Un artículo de Elena Lite, psicóloga del Grupo Las Mimosas
El cuidador de un familiar en situación de dependencia experimenta diferentes estados desde el comienzo de sus nuevas funciones. En la mayoría de los casos, comienza por sentir ciertas emociones negativas dada la incertidumbre y la falta de control de la situación. Poco a poco, el cuidador toma conciencia de la situación real, afrontando las dificultades de su nuevo rol.
Para superarlas, es necesario adoptar estrategias de afrontamiento personal, planificar su tiempo, delegar responsabilidades en otros miembros de la familia o círculo social, buscar servicios de apoyo e informarse y formarse para cuidar y autocuidarse. Cuando esto sucede, la cotidianidad aporta cierto grado de control sobre la situación, se han adquirido destrezas para cuidar adecuadamente y afrontar los problemas propios.
La situación de prestación de cuidados es exitosa cuando se controla totalmente. Esto significa que el cuidador afronta sus propios problemas, disfruta de su tiempo libre, toma decisiones concernientes al familiar y a sí mismo y proporciona cuidados de alta calidad.
¿Es importante la salud física para tener éxito?
Los cuidadores de familiares dependientes acostumbran a tener peor salud que los no cuidadores. Esto es debido a que su nuevo rol implica ciertos esfuerzos físicos. Consecuencia de ello, es probable que aparezcan fatiga, dolores musculares y de cabeza, molestias estomacales, etc. El cuidador debe autocuidarse y no convertirse en el dependiente de mañana. Tiene que estar alerta a los síntomas anteriormente mencionados acudiendo al médico si fuera necesario, debe llevar una vida sana (alimentación equilibrada, ejercicio, descanso) afrontando cualquier malestar, relacionándose con los demás y dedicándose tiempo.
¿Es importante la salud psicológica para tener éxito?
Ser un cuidador con éxito en su labor, requiere aprender a adaptarse y afrontar los cambios que la situación produce. Cambios en las relaciones familiares, sociales, económicos, laborales, en la salud, de ocio. Si no nos adaptamos a estos cambios, dejamos nuestra vida en un segundo plano generando sobrecarga y malestar. Llegados a este punto, debemos pedir ayuda (siendo conscientes de que es una buena forma de cuidarse y no es un signo de debilidad). Es necesario mejorar nuestra calidad de vida, adaptándonos a la nueva situación y así, reducir los niveles de ansiedad, sobrecarga y posible depresión.
Según el destacado psicólogo Erich Fromm, ser capaz de prestarse atención a uno mismo es requisito previo para tener la capacidad de prestar atención a los demás.
¿Qué es imprescindible para tener éxito en el cuidado?
Habitualmente, el éxito en una situación de cuidados se consigue gracias a la experiencia, entrenando habilidades para la adaptación a la nueva situación, el afrontamiento de las dificultades, la gestión de la carga y esfuerzos invertidos en los cuidados, etc.
La meta que se persigue incluye:
· Que los cuidados que se prestan sean los adecuados y se respete la autonomía y decisiones del familiar dependiente.
· Que las necesidades de nuestro familiar estén cubiertas.
· Que el cuidador disfrute de buena salud.
· Que el cuidador se encuentre bien emocionalmente, afronte las dificultades y tome las decisiones adecuadas.