Se trata de tres envases alimenticios de seis estudiantes de diseño de la Universidad de Mondragón que resultan fáciles de abrir y de volverse a cerrar, capaces de evitar el gesto de la pinza o la aplicación de mucha fuerza, más ergonómicos y con una estética que facilita la lectura de la información en las etiquetas.
A partir de 150 entrevistas a personas mayores y de una investigación del Centro Tecnológico Andaluz de Diseño – Surgenia, el jurado del concurso, en el que han participado el diseñador español afincado en Italia Santiago Miranda (Premio Nacional de Diseño), la Asociación Andaluza de Ergonomía, la Asociación Andaluza de Diseñadores (AAD), la Universidad Politécnica de Madrid y Surgenia, ha seleccionado tres proyectos que han destacado por su utilidad, adaptabilidad, innovación, ergonomía y viabilidad técnica.
El proyecto galardonado con el primer premio ha sido el envase para jamón de Iker Legarda Gabiria e Irantzu Vegas Ugarte – que ha destacado por su “innovación y calidad”.
Se trata de un envase diseñado para que pueda ser manipulado sin el gesto de ‘pinza’ para hacerlo apropiado para personas con discapacidad en las manos, teniendo en cuenta que gran parte de la población mayor de edad padece problemas de artrosis.
Así, para abrir el envase se introducen los dedos de una mano en el asa. La apertura se adecua a hasta cuatro dedos para permitir su uso a personas con menor destreza en las manos, pero también es idóneo para discapacidades más leves o para personas sin discapacidad.
Está diseñado para que se abra completamente y evitar que la tapa moleste a la hora de manipular los alimentos. Además, las lonchas de jamón están divididas por separadores de plástico con asas, que evitan el uso del gesto de pinza para la manipulación del envase.
Un plástico con una ranura cubre el contenido del envase y el primer separador sobresale por esa ranura. Al tirar del asa del separador superior, éste saldrá junto a la primera loncha de jamón. Al sacar el primer separador, y por tanto la primera loncha de jamón, el siguiente separador sobresale por la ranura y se queda preparado para poder ser extraído. Una vez extraídas las lonchas deseadas, se vuelve a colocar la tapa en su sitio y se presiona en los bordes para cerrar el envase.
Además, el envase destaca por estos elementos: efecto ventosa en cuatro puntos de la base del envase para fijarlo en la mesa y poder manipularlo con una sola mano; el material utilizado para todos los elementos del envase es polipropileno, por lo tanto, no es necesario separar los elementos para reciclarlos; los separadores de jamón son grandes, para evitar que varias lonchas se peguen entre ellas; los bordes son redondeados y las piezas grandes para evitar accidentes y poder ser utilizado por niños; el envase es fino para ocupar el mínimo espacio.
El segundo premio ha sido para el proyecto “For All”, de Nora Inoriza Herrero y Ana Navajas Querejeta, que ha destacado por su adaptabilidad y su voluntad de crear una marca de alimentos que bajo el nombre de “For All”, para todos, represente los valores de la alimentación inclusiva.
Este proyecto plantea una solución innovadora para dos tipologías de envases metálicos: de tapa dura y rígida y de tapa fina y flexible. En ambos casos, con el fin de poder conservar los alimentos no consumidos, se ha planteado el incluir una tapa externa de plástico, flexible y de tacto suave, de manera que sea agradable y antideslizante.
Para abrirla, el usuario debe utilizar un tirador en forma de ancla, que evita el doloroso gesto de pinza. Así, la apertura resulta fácil y sencilla y no requiere apenas esfuerzo. Además, la etiqueta con la información del producto, al igual que el logotipo, se caracteriza por un contraste entre letra y fondo que garantiza la legibilidad para todos.
El proyecto galardonado con el tercer premio ha sido la lata metálica de conservas propuesta por Iñigo Peñagaricano Aguirresarobe y Andoni Iglesias Liroz, quienes proponen aumentar la altura de la lata para proporcionar mayor superficie de agarre. En cuanto al cierre, se ha diseñado en dos partes: la tapa, que se podrá poner y quitar con facilidad; y un aro de plástico que la recubre para darle un cierre fuerte hasta que se utilice por primera vez. Se ha planteado una pestaña de gran grosor para retirar el cierre plástico con un movimiento simple y sin suponer un esfuerzo muy grande.
Estos premios nacen de una iniciativa de Surgenia para dar respuesta a la necesidad de adaptar los envases alimenticios a la tercera edad, teniendo en cuenta de que se trata de una categoría de consumidores que está creciendo en los últimos años y con necesidades específicas que el diseño puede satisfacer.