Les ofrecemos una nueva publicación de los estudios sobre disfagia realizados por reputados especialistas y publicados por Nestlé Nutrition Institute en Workshop Series| Vol. 72 bajo el título de “Los peldaños para vivir bien con disfagia”.

Fisiopatología, relevancia e historia natural de la disfagia orofaríngea en ancianos

Autores: Pere Clavé, Laia Rofes, Silvia Carrión, Omar Ortega, Mateu Cabré, Mateu Serra-Prat y Viridiana Arreola
La prevalencia de la disfagia orofaríngea (DO) entre adultos mayores es bastante elevada. En fecha reciente se estudió la prevalencia real de la DO entre ancianos con vida independiente, y se encontró prevalencia de 23% (16.6% en el grupo de 70 a 79 años, y 33% en el de ≥ 80 años).
La prevalencia de DO en ancianos hospitalizados es mucho más alta, y una edad superior a los 75 años duplica el riesgo de disfagia y tiene un impacto significativo sobre la morbilidad y el tiempo de estancia hospitalaria. También se encontró que la disfagia afecta hasta 44% de los pacientes que ingresan a una unidad geriátrica de atención aguda, y tiene un impacto significativo sobre el pronóstico y la mortalidad de los pacientes.
La disfagia también afecta a más de 50% de los adultos mayores que viven en asilos, y hasta 29% de ellos recibe alimentación por sonda de manera predominante por la presencia de aspiración grave. La DO es una afección grave y con alta prevalencia entre los pacientes de mayor edad con los fenotipos más comunes.
Fisiopatología
La videofluoroscopia (VF) es el estándar de oro para el estudio de los mecanismos de la disfagia en el anciano. En nuestra institución, la VF se lleva a cabo en todos los pacientes mayores que presentan datos positivos en la valoración para detección de DO mediante PDVV.
La VF permite valorar distintos signos relacionados con la función de transporte de la deglución, la eficacia de la deglución, la habilidad del paciente para ingerir todas las fuentes calóricas y agua que requiere para conservar una nutrición y una hidratación adecuadas, y su seguridad, la capacidad para ingerir todas las fuentes calóricas y de agua necesarias sin presentar complicaciones respiratorias.
La DO en los ancianos se caracteriza por una alta prevalencia de penetraciones y aspiraciones durante la respuesta de deglución, así como la presencia de residuo orofaríngeo. La fisiopatología del compromiso de la seguridad y la aspiración se relaciona con el cierre tardío del vestíbulo laríngeo, y desplazamientos anterior y vertical máximos tardíos del hueso hioides, y los defectos de la eficacia se asocian con una compresión lingual débil y a la disminución de la fuerza para la propulsión del bolo.
Historia natural, pronóstico y complicaciones
El impacto de la DO en la salud de los ancianos es más intenso que el de otras afecciones crónicas, como las enfermedades metabólicas y cardiovasculares, e incluso algunos tipos de cáncer.
La DO puede originar dos grupos de complicaciones con relevancia clínica en personas de mayor edad:
a) desnutrición y/o deshidratación por disminución de la eficacia de la deglución
b) ahogamiento y aspiración traqueobronquial que derivan de la disminución de la seguridad para la deglución, lo que origina infecciones respiratorias y neumonía por aspiración con altas tasas de mortalidad.
A pesar de esto, la DO se subestima y subdiagnostica como causa de síntomas y complicaciones nutricias y respiratorias importantes en pacientes de mayor edad.
La Figura 1 resume la fisiopatología de las complicaciones relacionadas con la disfagia en los ancianos. Por lo tanto, se recomienda una política de detección universal de la DO y su estudio como parte de una valoración geriátrica estandarizada en estos pacientes. También creemos que la DO cubre la mayor parte de los criterios para ser reconocida como un síndrome geriátrico mayor.

geriatricarea disfagia orofaríngea en pacientes ancianos
Figura 1. Complicaciones nutricias y respiratorias relacionadas con la disfagia orofaríngea en pacientes ancianos

Tratamiento
La identificación de los signos videofluoroscópicos permite la clasificación de los pacientes con disfagia en varias categorías terapéuticas, que son:
a) con deglución segura y eficiente, capaces de completar un consumo oral libre
b) con síntomas leves que requieren estrategias que se basan en la reducción del volumen y el incremento de la consistencia del bolo
c) con síntomas intensos que también necesitan cambios de la posición de la cabeza, aumento de la estimulación sensorial y maniobras para facilitar la deglución
d) con aspiraciones tan graves o deglución tan ineficaz que hace necesaria una gastrostomía endoscópica percutánea para evitar las complicaciones respiratorias o la desnutrición.
Se intenta mantener un consumo oral seguro mínimo en estos últimos pacientes, con el objetivo de lograr una rehabilitación eventual.
En todos estos fenotipos de pacientes de mayor edad se encuentra evidencia científica de efecto terapéutico intenso sobre la eficacia y la seguridad de las fases oral y faríngea de la deglución por medio del incremento de la viscosidad del bolo para constituir néctares y un efecto terapéutico máximo sobre la seguridad con la viscosidad del pudín.
Los espesantes disminuyeron al mínimo la prevalencia de signos de compromiso de la seguridad en la VF en ancianos con fragilidad y redujeron las aspiraciones de 17% durante la serie de líquidos a 9% con la viscosidad de néctares y 6% con el pudín.
Se consideró que la DO en los ancianos es susceptible de tratamiento, y éste puede costearse, al mismo tiempo que la aplicación de los programas para la disfagia se correlaciona con una reducción del impacto de sus complicaciones, el mejoramiento de su condición nutricia, la reducción de las tasas de neumonía por aspiración y mortalidad, y el mejoramiento general de su calidad de vida.