Detrás de una persona mayor dependiente siempre hay un cuidador. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha querido conocer un poco mejor cómo son las personas que realizan esta labor y, por eso, ha elaborado el estudio “CuidadorES”, en colaboración con Lindor.
cuidadores
Basado en una encuesta on-line realizada a cuidadores de todas las comunidades autónomas, este informe revela que las tareas que lleva a cabo la figura del cuidador tienen una importante carga física, psíquica y emocional, ya que el 84% de los mayores dependientes precisa de ayuda para su higiene; 8 de cada 10 para vestirse; 7 de cada 10 para realizar la limpieza del hogar; el 63% para preparar la comida, y el 58% para alimentarse. Además, 6 de cada 10 necesita ayuda para gestiones administrativas.
Pero los mayores dependientes necesitan no solo que alguien les ayude en su día a día con las tareas ordinarias, sino que también presentan un alto grado de dependencia dentro del ámbito sanitario: el 85% requiere de ayuda a la hora de tomar medicamentos adecuadamente; el 62% necesitan estimulación cognitiva; casi 6 de cada 10 tienen incontinencia urinaria o fecal; el 54% necesita algún tipo de cura, y 5 de cada 10 precisan de rehabilitación.
Además, en numerosas ocasiones, el mayor no puede agradecer y reconocer la labor del cuidador, a pesar de que a estos les resultaría reconfortante y alentador debido a que 5 de cada 10 mayores dependientes padecen demencia; el 19% tiene una actitud agresiva y de menosprecio, y un 15% tiene un sentimiento de rechazo.
Y, a pesar de que muchos de ellos no puedan expresar correcta o adecuadamente sus sentimientos, los mayores también son muy dependientes en el ámbito emocional: el 90% necesita apoyo afectivo-emocional y el 76% depende de otras personas para entretenerse.

La SEGG y Lindor quieren poner de relieve y mostrar el valor de los cuidadores que se iniciaron en los cuidados de un familiar o persona próxima y que día a día, van desarrollándose y adquiriendo un rol más profesional

Estas son las necesidades y demandas de los mayores dependientes. Pero, ¿cómo afecta física y mentalmente el desempeño de estas tareas a las personas que las realizan? Según el estudio de la SEGG y Lindor, más de la mitad de los cuidadores, el 54%, afirma que les ha supuesto cambios en sus vidas, su carácter y su estado de ánimo. Lo que no es extraño ya que la labor de cuidador ha afectado a su tiempo libre en el 82% de los casos y a su vida familiar en el 70%.
Todo esto, junto al grado de compromiso, hace que casi un 60% vea afectado su estado de salud: 8 de cada 10 nota cansancio o fatiga y se encuentra estresado; el 76% presenta dolores osteoarticulares y dolor de espalda; la mitad sufre insomnio y casi un 40% presenta dolores de cabeza. Además de físicamente, los cuidadores también padecen, tal y como manifiesta el 49% de los encuestados, problemas de salud mental o síntomas a nivel psicoafectivo como frustración e impotencia (73%); ansiedad, irritabilidad o enfado (61%); depresión o tristeza (57%); soledad (35%), y sentimiento de culpa (30%).
Pero, realmente, ¿qué carencias tiene el cuidador? Según este informe, el 60% de los cuidadores querría disponer de tiempo para cuidarse, al 56% les gustaría realizar ejercicios y técnicas de relajación, y un 55% querría saber decir ‘No’ ante demasiadas demandas.
Del mismo modo, cuando se pregunta a los cuidadores acerca de las principales necesidades que tienen, subrayan el apoyo y el reconocimiento social (51%); la necesidad de ayuda económica (45%) y el apoyo psicológico y emocional (41%).

¿Cuál es el perfil del cuidador en España?

  • Mujer (88,5 %).
  • Entre 31 y 60 años (82,5 %).
  • Con estudios secundarios o superiores (88 %).
  • Compagina cuidados y trabajo (63,5 %).
  • Lleva más de 3 años cuidando (70 %).
  • Dedica más de 6 horas/día (62 %).
  • Su trabajo es predominantemente urbano (68 %)
  • No tiene parentesco con el mayor (52,5 %).
  • No vive con la persona cuidada (68 %).
  • Presta los cuidados en el domicilio de la persona a la que cuida mayoritariamente
    (87 %).
  • Recibe ayuda complementaria (69 %).

Fuente de los datos: «CuidadorES», estudio realizado por la SEGG y Lindor