/p>En época estival las personas mayores de 65 años son especialmente vulnerables a la deshidratación, ya que el proceso de envejecimiento disminuye la proporción de agua en el organismo.
Consciente de ello, y a escasos días de la entrada del verano, desde Sanitas Residencial alertan de la necesidad de sensibilizar a este grupo poblacional para que mantenga una correcta hidratación en los meses calurosos del año.
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Es importante que los mayores mantengan una hidratación continua para evitar los golpes de calor

Los especialistas de Sanitas Residencial recuerdan que riesgos para la salud se incrementan durante la temporada de calor al aumentar los efectos asociados a la exposición a temperaturas ambientales más altas.
El denominado golpe de calor puede afectar a cualquier persona, pero las personas de edad avanzada son especialmente vulnerables ya que el proceso de envejecimiento disminuye la proporción de agua en el organismo. Los golpes de calor se manifiestan como una indisposición súbita que ocurre cuando el organismo no consigue adaptarse a las altas temperaturas y se encuentra deshidratado.
La deshidratación es el trastorno hidroelectrolítico más frecuente en las personas mayores ya que su capacidad para mantener el balance hídrico se ve afectada por diversos cambios fisiológicos durante el proceso de envejecimiento.
Los mayores tienden a beber de forma insuficiente al sentir menos sed, y la presencia de ciertas enfermedades, el consumo de fármacos y las condiciones climáticas adversas, hace que este colectivo sea especialmente vulnerable a padecer deshidratación, algo que se agudiza con la llegada de las altas temperaturas.
Tal y como subraya el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Residencial, es fundamental que los mayores mantengan una hidratación continua para evitar los golpes de calor mediante unos hábitos regulares de bebida. “De esta manera podrán mantener la función renal, una buena hidratación, evitar el estreñimiento o mantener la temperatura corporal entre otros”, afirma este experto.
En este sentido, es importante que las personas de edad avanzada beban cantidades pequeñas durante todo el día para evitar llegar a notarse sedientas. La ingesta de agua debe realizarse de forma gradual a lo largo del día, al menos un vaso de agua en cada una de las comidas del día para favorecer la ingestión de sólidos, así como otros 4 vasos de agua repartidos en el resto de la jornada.
Hau que prestar una especial atención a las personas con trastornos cognitivos, como la demencia, ya que pueden no ser capaces de poner remedio a sensaciones básicas como la sed, o incluso de explicar a los demás sus molestias. En algunos casos, incluso pueden no llegar a sentir el calor como tal.
Además, para prever el golpe de calor es recomendable la utilización de prendas de ropa ligeras y de colores claros, así como evitar la exposición en las horas centrales del día.