La primera mesa redonda se celebró bajo el título “Estado actual de la psicogerontología” y en ella se abordó la psicogerontología como disciplina aplicada, de la mano de Rocío Fernández Ballesteros, la cual reveló cifras sobre el envejecimiento, sobre los estereotipos y sus efectos, y sobre la importancia de una educación permanente, donde la edad no influye decisivamente en la plasticidad cognitiva. Además, se dio a conocer el programa Vivir con Vitalidad, el cual ofrece una serie de pautas y consejos que promueve un envejecimiento activo y satisfactorio.
A continuación, Vera Santos Martínez, vicepresidenta de la Asociación Española de Psicogerontología, mostró la importancia del rol del psicogerontólogo a través de un cuento que narra las necesidades psicoafectivas que van surgiendo con el envejecimiento, con el objetivo de tomar consciencia de la importancia de un abordaje integral y centrado en la persona, donde la figura del psicogerontólogo es esencial en el equipo interdisciplinar de los distintosámbitos y contextos donde se trabaja por el bienestar de las personas mayores.
La segunda mesa redonda, bajo el título “La atención Centrada en la persona: fundamentación e introducción”, contó como ponentes con Josep Vila Miravent y Pura Díaz Veiga.
El primero de ellos presentó un viaje a través de imágenes sobre la cultura pasada, la que quiere ser pero no es, y la que sí puede considerarse una atención real centrada en la persona con demencia. En opinión de este experto, el marco de referencia debe ser lo personal y no lo asistencial, y las relaciones trabajador-usuario son la clave, y no sólo el daño cerebral.
Por su parte, Pura Díaz Veiga presentó el proyecto español Etxean Ondo basado en unidades de convivencia donde los mayores pueden vivir como en casa en entornos hogareños, con actividades significativas, etc. lo que producen no sólo una satisfacción en los usuarios si no también en las familias y en los trabajadores, todo lo cual repercute de nuevo en bienestar de los mayores.
En la tercera mesa redonda, “Aplicaciones de la ACP”, Manuel Nevado ilustró a los asistentes sobre los mitos y efectos perjudiciales de las sujeciones tanto físicas como químicas, y de su extensivo uso en los centros españoles. Félix López Sánchez, presentó la aplicación de su modelo biográfico-profesional al mundo de la gerontología. “Hay que crear condiciones para la libertad sexual como derecho, por que estamos jubilados de toda exigencia” comentó en su intervención este catedrático de sexualidad.
La mesa finalizó con la intervención de la psicoterapeuta Alba Payás, que expuso el tipo de pérdidas más comunes en la vejez, su carácter desautorizado y su bajo sostenimiento en las nuevas estructuras familiares. En su opinión, el modelo de atención centrada en la persona debe ser relacional, porque sólo a través de las relaciones se suple la pérdida de relaciones.
La última mesa redonda se centró en el papel de los cuidadores, y en ella intervinieron Andrés Losada y Javier López, miembros del grupo de investigación “Cuid-emos” sobre emociones, cuidado y bienestar a lo largo del ciclo vital.
Andrés Losada presentó la estructura de su “Programa de consejo y apoyo fortalecido” para el autocuidado de cuidadores. Por su parte, Javier López dio a conocer los resultados de investigaciones sobre la influencia de determinadas emociones como la culpa, el perdón y su relación con la espiritualidad.
La jornada finalizó con una muestra de experiencias innovadoras como el programa de Apoyo a los Mayores Vulnerables con Especial Referencia al Aislamiento y el Maltrato del Ayuntamiento de Madrid, de la mano de la geriatría Pilar Serrano; los proyectos de buenas prácticas que se está desarrollando la Fundación Pilares en pro de la atención integral y centrada en la persona (AICP); o la Asociación Jubilares y su nuevo modelo de envejecimiento activo, el cohousing, el cual implica el diseño, construcción y autogestión de una propia comunidad para mayores.