Les ofrecemos una nueva publicación de los estudios sobre disfagia realizados por reputados especialistas y publicados por Nestlé Nutrition Institute en Workshop Series| Vol. 72 bajo el título de “Los peldaños para vivir bien con disfagia”.
 

La prueba de deglución volumen-viscosidad para la detección clínica de la disfagia y la aspiración

Autores: Laia Rofes, Viridiana Arreola y Pere Clavé
La disfagia orofaríngea es un problema importante entre muchos pacientes con trastornos neurológicos y en los ancianos, pero su subdiagnóstico es frecuente. Es necesario desarrollar estrategias clínicas para detección que cuenten con alta precisión diagnóstica para reconocer y brindar seguimiento a los pacientes con disfagia orofaríngea, con el fin de identificar a quienes se encuentran bajo riesgo de aspiración o desnutrición y a personas que requieren referencia para videofluoroscopia para valoración de la función de deglución, así como para facilitar la selección del volumen y la viscosidad más apropiados para el bolo alimentario en personas que no pueden someterse con facilidad a una videofluoroscopia. La prueba de deglución volumen-viscosidad (PDVV] es una técnica que se practica en la cama del paciente con el objetivo de detectar la disfagia.

geriatricarea prueba de deglución volumen-viscosidad
Figura 1. Algoritmo corto de la prueba de deglución volumen-viscosidad. Diagrama izquierdo: pacientes con deglución segura que completaron la vía. Diagrama intermedio: vía representativa para los pacientes con compromiso de la seguridad con 10 mL de néctar. Diagrama derecho: vía representativa para los pacientes con compromiso la seguridad con 10 mL de líquido.

La PDVV se diseñó con la intención de identificar los signos clínicos de pérdida de la eficacia (eficacia del sello labial, presencia de residuo oral o faríngeo, y presencia de deglución de fragmentos) y la seguridad (cambios de la voz, tos y disminución de la saturación de oxígeno ≥ 3%) de la deglución.
Para garantizar la seguridad de los pacientes, la prueba se inicia con la viscosidad del néctar (295 mPa s) y volúmenes crecientes del bolo (de 5 a 10, y luego 20 mL), con una dificultad progresiva creciente. Si los pacientes logran completar la serie del néctar sin síntomas importantes de aspiración, se valora una serie de líquidos con viscosidad menos segura (21 mPa s) y, por último, una viscosidad más segura como la del pudín (3 682 mPa S) de la misma manera (Figura 1).
Si el paciente presenta signos de compromiso de la seguridad con la viscosidad del néctar, la serie se interrumpe, se omite la serie de líquidos y se valora la de viscosidad más segura tipo pudín, en tanto si el paciente muestra signos de compromiso de la seguridad con la viscosidad líquida, la serie de líquidos se interrumpe y se valora la de pudín.
Es posible agregar dos viscosidades adicionales (consistencia conservadora para alimentación a cucharadas, con 1 098 mPa s, y miel con 766 mPa s) al final del algoritmo de la PDVV, con el objetivo de determinar la cantidad mínima de espesante que se requiere para permitir una deglución segura y efectiva.
La PDVV es un procedimiento de detección rápido (se realiza en 5 a 10 minutos), seguro y preciso para el paciente con disfagia hospitalizado y que vive de manera independiente, con múltiples etiologías, y que mejora el control de los individuos con disfagia.
La PDVV cuenta con una sensibilidad de 88.2% y una especificidad de 64.7% para la detección de signos clínicos de compromiso de la seguridad de la dilución (aspiración o penetración), y sensibilidad de 100% para reconocer a los pacientes con aspiración, que puede confirmarse de manera subsecuente mediante videofluoroscopia. Gracias a la PDVV, los signos de disfagia orofaríngea se detectaron en 27.2% de adultos mayores con vida independiente y en 61.2% de pacientes convalecientes por un evento vascular cerebral agudo.
La PDVV combina propiedades psicométricas apropiadas, disponibilidad, un protocolo detallado y fácil de completar, un algoritmo diseñado para proteger la seguridad de los pacientes, criterios de valoración validados para evaluar la seguridad y la eficacia de la deglución, y un sistema para detectar las aspiraciones silentes.
La PDVV identifica a los pacientes que requieren un estudio diagnóstico completo y ajustes en la dieta –lo que incluye la recomendación de la adaptación de la viscosidad de los líquidos mediante el uso de espesantes– cuando no es posible la exploración mediante videofluoroscopia. Por tanto, consideramos que la PDVV es una excelente herramienta clínica para la detección de los pacientes con disfagia.