De esta investigación se concluye que la incidencia de la demencia es más común en personas que viven a menos de 50 metros de una carretera principal que en quienes viven más lejos. No obstante, este estudio no ha encontrado ningún vínculo entre la exposición al tráfico y la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple.
Los autores de esta investigación estiman que hasta uno de cada diez casos de demencia (del 7 al 11%) podría atribuirse a vivir cerca de una carretera principal y el porcentaje aumenta en el caso de aquellas personas que viven cerca del tráfico pesado.
Tal y como apuntan desde la Organización Médica Colegial de España, investigaciones anteriores han sugerido que la contaminación del aire y el ruido del tráfico pueden contribuir a la neurodegeneración, con un estudio que reveló que vivir cerca de una carretera se asocia con reducción de la sustancia blanca y menor cognición. Sin embargo, este trabajo se ha centrado en investigar el vínculo entre vivir cerca del tráfico pesado y el inicio de las principales enfermedades neurodegenerativas.
En el estudio se rastrearon a todos los adultos entre 20 y 85 años que vivían en Notario (Canadá) -aproximadamente 6,6 millones de personas- durante más de una década entre 2001 y 2012. Se utilizaron los códigos postales para determinar la cercanía de las personas a una carretera y analizaron los registros médicos para ver si pasaron a desarrollar demencia, enfermedad de Parkinson o esclerosis múltiple.
Casi todas las personas participantes en el estudio (el 95%) vivían a menos de un kilómetro de una carretera principal y la mitad a menos de 200 metros de una vía importante. Durante el periodo de estudio, más de 243.000 personas desarrollaron demencia, 31.500 desarrollaron enfermedad de Parkinson y 9.250 personas esclerosis múltiple.
Aunque no había asociación entre vivir cerca de una carretera y la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple, la demencia era más común que las personas con hogares más cercanos a las carreteras ocupadas. Así, el riesgo de desarrollar demencia se redujo a medida que las personas viven lejos de una carretera principal: con un riesgo un 7% mayor de desarrollar demencia entre los que viven a menos de 50 metros; un 4% más de riesgo a 50-100 metros; un riesgo un 2% mayor a 101-200 metros, y sin aumento de riesgo en quienes viven a más de 200 metros de distancia.
Otro dato interesante es que los investigadores también encontraron que la exposición a largo plazo a dos contaminantes comunes (dióxido de nitrógeno y partículas finas) se vinculó con demencia, pero no se tuvo en cuenta el efecto completo, lo que significa que otros factores también son susceptibles de estar involucrados. Entre ellos, se podrían incluir otros contaminantes del aire o el ruido del tráfico.
Tal y como afirma el autor principal del estudio, Hong Chen (Salud Pública de Ontario), “a pesar del creciente impacto de estas enfermedades, se sabe poco acerca de sus causas y su prevención. Nuestro estudio sugiere que las carreteras ocupadas podrían ser una fuente de factores de estrés ambiental que podría dar lugar a la aparición de la demencia».
A juicio de este experto, “el creciente aumento de la población y la urbanización ha llevado a mucha gente cerca del tráfico pesado y con la exposición generalizada al tráfico y las tasas de demencia, incluso un efecto modesto de la exposición al tráfico al vivir en una carretera cercana, podría suponer una gran carga para la salud pública. Se necesitan más investigaciones para comprender este vínculo, particularmente los efectos de los diferentes aspectos del tráfico, como los contaminantes atmosféricos y el ruido», concluye.