/p>Cuatro de cada diez personas mayores de 60 años tiene algún implante dental, tal y como pone de manifiesto el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2016.
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La práctica totalidad de los tratamientos implantológicos tiene éxito, según la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración

Y es que la pérdida parcial o total de piezas dentales es común en personas mayores y esta puede provocar, tal y como advierte el doctor David Curto, responsable de la Dirección Asistencial de Sanitas Mayores, serias consecuencias físicas, como problemas de nutrición debidos a la dificultad para alimentarse o alteraciones en la voz; así como consecuencias psicológicas derivadas de la falta de autoestima que puede producir. Es por esto que los tratamientos de implantología son muy recomendables para aquellas personas que sufran alguna ausencia dentaria”.
Según datos de este informe, nueve de cada diez personas mayores de 65 años que llevan implantes considera que estos han mejorado su calidad de vida bastante o mucho, 5,4 puntos porcentuales más que en el estudio del año anterior.
En la actualidad, el 98% de los tratamientos implantológicos tiene éxito, según datos de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA). Más de la mitad de los mayores encuestados por Sanitas afirma no haber tenido nunca problemas con sus implantes. En el caso de los que han sufrido algún tipo de problema con estos, el motivo principal es precisamente la falta de masa ósea (para un 26,2%), seguido por el rechazo al implante (en un 7,8% de los casos) y por la infección del mismo (7,8%).
No obstante, hay que tener en cuenta que existen algunas patologías que contraindican y que pueden comprometer el éxito del tratamiento. “Afecciones muy comunes entre las personas mayores como son las enfermedades cardiovasculares, la diabetes Mellitus, la osteoporosis, el Parkinson o la enfermedad de Crohn pueden suponer un problema a la hora de plantear la colocación de un implante, por lo que en estos casos es fundamental la valoración profesional de forma individualizada”, recomienda el responsable de la Dirección Asistencial de Sanitas Mayores.
Además, el alcohol, el tabaco y el estrés son factores de riesgo que pueden provocar el rechazo de un implante. “Dividimos las contraindicaciones entre locales y sistémicas.
«Según el tipo de riesgo que conlleve la situación del paciente, se desaconsejará la colocación de implantes dentales y se ofrecerá al paciente las alternativas posibles para rehabilitar su diente o sus dientes perdidos con el tratamiento más indicado para su situación”, señala Patricia Zubeldia, odontóloga responsable de la Dirección Médico-Asistencial de Sanitas Dental.
Una vez confirmada la posibilidad de realizar el tratamiento, se actuará siguiendo cuatro fases:

  • Fase inicial de estudio y planificación, donde el implantólogo estudia el caso y asesora sobre tipos de prótesis, el momento adecuado de colocación de los implantes y ofrece información sobre los procedimientos clínicos.
  • Segunda fase: corresponde a la colocación de los implantes en una o varias intervenciones quirúrgicas en las que se prepara el lecho óseo y se colocan los implantes.
  • Fase restauradora o de realización de la prótesis sobre implantes: Es la etapa del tratamiento en la que sobre los implantes se colocan los dientes mediante adaptación de coronas, puentes u otros tipos de prótesis.
    Esta fase requiere un número variable de etapas, con visitas dirigidas a asegurar la total integración funcional y estética de los nuevos dientes en el conjunto de las estructuras bucales y faciales, siendo tan importante como la quirúrgica.
  • Fase de mantenimiento: La necesidad de establecer la adecuada vigilancia y los cuidados de mantenimiento periódico se ve justificada para evitar tanto contaminaciones bacterianas como los posibles desajustes de las prótesis por el desgaste que la función y el paso del tiempo pueden ocasionar.
    Se recomiendan revisiones continuas en la clínica dental, cepillarse los dientes y las prótesis sobre implantes (con pasta dentífrica fluorada no abrasiva después de cada comida y usando seda dental específica para zonas de implantes así como cepillos interproximales y/o irrigador bucal) y abandonar hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol.