Si se mantienen las tendencias demográficas actuales, España perderá un millón de habitantes en los próximos 15 años y 5,6 millones en los próximos 50 años: la población se reduciría hasta 45,8 millones en el año 2024 y hasta 40,9 millones en 2064. De hecho, el descenso de la natalidad y el envejecimiento poblacional provocarían que en 2015 en España registrase, por primera vez, más defunciones que nacimientos, es decir, que el saldo vegetativo fuese negativo.
Según este informe, las únicas comunidades autónomas que ganarían población en los próximos 15 años son Comunidad de Madrid, Canarias, Illes Balears, Región de Murcia y Andalucía. Por el contrario, los mayores descensos, en términos relativos, se registrarían en Castilla y León (–9,0%), Principado de Asturias (–8,3%) y Galicia (–7,6%).
¿Cuáles son las causas de esta reducción de la población residente? Los experto del INE apuntan a varios factores, pero principalmente al progresivo aumento de las defunciones y a la disminución de los nacimientos, fenómeno especialmente acusado a partir de 2040.
El número de nacimientos seguiría reduciéndose en los próximos años, continuando con la tendencia iniciada en 2009. Así, entre 2014 y 2028 nacerían en torno a 5,1 millones de niños, un 24,8% menos que en los 15 años previos. En 2029 la cifra anual de nacimientos habría descendido hasta 298.202, un 27,1% menos que en la actualidad.
La proyección realizada contempla que la fecundidad de las mujeres mantenga una ligera tendencia a la baja: el número medio de hijos por mujer sería de 1,24 en 2029 y de 1,22 al final del periodo proyectado, frente al 1,27 actual.
El descenso en el número de nacimientos vendría determinado, sobre todo, por la reducción del número de mujeres en edad fértil. De hecho, el número de mujeres entre 15 y 49 años bajaría en 1,9 millones (un 17,4%) en 15 años, y en 4,3 millones en 50 años (un 39,2%).
Por otro lado, la esperanza de vida al nacimiento alcanzaría los 84,0 años en los varones y los 88,7 en las mujeres en 2029, lo que supone una ganancia respecto a los valores actuales de 4,0 y de 3,0 años, respectivamente. De mantenerse la tendencia actual, en 2064 la esperanza de vida de los hombres superaría los 91 años y la de las mujeres casi alcanzaría los 95. De la misma forma, una mujer que alcanzase la edad de 65 años en 2064 viviría en promedio otros 30,8 años más (27,4 en los hombres), frente a los 22,9 años de supervivencia actuales (19,0 para los hombres).
A pesar de la pérdida de población y la mayor esperanza de vida, el número de defunciones seguiría creciendo como consecuencia del envejecimiento poblacional. Así, en el periodo 2014-2029 se llegarían a registrar más de seis millones de defunciones, un 7,1% más que a las observadas en los 15 años previos (1999-2013). En el año 2029 se producirían 412.685 fallecimientos entre los residentes en España y en 2063 se llegaría a 559.858 defunciones (frente a los 395.163 del año 2014).
Intenso proceso de envejecimiento de la población española
La simulación realizada muestra también la intensidad del proceso de envejecimiento de la población residente en España, acelerado ahora por un descenso de la natalidad que no llega a verse compensado con el saldo migratorio positivo.
De mantenerse la situación demográfica actual, la pérdida de población se concentraría en el tramo de edad entre 30 y 49 años: se reduciría en 1,1 millones de personas en los próximos 15 años, un 28,2% menos, y en 6,8 millones menos en los próximos 50 años, un 45,3%).
Además, el descenso de la natalidad provocaría que en 2029 hubiera unos 1.576.000 niños menores de 10 años menos que en la actualidad (un 32,8%) y 2,3 millones menos en 50 años (un 48,9% inferior).
Por el contrario, la población se incrementaría en la mitad superior de la pirámide de población: todos los grupos de edad a partir de los 70 años experimentarían un crecimiento de efectivos. En concreto, dentro de 15 años en España residirían 11,3 millones de personas mayores de 64 años, 2,9 millones más que en la actualidad (un 34,1%). Y esta cifra se incrementaría hasta 15,8 millones de personas (un 87,5% más) en 50 años.
Por grupos de edad quinquenales, el más numeroso en la actualidad es el de 35 a 39 años, pero en 2029 sería el de 50 a 54, y en 2064 el de 85 a 89 años.
De mantenerse las tendencias demográficas actuales, la tasa de dependencia (entendida como el cociente, en tanto por ciento, entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) se elevaría más de siete puntos, desde el 52,1% actual hasta el 59,2% en 2029, alcanzando en 2064 el 95,6%.
La población centenaria (los que tienen 100 años o más) pasaría de las 13.551 personas en la actualidad, a más de 372.000 dentro de 50 años.