El practicar ejercicio físico contribuye a frenar buena parte de las consecuencias negativas asociadas al envejecimiento fisiológico. Y es que el sedentarismo es, por ejemplo, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, por lo que practicar ejercicio físico a todas las edades es fundamental. De hecho, la angina de pecho y el infarto de miocardio tienen una incidencia significativamente menor en la población que practica deporte con regularidad.
Y es que la actividad física es uno de los factores más importantes que influyen en la trayectoria del envejecimiento. Tal y como apuntan desde la Fundación Siel Bleu, hay evidencia convincente de que la participación en actividades físicas regulares puede prevenir o retrasar el inicio y la progresión de varias enfermedades crónicas y contribuir a una reducción en el deterioro funcional físico y cognitivo en la vejez.

Así, desde la Fundación Siel Bleu recomiendan practicar diariamente estos cuatro sencillos ejercicios para favorecer la autonomía personal de los mayores:

geriatricarea Fundación Siel Bleu
 
Estos ejercicios deben realizarse en la medida que le sea posible y sin llegar a la extenuación ni a sentir dolor. A medida que se acostumbre a los ejercicios es conveniente ir aumentando la cantidad y la intensidad de forma progresiva. Y siempre consultar inmediatamente al médico si se siente indispuesto o se percibe cualquier signo o síntoma fuera de lo normal.
La Fundación Siel Bleu aconseja realizar actividad física adaptada a la capacidad de cada persona varias veces por semana, y siempre que sea posible bajo la supervisión de un especialista en actividad física.