/p>class="search-tit titulo-noticia">La Clínica Universidad de Navarra ha iniciado un nuevo ensayo clínico en pacientes en fase inicial de Alzheimer con el objetivo de, a través de la creación propia de anticuerpos, desarrollar una vacuna para frenar el avance de la enfermedad.

Tal y como explica el Dr. Mario Riverol, especialista de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, el ensayo va dirigido a pacientes en un estadio incipiente de la enfermedad, “personas en una fase de deterioro cognitivo leve o de demencia leve, en la que el Alzheimer tenga nula o incipiente repercusión en el día a día”.
Se trata de un estudio pionero, ya que hasta este momento se había investigado la idea de inhabilitar la proteína amiloide mediante anticuerpos, ya que se cree que el origen del Alzheimer reside en la acumulación de esta proteína en el cerebro y con este ensayo se busca inutilizar los depósitos de amiloide con un método nuevo.
“El estudio que iniciamos ahora consiste en la inyección de un fragmento de proteína amiloide, de tal forma, que el paciente crearía una resistencia y produciría sus propios anticuerpos que irían contra esa proteína”, comenta el Dr. Riverol. Una vacuna que, de funcionar, “limpiaría” el cerebro de esta proteína y, por lo tanto, frenaría el desarrollo de la enfermedad.
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En la imagen, el equipo investigador de la Clínica Universidad de Navarra. De izda a dcha, Sofía Antón (neuropsicóloga), el Dr. José Luis Zubieta (Radiología), el Dr. Javier Arbizu (Medicina Nuclear), la técnico Oihana Peña, la ingeniera Elena Prieto (Medicina Nuclear), la enfermera Idoya Langarica, el Dr. Pablo Domínguez (Radiología), la Dra. Beatriz Echeveste (Neurología), la Dra. Mar Carmona (Neurología), el Dr. Mario Riverol (Neurología), Miriam Recio (neuropsicóloga), la Dra. Marta Fdez. Matarrubia (Neurología), la Dra. Maribel Morales (Medicina Nuclear) y la Dra. Reyes García de Eulate (Radiología)

El ensayo consiste en una inyección subcutánea que se administra al paciente en seis ocasiones a lo largo de un año. En ese plazo de tiempo se realiza un seguimiento médico para certificar si el paciente crea o no esos anticuerpos, mediante un análisis que se extendería durante aproximadamente dos años.
“Lo interesante es que buscamos que el paciente genere sus propios anticuerpos ante el amiloide. De ser así, quizá se podría conseguir que la enfermedad se frenara o incluso pudiera revertirse. Esto podría tener muchas implicaciones, no solo para los pacientes en fase inicial sino, incluso, para pacientes con alto riesgo de desarrollar la enfermedad, pero en los que aún no hay síntomas”, afirma el especialista de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra.
Junto a la Clínica Universidad de Navarra en este estudio, impulsado por Araclon Biotech (compañía biotecnológica que estudia el Alzheimer), participan varios hospitales españoles y en dos franceses, un italiano y otro sueco.
De hecho, la puesta en marcha de este estudio supone un impulso en la investigación del mal de Alzheimer, una enfermedad muy prevalente en la sociedad actual. Actualmente, la Clínica Universidad de Navarra mantiene abiertos otros tres ensayos para pacientes con enfermedad de Alzheimer, todos en la línea de frenar la expansión de la proteína amiloide, pero lo hacen de una forma más pasiva y menos natural para el paciente. Son investigaciones que consisten en inyectar un anticuerpo, previamente desarrollado en el laboratorio, al paciente participante con el objetivo de comprobar si es capaz de combatir la proteína amiloide.