Hasta ahora han sido escasas las inspecciones, pero actualmente han proliferado, algunas veces por iniciativa de la administración y otras por parte del cliente, también a través de auditorías que derivan de los propios concursos públicos de adjudicación del servicio. Muchas de estas auditorías han sido contratadas a ITEL.
Limpieza del área de ropa sucia:
La carga de suciedad que llega a este sector de lavandería donde se manipulan de modo permanente la ropa sucia, implica que sea el más expuesto a la contaminación y por tanto a la aparición de microorganismos, olores, etc., lo que hace indispensable garantizar la higiene al final de cada jornada mediante procedimientos adecuados y que detallamos:
• Recoger cualquier residuo sólido para desecharlo. Esta operación debe ser realizada con un haragán para no generar polución en el ambiente.
• Lavar la superficie, ya sea manual o de forma mecanizada dependiendo del tamaño de la misma, con productos específicos con capacidad tensioactiva y de eliminación de la suciedad orgánica e inorgánica del pavimento, los drenajes, las puertas de ingreso de la ropa y el exterior de las máquinas. Se ha comprobado que este sistema puede ser suprimido con ventaja con el lavado con agua ozonizada o con agua ionizada (activada electroquímicamente). Estas, aparte de conseguir una desinfección muy superior del 99,997% disgregan suciedades y no deja ningún biofilm que pueda posteriormente perjudicar la calidad higiénica.
• Si se han utilizado productos tensioactivos, debería procederse a un nuevo paso que es la aplicación de desinfectantes sobre los pavimentos, puertas de ingreso, exterior de las máquinas, etc. Esto puede realizarse a través de agentes oxidantes, biocidas o bacteriostáticos de acción residual, como el amonio cuaternario. Resulta de gran importancia enjuagar los drenajes aplicándoles bactericida.
• Si se ha utilizado en la limpieza agua ozonizada y/o ionizada (activada electroquímicamente), esta operación se hace innecesaria.
Limpieza del área limpia:
La ausencia de carga sucia permite que este sector sea el menos expuesto a la contaminación. También la depresión de aire que obliga a que este circule de zona limpia a zona sucia, nos permite una permanente corrección aeróbica, aunque la humedad ambiental y la temperatura lo someten a un riesgo potencial de contaminación.
Como consecuencia, para asegurar las condiciones óptimas, habrá que efectuar la higiene de esta zona al final la jornada laboral, utilizando los siguientes procedimientos:
• Recoger todo el residuo sólido y desecharlo. Este procedimiento debe realizarse con un haragán con el fin de evitar la polución ambiental.
• Con un sistema de aspiración con filtro TOTAL (HEPA, UPA), debemos proceder a la eliminación del polvillo que se produce dentro de toda la lavandería (oxicelulosa-hidrocelulosa) ya que significa un potencial contaminante.
• Aplicar posteriormente el lavado de superficies y pavimentos con productos con capacidad tensioactiva y de eliminación de la suciedad orgánica e inorgánica. Este procedimiento debe aplicarse en pavimentos, en los drenajes, en las puertas de ingreso de ropa y en los exteriores de máquinas.
• Como en el caso anterior, puede sustituirse este procedimiento por el agua ozonizada y/o ionizada (activada electroquímicamente) y con ello podemos dar como terminado el proceso.
• En el caso de utilizar productos tensioactivos, posteriormente habrá que garantizar la desinfección sobre los pavimentos y maquinaria con agentes antioxidantes biocidas, o bacteriostáticos de acción residual, como el amonio cuaternario. También en este caso, es vital enjuagar los drenajes y aplicar solución bactericida.
La diferencia esencial entre la limpieza del área sucia y el área limpia, son las periodicidades. En la zona sucia es necesario realizar la operación de limpieza diariamente y en la zona limpia depende de la cantidad de quilos que procesemos, será suficiente una o dos veces por semana.
Para más información: ITEL Tel. 938 774 101 itel@nullitelspain.com www.itelspain.com