Asistimos a un progresivo envejecimiento de nuestra sociedades que, trae consigo retos que debemos afrontar y que nos dificultan el necesario equilibrio entre la calidad asistencial y de bienestar al mayor, con el coste asociado a estos servicios.
Son muchos los cambios sociales, sanitarios, culturales y económicos que, debían haberse puesto en marcha en nuestra Europa envejecida desde hace décadas y, que ahora debemos implantar casi a contrarreloj.
La población mayor supone porcentajes demográficos muy impactantes, siendo estratos sociales significativos y que, en el caso de España, le convertirá en el país más envejecido del mundo en unos pocos lustros.
Podemos definir cinco grandes retos que el actual proceso de envejecimiento, debe resolver, desarrollar y conseguir instaurar:
1.- Prevención sociosanitaria
Nuestro sistema sanitario está pensado e ideado para tratar y rehabilitar patologías desde el momento de su aparición y, hasta su recuperación total. Este concepto es realmente erróneo ya que, no sólo no genera políticas activas de prevención para los mayores, sino que crea en las sociedades la cultura de la no prevención.
El sistema sanitario que aparta la prevención y promoción de la salud de sus líneas de actuación, está hoy en día condenado al fracaso y, a ser insostenible por el alto coste a asumir.
El coste de tratar enfermedades es mucho más elevado que el coste de prevenir su aparición; encontrándonos hoy con patologías como la obesidad, la hipertensión, la hipercolesterolemía, patologías cardíacas y respiratorias que, a bajo coste, pueden ser reducidas significativamente en su incidencia, tras instaurar políticas activas de promoción de salud.
2.- Nuevas tecnologías y mayores
Existe aún una brecha importante entre los mayores y las nuevas tecnologías, frontera eso sí que día a día se va reduciendo pero, no al ritmo deseado y deseable por nuestra sociedad.
El uso de nuevas tecnologías por parte de los mayores no sólo traerá aparejado una mayor conexión entre su situación actual y la sociedad, sino que permitirá establecer nuevas redes sociales, aumentar la conciencia social hacía ellos e incluso amortiguar la soledad que muchos mayores sufren a diario.
Las nuevas tecnologías deben otorgar a los mayores un importante rol y, solo lo harán en el momento en que ellos manejen su uso a la perfección y se conviertan en sus principales consumidores.
3.- Vida laboral senior
La jubilación no debe suponer el final absoluto de la vida laboral, sino el inicio de una nueva etapa en la que, el mayor aún puede aportar mucho a su empresa y a su propio desarrollo personal y profesional, cumpliendo eso sí, una mayor flexibilidad en su rutina diaria.
Una persona que lleva décadas aprendiendo y creciendo a nivel profesional, no sólo puede transmitir su conocimiento y habilidades a perfiles más junior, sino que además puede constituir consejos de apoyo y soporte a la estrategia de su anterior empresa, y bajo la nueva visión que le da el tener otro compromiso diferente con ella.
4.- Metodología específica para el adulto mayor
La esperanza de vida está aumentando a unos niveles nunca conocidos, hecho que nos obliga a desarrollar procesos y protocolos específicos para el manejo eficaz y el abordaje sanitario y terapéutico de nuestros mayores.
Son muchas las metodologías de rehabilitación para niños, realidad que contrasta con el adulto mayor.
La metodología Hoffmann que, lleva más de doce años innovando en el campo de la prevención y rehabilitación para el mayor, es el único proceso de trabajo establecido y protocolizado que, podemos asociar a la geriatría. Los más de 8.000 casos tratados a nivel internacional y, sus decenas de casos de éxito, nos obligan a fijarnos en él y en su internacionalización como el futuro del trabajo con el mayor desde la visión sociosanitaria.
5.- Silver economy
El futuro de la economía está en el consumo que los mayores realizan y en la cantidad de dinero que mueven en su rutina diaria. La llamada Silver economy tendrá cada día un mayor peso y relevancia en nuestra sociedad, por lo que, son muchas las empresas que ya ponen su foco en este grupo social.
Frente a los que piensan que los mayores traen consigo un gasto público importante, la economía que ellos generan, les resta razón y abre un nuevo escenario desconocido pero, que en apenas una década revolucionará nuestra actual sociedad de consumo.
Como conclusión, podemos afirmar que el aumento de la esperanza de vida es un reto importante y que, solo desarrollando e implantando estrategias adecuadas, conseguiremos superarlo de manera satisfactoria.
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Muy buen post