El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial de la Hipertensión arterial, que en España afecta al 50% de los mayores de 65 años, pero reducir estas cifras se puede conseguir con unas pautas básicas de vida sana.
La Hipertensión Arterial o HTA es una enfermedad cardiovascular crónica. Aparece porque la presión arterial se eleva por encima de los 140 mmH cuando el corazón se contrae (sistólica) y 90 mmHg cuando se relaja tras la contracción (diastólica).
Según datos de la SEH-LELHA, Sociedad Española de Hipertensión, la HTA afecta a más del 20% de los adultos entre 40 y 65 años y casi al 50% en las personas de más de 65 años en todo el mundo y en España lo padecen cerca de 14 millones de personas.
La SEH-LELHA afirma que la HTA “sigue siendo el principal motivo de consulta en Atención Primaria y una de las principales causas de ingresos por causa de las enfermedades asociadas.”
Por regla general la hipertensión no provoca síntomas. En muchos casos se descubre por casualidad después de una revisión rutinaria. Aunque parece ser que el dolor de cabeza, el nerviosismo o las hemorragias nasales espontáneas pueden estar asociadas.
No existe una causa específica para que se produzca la hipertensión. Sin embargo, hay determinados factores que incrementan el riesgo de sufrirla como los antecedentes familiares, la obesidad, el consumo elevado de sal, el alcohol, el tabaco, el estrés o la falta de ejercicio.
Una persona con hipertensión que no esté adecuadamente tratada puede sufrir infartos, daños en los vasos sanguíneos e insuficiencia renal. Y todo esto puede degenerar en una discapacidad grave.
Por eso, es esencial llevar una alimentación adecuada, controlar el peso, practicar regularmente ejercicio físico, evitar el tabaco y consumir moderadamente alcohol.
Para ayudar a llevar un control de la enfermedad y seguir mejor su tratamiento, surgen aplicaciones para ayudar a las personas hipertensas.
Por ejemplo, tenemos ALERTHA, que cuenta con el respaldo de SEH-LEHA. La aplicación recoge las cifras de tensión que deben alcanzarse y las horas a las que hay que realizar las tomas.
De esta forma, se realiza un control exhaustivo de la enfermedad para prevenir posibles desajustes cardiovasculares, que están asociados a una mayor mortalidad.
HTA según la edad
• Niños
Hasta hace poco se pensaba que los niños y los adolescentes solo podían sufrir hipertensión arterial secundaria. Es decir, aquella en la que se puede identificar la causa, porque resulta de una enfermedad, de un hábito crónico o debido a uno o varios medicamentos.
Pero en los últimos años se ha demostrado que la HTA también se produce en este colectivo. Se produce por factores genéticos, por obesidad y porque sufran alteraciones durante el embarazo o nazcan con bajo.
• Mujeres
Con la edad, se incrementa el número tanto de mujeres como de hombres con hipertensión. Sin embargo, es más frecuente en la mujer cuando se inician los 50 y la menopausia.
Esto se debe al déficit estrogénico, aunque pueden influir otros factores como el aumento de peso, una alimentación inadecuada o el sedentarismo.
• Mayores
La edad es uno de los factores que influyen a la hora de aumentar la presión arterial. Según datos de la SEH, el 60-70% de las personas mayores de 65 años sufre hipertensión sistólica aislada, “debido a la rigidez de las arterias por la edad”.
Como las arterias pierden elasticidad al envejecer, su capacidad para adaptarse a las altas presiones disminuye. Esto implica que pueden romperse u obstruirse con más facilidad, llegando a provocar angina de pecho, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, hemorragia o trombosis cerebral.
Enemigos de la HTA
• Sobrepeso
Padecer obesidad aumenta las probabilidades de sufrir hipertensión, pero también influye tu figura. Es decir, si la grasa se distribuye en el tronco y el abdomen, cuerpo de manzana, el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular será mayor que si se acumula a partir de las caderas, cuerpo de pera.
Por eso, la pérdida de peso es, quizá, uno de los factores más importantes para reducir la hipertensión. De esta forma, en muchos casos no será necesario incluir medicación.
• Diabetes
Diabetes e hipertensión tienden a asociarse con frecuencia. Cerca del40-60% de los diabéticos sufren HTA, según la SEH.
La HTA empeora y acelera el daño que la diabetes ejerce sobre las arterias. Esto provoca que las personas que padecen ambas patologías sufran infartos de corazón, insuficiencia renal o accidentes vasculares-cerebrales con mayor frecuencia.
• Colesterol
La HTA y el colesterol son factores que influyen a la hora de sufrir una enfermedad cardiovascular. Podemos hablar de dos tipos de colesterol:
El “malo”, es aquel que se deposita en la pared de las arterias y forma las placas de ateroma. Para que podamos hablar de niveles normales tiene que encontrarse por debajo de los 100 mg/dl.
El colesterol “bueno”, transporta el exceso de colesterol al hígado para que sea destruido. Para hablar de niveles normales tiene que estar por encima de los 35mg/dl en el caso de los hombres y de los 40 mg/dl en las mujeres.
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