Con objetivo el integrar la actividad física de manera natural en el día a día del paciente diabético, en el marco de la campaña global de concienciación “esDIABETES, TÓMATELA EN SERIO”, impulsada por Boehringer Ingelheim y Lilly en diabetes, se presenta El Reloj de la Diabetes, un estándar de pautas saludables que se presenta en forma de reloj.
Geriatricarea paciente diabético Reloj de la DiabetesEl Reloj de la Diabetes es un a útil  herramienta que recoge y unifica, de forma sencilla y fácil de recordar, las pautas de salud que deben seguir los pacientes con diabetes tipo 2, avaladas por expertos. Un reloj diurno y otro nocturno ofrecen, hora a hora, consejos sobre alimentación, ejercicio, controles de glucemia, visitas médicas y otros hábitos que son necesarios seguir. Una guía adicional amplía esta información para que los pacientes tengan en su mano todo lo necesario para llevar un buen control de la diabetes durante las 24 horas del día.
Y es que la diabetes tipo 2 es una patología crónica que no tiene cura y cuyo control requiere una atención y cuidados simples pero frecuentes. En este sentido, el ejercicio y la dieta son los pilares fundamentales en el tratamiento de esta enfermedad, y en algunos casos estas medidas son suficientes para controlar la glucemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un ejercicio de moderada intensidad durante 30 minutos la mayor parte de los días lo cual, acompañado de una dieta saludable reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Y una vez la diabetes se ha desarrollado, el estilo de vida saludable es fundamental para mantener la enfermedad bajo control.
Tal y como afirma el Dr. Antonio Hormigo, Médico de Familia del Centro de Salud Puerta Blanca de Málaga, “para el paciente diabético de tipo 2, la necesidad de realizar ejercicio físico regular debe ser un hábito tan arraigado en el día a día como lo es el ponerse el pijama y cepillarse los dientes antes de acostarse”.
Está demostrado que la práctica regular de ejercicio, aunque sea de intensidad leve, mejora el control glucémico o metabólico, disminuye el riesgo cardiovascular y aumenta el bienestar general. Además, contribuye a la disminución del peso, uno de los principales objetivos en la mayoría de pacientes con diabetes tipo 2. Por otro lado, se ha observado que el fortalecimiento de la musculatura también mejora la sensibilidad a la insulina y reduce los requerimientos de medicación.
La actividad física más recomendada para los pacientes con diabetes tipo 2 es el ejercicio aeróbico, es decir, de baja intensidad y larga duración. Caminar a paso ligero es la forma más común de ejercicio aeróbico, pero también lo es bailar, nadar o montar en bicicleta. “El paciente debe elegir el ejercicio que más le guste o divierta y que mejor se adapte a su estilo de vida. De hecho, es más importante la constancia o persistencia en la práctica del ejercicio que el tipo de ejercicio realizado”, subraya el Dr. Hormigo.

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