Ese es el objetivo del nuevo Programa para el Abordaje Integral de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) en las mujeres, impulsado por la compañía biofarmacéutica AstraZeneca.
Y es que las mujeres que padecen esta enfermedad tienen problemas específicos que requieren una atención individualizada y ajustada a las diferencias no sólo biológicas, sino también de género –cargas añadidas tanto en el ámbito doméstico como laboral–, que suponen un obstáculo en la gestión de sus tiempos y les hacen más difícil llevar un estilo de vida saludable.
Esas diferencias de sexo y género se manifiestan desde el mismo momento del diagnóstico, o mejor dicho, del no diagnóstico. En España el 86% de las mujeres que sufren EPOC aún no ha sido diagnosticada, frente al 68% de los hombres. Esta elevada tasa de infradiagnóstico en las mujeres se explica porque hasta hace una década, según explica el Dr. Joan B. Soriano, consultor científico de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el perfil del paciente de EPOC que se enseñaba en la Facultad de Medicina era el de un hombre, fumador y mayor de 65 años.
“Sin embargo, tras la incorporación masiva de la mujer española al tabaquismo desde 1960, y probablemente debido a una mayor susceptibilidad a los efectos del humo del tabaco a igualdad de exposición en las mujeres que en los hombres, estamos ya observando unas tendencias igualatorias de casos nuevos de EPOC en ambos sexos”, indica Soriano.
Por otro lado, la participación activa de la mujer en la sociedad y la ‘doble jornada laboral’ que afrontan hoy en día muchas mujeres influye de forma directa en la práctica de hábitos de vida poco saludables. De ahí que, aunque ellos fuman más que ellas –el 31% de los hombres españoles se declara fumador frente al 23% de las mujeres- el porcentaje de mujeres que en el último año no ha hecho ningún intento por dejar de fumar es mayor que el de los hombres en todas las edades.
En España, alrededor del 86% de las mujeres con EPOC no está diagnosticada frente al 68% de los casos en hombres
Otro factor importante a tener en cuenta es la preocupación de la mujer por su figura, tal y como manifiesta el Dr. Soriano: “El incremento de peso que puede ocurrir al abandonar el tabaco, con una media de 4 kg, hace que muchas mujeres no completen la cesación tabáquica con éxito”. Así, se podrían desarrollar, por ejemplo, estrategias de cesación del tabaquismo entre las pacientes de EPOC, que incorporaran “el consejo dietético y promovieran un ejercicio y actividad adecuados en ellas”.
Teniendo en cuenta todos estos factores, la Dra. Carme Hernández, responsable de la Unidad de Atención Integrada del Hospital Clínic de Barcelona y miembro de la SEPAR, considera que a la hora de abordar la prevención, el tratamiento y el seguimiento de las mujeres que padecen EPOC es necesario comprender mejor las diferencias entre los sexos en la adopción, intensidad y abandono del hábito de fumar.
“Se precisan estudios para conocer mejor el impacto que tienen los modelos sociales en el inicio del tabaquismo en las mujeres y cómo ellas captan los mensajes de los comerciantes del tabaco y evalúan los beneficios de fumar o los costes en la salud que les puede suponer este hábito”, afirma esta experta.
Estas serán, por tanto, las principales líneas de estudio y actuación del Programa para el Abordaje Integral de la EPOC en las mujeres, promovido por AstraZeneca y que cuenta con un panel multidisciplinar de personas expertas, integrado tanto por profesionales de Medicina, especialistas de Atención Hospitalaria como de Atención Primaria, profesionales de Enfermería comunitaria y especializada, Farmacia y representantes de la Escuela de Pacientes y de la Administración Sanitaria.
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