Este estudio, que tiene por objetivo medir la percepción de la calidad de la atención sanitaria recibida por los pacientes crónicos españoles en los últimos 12 meses, pone de manifiesto también que para un 45% de las personas afectadas encuestadas, el SNS ha empeorado en último año.
En este sentido, los aspectos que se señalan como prioritarios para proceder a la reforma del sistema sanitario son: la rapidez en la atención (72,6%), el acceso gratuito (62,3%) y la atención por parte de los especialistas (60,75%).
Para Jesús Molinuevo, presidente de ALCER «en nuestro país se ha intentado resolver el problema de salud pública de la cronicidad a través de la elaboración de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, consideramos que el hecho de que su aplicación no se haya hecho efectiva, por un lado, junto con la puesta en marcha de recortes generales, en los que prima el factor económico con muy poca visión a medio plazo, son decisiones que van a tener consecuencias sobre la salud de los pacientes crónicos a medio y largo plazo”.
Por lo que respecta a la distribución territorial por Comunidades Autónomas, los pacientes crónicos de Andalucía y Valencia han sido de los más críticos respecto a la calidad de la atención recibida en los últimos 12 meses. Por el contrario, los de Navarra, La Rioja, Aragón, Cantabria, País Vasco, Asturias, Madrid y Cataluña han puntuado por encima de cinco diferentes aspectos y variables del funcionamiento del SNS.
En este sentido, Koldo Aulestia, presidente de CEAFA, seala que «el barómetro de EsCrónicos muestra que la evidencia de las diferencias territoriales apuntan a la relevancia de factores económicos (nivel de renta regional) y de utilización del sistema de salud (prevalencia de las enfermedades de crónicos por CCAA) para explicar los resultados de la valoración del sistema de salud. Los factores económicos sugieren así que los mayores niveles de renta permiten relativizar las valoraciones más críticas hacia las reformas sanitarias y a una mejor valoración del sistema de salud». Sin embargo, puntualiza Aulestia, «el sentido de las recientes reformas pueden acentuar las diferencias territoriales, tanto por la oferta de servicios sanitarios como por las diferentes necesidades o demandas que se presentan entre CCAA, que es lo que se está viendo en este primer barómetro y deberá valorarse en el siguiente».
Por su parte, María Jesús Delgado, presidenta de la FEP, añade que «las desigualdades no son sólo territoriales, lo son también sociales, puesto que los copagos, por ejemplo, suponen una barrera de acceso a los pacientes que no se los pueden permitir y podría poner en riesgo que algunos colectivos, como pensionistas y pacientes crónicos, dejen de tomar correctamente su medicación porque tienen dificultades para pagarlos, lo cual afecta a la adherencia al tratamiento, es decir, a la eficacia del mismo. Esto puede tener consecuencias tales como los reingresos, algo que todos sabemos es una de las situaciones que más coste supone para nuestro sistema nacional de salud».
Otro dato a tener en cuenta del estudio EsCrónicos es que las recientes reformas han perjudicado especialmente a dos aspectos concretos del sistema de salud: el acceso gratuito (42%), así como el acceso al tratamiento más innovador y con menores efectos secundarios (39%).
Por su parte, el denominado «copago» (47,7%) y las decisiones recientes en materia de financiación pública (47,7%) son percibidos como los aspectos que dificultan en mayor medida el acceso al tratamiento farmacológico.
En definitiva, este barómetro refleja que existe una percepción por parte de los pacientes crónicos de una desigualdad de acceso al tratamiento dependiendo de la Comunidad Autónoma. Asimismo, han apreciado una pérdida paulatina de calidad de la atención en los años de crisis económica y la aparición de barreras de acceso, y por consiguiente, un aumento de la incertidumbre de cara al futuro. Todo ello se ha reflejado en el último barómetro del CIS, situando a la sanidad en el cuarto puesto de las preocupaciones de los españoles.
A destacar también que las asociaciones de pacientes son un recurso muy valorado, de orientación, información o de prestación de servicios. En este sentido, las asociaciones representan la fuente de información para un 52% de los pacientes, aunque sin embargo, un 32% señala la falta de conocimiento sobre tratamientos alternativos al que recibe.