/p>El Auditorio Reina Sofía del Hospital Universitario HM Sanchinarro ha acogido el II Curso de la Cátedra Orpea en Anciano Institucionalizado, en el que Victoria Pérez García, directora sanitaria de Orpea Ibérica, señaló la importancia de este tipo de foros para “debatir, reflexionar y desarrollar nuevas prácticas para dar una mejor atención a nuestros mayores”.
En esta misma línea, destacó que es “fundamental mantener la colaboración entre diferentes instituciones, entre universidad y empresa, para avanzar de la mano en la atención geriátrica y por ende hacer una sociedad más accesible, más justa para todos, una sociedad que no deja atrás a ninguno de los suyos”.
atención geriátricaAsimismo, Victoria Pérez quiso subrayar que la calidad y la ética son valores esenciales para dar una buena atención geriátrica. “En Orpea Ibérica no nos olvidamos de que cada paciente es un individuo único por lo que diseñamos terapias a medida de cada uno. Por lo tanto, creemos que la calidad en todos los aspectos de la atención es un criterio primordial a la hora de acompañar a las personas durante este momento de sus vidas”.
Y recordó, además, que “es necesaria la calidad en la asistencia, sí, pero siempre combinada con una serie de valores éticos, ya que no podemos obviar que tenemos la suerte de trabajar con personas”.
El curso también contó con la participación del doctor Luis Fernando Agüera, del servicio de Psiquiatría Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, quien impartió la ponencia ‘El nuevo concepto de deterioro comportamental leve como pródromo de la demencia’. Durante su intervención, Agüera repasó la importancia de diagnosticar adecuadamente las fases más previas de la demencia y “de prestar atención a los cambios comportamentales leves, ya que pueden señalar el inicio sutil de una enfermedad neurodegenerativa”.
Por su parte, el doctor Pedro Gil, responsable del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, aportó su visión sobre el deterioro cognitivo leve, preguntándose por la importancia de factores considerados de riesgo como demográficos, genéticos, cardiovasculares, sensoriales y de estilo de vida.
En último lugar intervino el doctor Javier Olazarán, de la Unidad de demencias del Hospital Universitario Gregorio Marañón, que alertó de que la demencia se está convirtiendo en una “epidemia silenciosa. Respecto a los cuidados que han de recibir los enfermos de Alzheimer y de demencia, manifestó que “deben suponer una confluencia entre ciencias sociales y medicina”.
Es decir, han de comprender actuaciones consensuadas, globales, coordinadas, continuadas y centradas siempre en la persona y su enfermedad, sin descuidar los valores éticos.