/p>Más de 1.200.000 personas sufre Alzheimer en nuestro país y de ellas cerca del 40% están sin diagnosticar, debido fundamentalmente a la escasez de unidades especializadas en demencias y a la falta de información de las familias. Además, el 80% de los 300.000 pacientes que se encuentran en la fase leve ignora que sufre esta enfermedad.
geriatricarea Alzheimer Fundación Vianorte-Laguna
Cerca del 40% de las personas que sufren la Alzheimer no sabe que lo tiene

Por ello es fundamental reconocer los primeros síntomas de esta demencia como medio para llevar a cabo un diagnóstico precoz y un tratamiento más eficaz, y en este caso, el papel de la familia es fundamental. Algunos de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer son la pérdida de memoria repentina, dificultad para aprender cosas nuevas o la falta de orientación.
Otros de los síntomas más comunes son la pérdida de expresión oral o tener la palabra “en la punta de la lengua” le ocurre casi al 94 % de los mayores, olvidar los nombres de personas (94 %) u olvidar lo que se acaba de decir.
“En este aspecto, los profesionales más indicados para poder detectar y diagnosticar la enfermedad son el Neurólogo, el Geriatra, el Neuropsicólogo o el médico de cabecera, por lo que conviene acudir cuanto antes una vez que se han detectado los primeros indicios”, comenta Gema Mejuto, Neuropsicóloga de la Unidad Integral de Enfermedades Neurodegenerativas de la Fundación Vianorte-Laguna, unidad que facilita diagnóstico precoz de la enfermedad, y tratamiento farmacológico y no farmacológico a lo largo de todas sus fases.
Y aunque el Alzheimer no se puede curar, existen actividades que inciden directamente en la mejora de la calidad de vida de las personas que lo sufren, tal y como apunta la Dra. Mejuto. En este sentido, María López Bris, Fisioterapéuta de la Unidad Integral de Enfermedades Neurodegenerativas de la Fundación Vianorte-Laguna, señala que “los estudios han demostrado los beneficios de la fisioterapia cognitiva en personas que sufren Alzheimer. Se calcula que en torno al 68% de las personas mayores con Alzheimer que practican esta actividad física experimentan mejoría”.
Además, la práctica de actividad física moderada también ha demostrado beneficios en personas mayores en otras áreas, como la prevención de osteoporosis y fractura de cadera en el 41% de los mayores que la practican, así como beneficios cardiovasculares, metabólicos y del sistema inmunológico.