/p>>Con la llegada del verano hay que poner especial cuidado en las rutinas diarias para evitar que el calor pueda llevar a la deshidratación, especialmente las personas mayores, un colectivo especialmente sensibles. Los especialistas de Sanyres nos ofrecen en este artículo una serie de consejos y normas que nunca está demás recordar.

Los ancianos son más sensibles al calor debido a las alteraciones fisiológicas que afectan a su balance hídrico (relación entre los líquidos que entran en su cuerpo y los líquidos que se expulsan). Algunas de estas causas son:
• El sedentarismo es muy habitual en las personas mayores que tienen problemas de movilidad, y esto suele provocar entre otros problemas obesidad, que es un factor de riesgo frente al calor.
• La existencia de enfermedades que dificultan la sudoración, principalmente la disminución de la capacidad renal, diabetes, cardiopatías o enfermedades pulmonares.
• El consumo de ciertos fármacos.
• El riesgo general de sufrir infecciones alimentarias, más alto que en otras franjas de edad.
• Alteración de la sensación de sed y calor, que no permite ser consciente de la necesidad e hidratación. De hecho, menos de la cuarta parte de las personas mayores ingiere la cantidad de líquidos diaria recomendada, según el estudio “Consumo de bebidas diarias en las personas mayores en España” realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid.

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Los ancianos son más sensibles al calor debido a las alteraciones fisiológicas que afectan a su balance hídrico

Síntomas de la deshidratación
Si no hay un correcto equilibrio de líquidos, la situación puede derivar en una grave patología por calor, entre cuyos síntomas encontramos los siguientes:
• Deshidratación leve, que podemos detectar por la sensación de boca seca, orinar poco, color de la orina oscuro, piel seca y fría, o dolores de cabeza.
• Agotamiento por calor.
• Golpe de calor, que provoca fiebre (sin otras causas aparentes), mareos, calambres musculares, confusión, convulsiones, náuseas y vómitos.
Consejos para prevenir la deshidratación
Para prevenir esta situación, el European Hydration Institute (EHI) ha publicado un decálogo de consejos para estar correctamente hidratado en épocas de calor:
1. Debe acostumbrarse a beber de manera regular. Su reserva de líquidos/agua se mantendrá así en buenos niveles.  La cantidad de líquidos recomendada es 2,5 litros diarios para hombres y 2 litros diarios para mujeres.
2. Para ello aconsejan acostumbrarse a beber varios vasos de alguna bebida con cada comida y de manera intermitente a lo largo del día.
3. Tener a mano una variedad de bebidas de distintos sabores para estimular su consumo, como por ejemplo limonada o té helado, y no solamente agua.
4. Los líquidos estar en lugares accesibles y visibles a cualquier hora del día.
5. La temperatura ambiente de la vivienda o residencia debe ser moderada, en torno a los 25ºC. Si por alguno motivo la persona mayor se ve sometida a temperaturas más elevadas, se recomienda ingerir 250 ml más por cada grado centígrado por encima de los 37 grados.
6. Los cuidadores deben tener en cuenta posibles cambios en la dieta que sean más adecuados para asegurar una correcta hidratación, ya que entre el 20%-30% del líquido que necesitamos proviene de los alimentos que comemos.
7. Entre estos alimentos recomendados encontramos sopas, frutas y hortalizas que contienen 80%-90% de agua y son fuente de nutrientes esenciales.
8. Es importante destacar que las bebidas alcohólicas tienen un efecto deshidratante así que no son nada recomendables.
9. Estas recomendaciones se proponen para personas mayores de 60 años, que es la edad a partir de la cual el cuerpo comienza a perder la capacidad de detectar la sed y por lo tanto de mantener una adecuada hidratación.