En estos pacientes, la comorbilidad es enorme. Las más importantes, por su prevalencia y gravedad, son la enfermedad renal, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la anemia, la obesidad, las enfermedades tiroideas y los trastornos ansioso-depresivos.
Precisamente, la asociación entre insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal, el denominado síndrome cardiorrenal, será uno de los ejes centrales de la XVI Reunión de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que se celebrará en el Palacio de Congresos de Zaragoza los días 20 y 21 de marzo y contará con la intervención de un prestigioso experto europeo, el Prof. Marcus Flather, de la Universidad de Norwich del Reino Unido, quien impartirá la conferencia magistral.
Esta asociación entre las dos enfermedades es consecuencia de la estrecha relación que existe entre el riñón y el corazón como estructuras diana de los factores de riesgo cardiovascular. Es decir, los mismos factores de riesgo vascular, como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la diabetes mellitus o el tabaquismo, contribuyen a la lesión de ambos órganos.
Según explica el Dr. Luis Manzano, coordinador del Grupo de Trabajo de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular de la SEMI, “el síndrome cardiorrenal es uno de los factores prónosticos más influyentes en el tratamiento y la evolución de los pacientes con insuficiencia cardiaca”.
Para este experto, cuando uno se afecta incide en el otro, y la disfunción de ambos empeora notablemente su pronóstico. Por tanto, es muy importante establecer una estrategia de abordaje simultáneo de la función renal, cuando se trate un paciente con insuficiencia cardíaca, y viceversa, y monitorizar mucho más estrechamente el efecto del tratamiento, ya que un paciente con insuficiencia renal tiene más riesgo de sufrir complicaciones con los fármacos que han demostrado beneficio en la insuficiencia cardíaca, subraya.
RICA es un registro del Grupo de Trabajo de la SEMI, desarrollado gracias a la colaboración de Menarini, con más de 3.000 pacientes con insuficiencia cardíaca atendidos en Medicina Interna que recoge sus características y evolución. Precisamente, una de sus principales líneas de investigación es la prevalencia y la implicación pronóstica de la enfermedad renal asociada a la insuficiencia cardíaca, que además constituye una de las líneas prioritarias de algunos investigadores del grupo, en la que son expertos reconocidos, como los miembros del Grupo de Insuficiencia Cardíaca del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza.
El paciente atendido en Medicina Interna es complejo en la mayoría de los casos. Así, se estima que más del 80% son puripatológicos. Ello está estrechamente relacionado con la mayor edad de los pacientes que atienden los internistas. En este sentido, el Dr. Manzano afirma que “es evidente que la forma convencional de asistencia a estos enfermos, por especialidad, origina un abordaje muy fragmentado de la atención, con diferentes facultativos responsables, habitualmente sin que uno de ellos asuma el compromiso de la atención global del paciente”. Así, el internista ofrece una atención de calidad y eficiente, ya que facilita un abordaje integral, en colaboración de otros especialistas, cuando sea necesario, y por supuesto del médico de familia.
Para la atención de estos pacientes recientemente la SEMI ha puesto en marcha un programa de creación de unidades específicas denominado UMIPIC (unidades de manejo integral de pacientes con insuficiencia cardíaca), , al que se han adscrito 17 centros de toda España y cuyos resultados son muy satisfactorios.