/p>Las personas de edad avanzada atraviesan una etapa complicada a nivel emocional, ya que suelen sufrir acontecimientos estresantes como la pérdida de seres queridos, la falta de autonomía que causa “el hacerse viejo”, el sentimiento de inutilidad, el cambio de domicilio (si han de ir a vivir a casa de un hijo o a una residencia). Todos estos cambios son factores de riesgo para que aparezca una depresión. Los expertos de Lepant Residencial nos ofrecen una serie de consejos para evitar caer en una depresión en esta etapa de la vida.
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Es muy positivo que el anciano se relacione con personas de su misma edad

Si el anciano tiene una buena cobertura familiar, de apoyo y comprensión, y si mantiene una actitud positiva y de aceptación para afrontar los cambios que aparecen en la tercera edad, su estado de ánimo se mantendrá estable. Pero muchas veces no es así: las personas mayores se deprimen durante esta etapa y hay que ayudarles a volver a tener ilusión por la vida mediante psicoterapia y farmacología.
En este sentido, los cuidadores principales o familiares de las personas mayores son los responsables de ayudar al anciano para que no llegue a un estado depresivo. Existen actuaciones que ayudan a evitar el estado de ánimo deprimido.
En primer lugar, “el apoyo al anciano durante todo el proceso de la vejez. No podemos evitar que sucedan los cambios fisiológicos propios de esta etapa, como la pérdida de visión o de oído, pero podemos acompañarlo en el proceso, escucharlo y mostrar comprensión, e incluso reírnos juntos sobre la nueva situación”, comenta Alba Ribas García, Psicóloga de Lepant Residencial.
Además, esta experta destaca que es muy positivo que el anciano se relacione con personas de su misma edad, por ejemplo, acudiendo a un club para personas mayores, a un centro de día, a reuniones de amigos, a clubs de lectura o de costura. En estas “terapias de grupo” los ancianos pueden compartir su situación con otros a los que les están sucediendo los mismos cambios, expresar sus sentimientos y darse cuenta de que no están solos para afrontarlos.
Otro factor a tener en cuenta para evitar la depresión en el anciano es la actividad, ya que tal y como indica Alba Ribas ejercicio físico mejora el flujo sanguíneo y promueve el buen estado de ánimo por lo que recomienda “mantenerse activo el mayor tiempo posible: hacer clases de gimnasia, talleres de memoria, salir a pasear, coser, o hacer pasatiempos”.
A nivel nutricional, existen una serie de alimentos que pueden ayudar a prevenir el estado anímico deprimido, como el pescado azul, la avena, el arroz integral y la fruta rica en vitamina C como el limón, la naranja y el kiwi. También es muy beneficioso el uso del jengibre, pues ayuda al cerebro a liberar endorfinas.
Por último, pero no menos importante, está el hecho de proporcionar al anciano ratos para tomar el sol y muchas risas. Reír es muy beneficioso para mantener el estado de ánimo positivo: la risa no debe faltar en ninguna etapa de la vida.