Tras los artículo dedicados al aseo de personas dependientes Eva Lorenzo, Trabajadora Social y autora del blog Mi rincón de apoyo al cuidador nos ofrece ahora serie de indicaciones relacionadas con los correctos hábitos de higiene relativos al vestido, calzado y el arreglo personal.
La higiene no empieza y termina con el aseo… La ropa, el corte de pelo, el calzado, los accesorios y/o el maquillaje son señas importantes de nuestra identidad social que nos definen y llegan a mostrar incluso nuestro estado emocional. El arreglo personal es un hábito necesario en la rutina diaria de una persona e influye en su imagen y aceptación social, pero a veces, puede verse afectado por una situación de discapacidad o por una enfermedad crónica.
Es muy importante que en estos casos el cuidador estimule y promueva el mantenimiento de un aspecto digno y adecuado en la persona a la que cuida, respetando sus preferencias y adecuándolas a sus necesidades si es necesario, pero siempre intentando evitar la sobreprotección.
Mantener la autonomía en las actividades relacionadas con el arreglo personal es importante porque:
- Una presentación personal adecuada tiene un gran valor de aceptación y reconocimiento social
- La autonomía en estas actividades dignifica, ya que estas son tareas que se relacionan con la intimidad de la persona
- Realizar de forma autónoma algunas actividades de cuidado personal incrementa la autoestima y mejora el estado de ánimo
Los objetivos a marcarnos en relación a esta actividad de la vida diaria son:
- Conseguir unos adecuados hábitos higiénicos, potenciando los conocimientos básicos, las actitudes y habilidades necesarias
- Proteger y mantener la dignidad de la persona en situación de dependencia, aumentando su nivel de autoestima con la mejora de su aspecto físico
- Promover el autocuidado, aportándole el mayor nivel de independencia y autonomía posible
Dependiendo del tipo o grado de dependencia y/o discapacidad vuestra tarea en este sentido irá destinada a apoyar, supervisar, sustituir o enseñar. Así, en el caso de una persona con Alzhéimer por ejemplo, la labor que desempeñareis será la de apoyar y supervisar todas las pequeñas tareas que conllevan el arreglo personal, hasta el momento en que tengáis que hacerlo todo vosotros debido a la pérdida total de autonomía de vuestro familiar. Sin embargo, en caso de paraplejias, hemiplejias o pérdidas de miembros, vuestra principal función será la de asistir pero a la vez enseñar, y así poder potenciar la independencia de la persona a la que cuidáis, es decir, mostrarle los pasos a seguir para que con el tiempo, sea él/ella quién los lleve a cabo.
Algunos consejos a seguir
- Las tareas de arreglo personal, desvestirse, vestirse requieren habilidades tanto físicas (equilibrio, coordinación, movilidad , fuerza y destreza) como cognitivas (memoria, atención, razonamiento lógico…). Será necesario realizar una evaluación de la autonomía lo antes posible, para establecer en qué áreas la persona es independiente, y en cuáles necesita de vuestra práctica y/o aprendizaje.
- El cuidador debe potenciar y facilitar la independencia de toda la persona a la que cuida supervisando y apoyando solo cuando sea necesario. Para la mejor comprensión de vuestro familiar debéis examinar la tarea que queréis realizar y dividirla en pasos simples. Permitid que realice tantos pasos como le sea posible, ar solo una orden sencilla cada vez, etc. Podéis utilizar la mímica o hacerlo vosotros primero para que os imite. No tengáis prisa y ofrecerle todo el tiempo que necesite. Invitad, si es posible, a la persona a la que cuidáis a que se mire en el espejo mientras lo hace y dar un refuerzo positivo una vez termine.
- Un factor importante es la elección de las prendas para evitar el aspecto de abandono y dejadez. Aunque nuestro familiar esté todo el día en casa debe seguir transmitiendo una buena apariencia y tendremos que estimularla diariamente para que, en la medida de sus posibilidades y con nuestro apoyo se siga arreglando y vistiendo en vez de pasar todo el día en pijama y zapatillas. La ropa y calzado limpios y el cuidado personal ayudan a tener una buena imagen y favorecer así su autoestima. Seleccionar la ropa según sus preferencias y animadle para que sea participe en su elección.
- Antes de empezar con el vestido y arreglo personal asegurarse de que la habitación está a una temperatura ambiente adecuada, de que existe privacidad y luz suficiente y tener preparado y cerca todo lo que vayáis a necesitar. El lugar deberá ser cómodo, privado y, si es posible, libre de interrupciones que puedan desorientar o incomodar a vuestro familiar.
- Cuando existan problemas cognitivos es importante recordar que el proceso de arreglo personal debe ser siempre el mismo para crear una rutina. También es necesario que tengáis colocada por orden toda la ropa o complementos que vayáis a utilizar. Recordad: ir explicando paso por paso lo que vais a hacer y si es necesario podéis ir enseñándosela y comentar aspectos como el color, para que sirve, etc. esto ayudará a crear confianza y evitará que se sienta desorientado, con miedo o agresivo.
