Consciente de que las viviendas de las personas mayores o con movilidad reducida deben cumplir ciertos requisitos en función de las características de la vivienda, del grado de pérdida de autonomía y del tipo de incapacidad de quien la habita, los especialistas de la firma ThyssenKrupp Encasa nos ofrecen una serie de indicaciones para evitar accidentes y facilitar la accesibilidad de los hogares.
Nuestras viviendas tienen que cumplir unas condiciones de accesibilidad, comodidad y seguridad para que siempre podamos seguir disfrutando de nuestra casa y nuestro entorno plenamente.
- La primera clave es el acceso a la vivienda. En general, los edificios, deben disponer de accesos sin barreras que no dificulten ni la entrada, ni el recorrido por los espacios comunes. Esto supone:
- Evitar los escalones innecesarios
- Poner los interruptores y llamadores a la altura adecuada para que cualquiera pueda hacer uso de ellos, aunque se desplacen en silla de ruedas
- Hacer las puertas lo suficientemente anchas
- Evitar las rampas largas y empinadas, etc.
- Los bloques de pisos deben contar con varios ascensores que comuniquen el portal con los rellanos de las viviendas. En caso de haber escalones de acceso entre la entrada principal y los ascensores, hará falta un salvaescaleras o rampa para evitar barreras. Las puertas del ascensor han de ser automáticas y sus dimensiones deben permitir la entrada de una persona en silla de ruedas, y la cabina ha de tener capacidad para ir con un acompañante. Además, se precisa una amplitud de espacio suficiente para realizar las maniobras de acceso y desembarco necesarias.
- Accesibilidad entre diferentes alturas. Actualmente, existen en España cientos de miles de edificios de dos a cuatro plantas sin ascensor o elevador que sólo cuentan con una escalera para que sus propietarios, muchos de ellos personas de avanzada edad, accedan a sus viviendas. Desde ThyssenKrupp Encasa, Belén Galán, responsable de Marketing y Comunicación, apuesta por “instalar una solución salvaescaleras o un elevador vertical, para que los propietarios de estos edificios, puedan entrar y salir de su vivienda, evitando así el sedentarismo en el hogar y facilitando la libertad de movimiento».
- La adaptación de las personas mayores a las nuevas tecnologías de la información y comunicación. La integración de la tercera edad en las TICs es imprescindible para asegurar su participación de una manera activa en la sociedad del siglo XXI. Para ello es clave una buena conexión de Internet en las viviendas, en dispositivos móviles y tabletas, que permitan realizar actividades presentes en la vida cotidiana, como pedir hora al médico, gestiones bancarias, ver opciones de ocio, e incluso contactar de forma rápida y económica con familiares o amigos en el extranjero. Actualmente las nuevas tecnologías permiten multitud de usos, que rompen con el aislamiento en el hogar y potencian la creación de lazos fuera de éste.
- La seguridad, lo más importante. Por encima de todo está la seguridad de las personas que habitan la vivienda, máxime si son de avanzada edad. Por ello, las instalaciones de suministro de energía, gas y electricidad, deben estar en perfectas condiciones. Además, es necesario contar con detectores, que avisen de posibles fugas de gas o humo, avisando de un posible incendio. Desgraciadamente las estadísticas indican, que la mayoría de las victimas de los incendios son personas mayores.
2 Comments
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Muy buena la información del artículo.
Es imprescindible disponer de viviendas acogedoras y funcionales, de modo que se facilite el envejecimiento en el propio domicilio. Las viviendas accesibles ofrecen la posibilidad a las personas mayores de disfrutar de un envejecimiento activo, saludable y una buena calidad de vida. Incrementan los niveles de autonomía y evitan riesgos de caída en las personas mayores con consecuencias tan graves como la pérdida de confianza y disminución de la movilidad.