/p>La operadora Quantis ha renovado el acuerdo que mantiene con la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) para la prestación del servicio “Contigo en Casa”, que tiene como objetivo acompañar a personas mayores que viven solas y tienen un grado de dependencia leve o moderado, en zonas sin cobertura de banda ancha fija.
Geriatricarea Quantis Contigo en Casa
Quantis presta de servicio de acompañamiento a través de videoconferencia vía satéite a personas mayores que viven en núcleos rurales aislados, donde no hay cobertura de red convencional

El proyecto se basa en la prestación de servicio de acompañamiento a través de videoconferencia vía satélite, facilitando de este modo un mayor grado de autonomía y seguridad a personas mayores que viven en núcleos rurales aislados, donde no hay cobertura de red convencional.
El servicio permite asegurar la asistencia y ayuda al mayor, supervisando a diario su estado de salud, sus actividades, problemas, preocupaciones o satisfacciones personales, y detectando, en su caso, posibles emergencias en el hogar, o en su situación personal.
El Centro de Acompañamiento de Quantis contacta diariamente con cada persona que participa en el programa, atiende las incidencias que puedan surgir por demanda del propio usuario aplicando los protocolos precisos en cada ocasión y, si se estima necesario, avisa a los servicios de emergencia locales y a los familiares. Por otra parte, “Contigo en Casa” permite a los usuarios mantener una relación a través de videoconferencia activa con sus familiares y con otros participantes en el programa. El programa contempla el acceso vía satélite a Internet, la instalación de un ordenador y la formación necesaria para manejarse con el sistema de videoconferencia.
Desde UDP su directora gerente, Paca Tricio, afirma que “programas como éste posibilitan que las personas mayores puedan envejecer en los ámbitos rurales mejor atendidas, gracias a las nuevas tecnologías”.
En este sentido, Marisol Astorga, coordinadora del proyecto en Quantis, apunta que “el proyecto ha mejorado el día a día de estas personas, que en muchos casos tienen una movilidad reducida y viven en pueblos con apenas diez vecinos. Se habla con ellos como si se tratara de una gran familia… les dejas hablar, les preguntas por sus preocupaciones, por lo que han hecho o van a hacer ese día, sin perder ni invadir su intimidad”.