- Simplificad el vestuario eliminando lo que no use habitualmente o no corresponda a la estación del año en la que estáis. Vuestro familiar debe vestir apropiadamente y de acuerdo a la temperatura ambiental, sin olvidar que, debido a la inactividad, edad y la disminución de la circulación, las personas mayores conservan una temperatura un poco menor de lo habitual. Evitar también, que esté cubierto en exceso, ya que, corréis el riesgo de provocarle deshidratación.
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A la hora de desvestir, sacad primero las prendas de la parte superior, después las inferiores y finalmente los zapatos. Y para vestir, empezar primero por la parte inferior del cuerpo. Lo aconsejable es que se haga con vuestro familiar sentado, si no es posible, recordad que tenga siempre algo estable dónde poder sujetarse. Si la persona tiene que ser vestida en la cama, colocaremos primero la ropa de la parte inferior del cuerpo, después la superior. Para colocar calcetines o medias os será más cómodo apoyando sus pies en un banco o taburete pequeño. Si vuestro familiar tiene algún brazo o pierna impedidos, se empezará a vestir siempre por dicha extremidad afectada y se terminará por la sana (para quitar la ropa se hará al contrario). Una vez puesta la ropa, giraremos a la persona revisarla y ajustarla bien al cuerpo. - Existen en el mercado, numerosos productos de apoyo que favorecen la independencia y pueden servir para que tengáis momentos de descanso en determinadas tareas de la vida diaria (calzadores, abrochabotones…).
- En relación a la ropa debéis evitar la que sea de difícil colocación: prendas ajustadas, cuellos y puños estrechos, tejidos poco elásticos, etc. Lo mejor es que sea holgada para permitir libertad y amplitud de movimientos y, si puede ser, con apertura delantera. Intentad utilizar elásticos y cintas de velcro como sustitutivos de cierres, botones y cremalleras. Poner botones más grandes o argollas en las cremalleras también puede ser una opción para facilitar la tarea.
- Apostad por los tejidos naturales (algodón) para las prendas tanto interiores como externas ya que son frescos, transpirables y fáciles de lavar/planchar. Y vigilad que la ropa no tenga puntos de presión que dificulten la circulación e impidan una correcta respiración.
- En relación al calzado intentad que vuestro familiar utilice zapatos cómodos, que no aprieten, con suela de goma antideslizante, que sujeten el pie y que tengan abertura ancha para que sean más cómodos de meter en el pie. Son aconsejables los zapatos sin cordones o con velero. En cualquier caso, el calzado debe adaptarse lo máximo posible a la figura del pie, evitando las estrecheces que pueden deformarlo e impedir la movilidad de los dedos. Los tacones para mujeres serán bajos (2-4cm) y anchos. El calzado debe ser transpirable (preferiblemente de piel). Si se usan plantillas, deben ser iguales a la parte interna del zapato para evitar rozaduras o incomodidades. Antes de ponerle los zapatos revisar por dentro para comprobar que no haya pliegues, grietas, piedras, etc.
- Es importante que las personas en situación de dependencia no pierdan la motivación por mantener y potenciar su aspecto físico mediante la utilización de perfumes, maquillaje, cremas, complementos. Para ello, como cuidadores y en la medida de lo posible debéis animar y/o mantener estas costumbres sea cual sea su estado. Simplemente adaptaréis los hábitos antiguos a la nueva realidad: pintar solo boca y colorete evitando el maquillaje de ojos que es más complicado, utilizar los tonos pastel ya que no requieren tanta precisión, etc. Y si todavía puede maquillarse sola, debemos facilitarle la tarea realizando engrosamientos o acoplándolos a un alargador en las tapas o superficies por donde los sujetan para que tengan que hacer menos fuerza y sean más sencillos de utilizar.
- Es recomendable llevar a la persona a una peluquería de confianza, hablar con el profesional sobre su condición y si es necesario, estar a su lado mientras la peinan. O bien solicitar servicio a domicilio de manicura, pedicura o peluquería si vuestro familiar no quiere o no puede salir.
Sobre la autora: Eva Lorenzo
Eva Lorenzo es Trabajadora Social y gran parte de su vida laboral y formación han girado en torno a la atención de personas mayores y personas con diversidad funcional en situación de dependencia, que necesitaban la ayuda de un cuidador, siendo este, en la mayoría de los casos, de su entorno familiar.
Cuenta también con conocimientos y experiencia en otros ámbitos en los que un trabajador social puede desempeñar su labor (orientación laboral, mujer, inmigración, familia, menores…). En la actualidad se encuentra en búsqueda empleo y ha decidido que no hay una forma mejor de ocupar su tiempo que ayudando a los demás a través de su blog Mi rincón de apoyo al cuidador