromusculares graves; inmunosupresión (incluida la originada por la infección de VIH, por fármacos o en los receptores de trasplantes); cáncer; implante coclear o en espera del mismo; y trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.

– Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones, tales como trabajadores de los centros, servicios y establecimientos sanitarios, tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria, pública y privada. Se hará especial énfasis en aquellos profesionales que atienden a pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo anteriormente descritos; trabajadores de instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente los que tengan contacto continuo con personas vulnerables; personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o mayores; y personas que conviven en el hogar. 

Desde el Ministerio de Sanidad se recuerda que la vacuna de la gripe sólo protege frente a la gripe estacional o común y es preciso utilizar siempre la vacuna correspondiente a la temporada en curso, ya que su composición puede ser distinta cada año, y repetir la vacunación todos los años en el cuarto trimestre. 

La actividad gripal en España en la temporada 2016-2017 fue baja. La epidemia gripal se inició de forma temprana a mediados de diciembre de 2016, con un máximo de actividad en la semana 3 de 2017 (del 16 al 22 de enero), con una incidencia de 229,10 casos por 100.000 habitantes. En la temporada pasada se vacunó el 55,5% de la población española de 65 y más años de edad, lo que supuso un total de 4.743.336 vacunados en este grupo de edad.