/p>Debido, entre otros motivos, al envejecimiento de la población, los problemas derivados de enfermedad cardiovascular son cada vez más frecuentes y representan la primera causa de muerte en España. En este sentido, desde la Fundación Siel Bleu nos recuerdan que la actividad física habitual previene el desarrollo de la enfermedad coronaria y reduce los síntomas en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Desde esta entidad se recuerda que, según Comunicado Científico, publicado por la American Heart Association, realizar actividad física regular como caminar, correr o nadar, produce cambios cardiovasculares que aumentan la capacidad de resistencia y fuerza de los músculos. Además, existe evidencia científica de que el ejercicio reduce el riesgo de otras enfermedades crónicas, incluyendo diabetes tipo 2, osteoporosis, obesidad, depresión, cáncer de mama y colon.
Según este mismo documento, la actividad física previene y ayuda a tratar muchos factores de riesgo ateroscleróticos, como la presión arterial elevada, la resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa; las elevadas concentraciones de triglicéridos, concentraciones bajas de colesterol de lipoproteínas de alta densidad y la obesidad.
Por todo ello, la evidencia respalda la recomendación de Centers for Disease Control and Prevention (Centros de Control y Prevención de Enfermedades) y del American College of Sports Medicine (Colegio Americano de Medicina del Deporte) de realizar 30 minutos o más de actividad física con programas de actividad física prescritos por profesionales de la salud e ir aumentando progresivamente la actividad según lo tolerado.
Desde la Fundación Siel Bleu proponen realizar estos cuatro ejercicios para mantener una buena salud y prevenir el riesgo cardiovascular:
Cabe recordar que las enfermedades cardivasculares, concretamente la insuficiencia cardiaca, es la causa más frecuente de hospitalización en mayores de 65 años y afecta al 10% de los mayores de 75 años, según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología – SEGG. La prevalencia de la insuficiencia cardiaca se incrementa con la edad, pasando del 1% en sujetos de 40 años al 10% en mayores de 75 años y las enfermedades del sistema circulatorio son, de manera destacada, la principal causa de muerte en mayores.
Desde esta entidad se recuerda que, según Comunicado Científico, publicado por la American Heart Association, realizar actividad física regular como caminar, correr o nadar, produce cambios cardiovasculares que aumentan la capacidad de resistencia y fuerza de los músculos. Además, existe evidencia científica de que el ejercicio reduce el riesgo de otras enfermedades crónicas, incluyendo diabetes tipo 2, osteoporosis, obesidad, depresión, cáncer de mama y colon.
Según este mismo documento, la actividad física previene y ayuda a tratar muchos factores de riesgo ateroscleróticos, como la presión arterial elevada, la resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa; las elevadas concentraciones de triglicéridos, concentraciones bajas de colesterol de lipoproteínas de alta densidad y la obesidad.
Por todo ello, la evidencia respalda la recomendación de Centers for Disease Control and Prevention (Centros de Control y Prevención de Enfermedades) y del American College of Sports Medicine (Colegio Americano de Medicina del Deporte) de realizar 30 minutos o más de actividad física con programas de actividad física prescritos por profesionales de la salud e ir aumentando progresivamente la actividad según lo tolerado.
Desde la Fundación Siel Bleu proponen realizar estos cuatro ejercicios para mantener una buena salud y prevenir el riesgo cardiovascular:
Cabe recordar que las enfermedades cardivasculares, concretamente la insuficiencia cardiaca, es la causa más frecuente de hospitalización en mayores de 65 años y afecta al 10% de los mayores de 75 años, según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología – SEGG. La prevalencia de la insuficiencia cardiaca se incrementa con la edad, pasando del 1% en sujetos de 40 años al 10% en mayores de 75 años y las enfermedades del sistema circulatorio son, de manera destacada, la principal causa de muerte en mayores.
