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Un artículo de Teresa Martínez Rodríguez, psicóloga experta en gerontología social y autora de www.acpgerontologia.net

El enfoque y los modelos orientados desde la Atención Centrada en la Persona (person centred/centered care), de reciente interés ahora en España, cuentan ya con un recorrido internacional de varias décadas, tanto en el campo de salud como en el de cuidados a personas en situación de dependencia funcional. Este enfoque, en los países más desarrollados en políticas sociales y sanitarias, viene siendo reconocido como uno de los ejes que deben orientar la calidad de los servicios.
A pesar de este reconocimiento, la ACP no se viene expresando desde una única denominación ni tampoco existe una definición consensuada. De hecho, aunque los modelos e intervenciones afines comparten un enfoque común en el que destaca la persona usuaria como centro y agente activo del proceso, la terminología empleada y su evolución ponen de relieve matices importantes.
En campo sanitario el término “Patient-centred/centered Care” (atención centrada en el paciente) es quizás el más frecuente, aunque la tendencia actual es sustituir el término “paciente” por “persona” al considerar que esta expresión es más coherente con el mensaje principal del enfoque, es decir, reconocer a la persona como agente activo de la atención y situarla en centro del proceso asistencial, del servicio y de la toma de decisiones.

Geriatricarea  atención dirigida por la persona Teresa Martínez Rodríguez
En la Atención Dirigida por la Persona, ésta no sólo expresa sus preferencias, es escuchada y elige entre lo que hay, sino que es quien realmente decide y dirige la atención cotidiana

Cabe citar en este sentido las aportaciones procedentes de la International Network for Person-centered Medicine, cuyo objeto básico es impulsar la reflexión y la generación de conocimiento sobre distintos temas relacionados con este enfoque innovador de la medicina. Se busca la promoción de una medicina de la persona (de la totalidad de la salud de la persona, incluyendo la enfermedad y aspectos salutogénicos), para la persona (promoviendo el cumplimiento del proyecto de vida de cada quién), por la persona (con los clínicos cultivándose como seres humanos plenos, científicamente responsables y con altas aspiraciones éticas), y con la persona (trabajando respetuosa, colaborativa y empoderativamente con la persona que consulta) (Mezzich, Snaedal, van Weel, & Heath, 2009).
En general y en referencia a los cuidados de larga duración para personas mayores se utilizan términos diversos como “Person-centered Care” (atención centrada en la persona), Personaliced Care or Practice” (atención o práctica personalizada) o “Individualiced Care” (atención individualizada) para denominar este nuevo modo de comprender la relación asistencial y la provisión de cuidados frente a un modelo tradicional centrado en los servicios, la enfermedad y la organización.
Un término de especial interés empleado fundamentalmente en Estados Unidos en el marco del Cultural Change Movement (movimiento por el cambio cultural en residencias) es el de “Person-Directed Care”, el cual puede ser traducido por “Atención Dirigida o Conducida por la Persona”. Esta expresión subraya que es precisamente la propia persona usuaria quien debe tener el control de su propia vida y, por tanto, dirigir su atención y cuidados fundamentalmente en el transcurso de lo cotidiano. Algunos autores ven en la Atención Dirigida por la Persona un paso más de la ACP dentro de un continuo de modelos de atención, señalando que se refiere a cuando es la persona quien decide y toma las decisiones en el día a día.
Poner el énfasis en la toma de decisiones busca evitar que la ACP se acabe convirtiendo en una mera elección de opciones o servicios ofertados que, aunque puedan ser variados pueden no tener que ver con lo que en el día a día realmente es importante para que la persona adquiera y perciba un control efectivo sobre su atención.
En la Atención Dirigida por la Persona, ésta no sólo expresa sus preferencias, es escuchada y elige entre lo que hay, sino que es quien realmente decide y dirige la atención cotidiana. Con ello se quiere dar la máxima relevancia al control de la persona en su día a día, y que cuando ésta no tenga suficiente competencia para ello, sean los profesionales quienes permitan que la persona siga ejerciendo este control de forma indirecta, a través de su representación, pero partiendo de sus valores, observando sus preferencias y especialmente teniendo en cuenta la expresión tanto de su bienestar/malestar cotidiano.
En línea similar en el ámbito de la atención a las personas con discapacidad se viene utilizando el término “Person-centred Planning(Planificación Centrada en la Persona) que también quiere acentuar el objetivo clave del desarrollo de la autodeterminación en quienes, a pesar de presentar necesidades de apoyo, siguen teniendo derecho a ejercer control sobre su propia vida y a desarrollarla en un contexto normalizado y no segregador.
La ACP hace referencia a un constructo multidimensional donde distintos componentes entran en juego, tanto en relación a las prácticas profesionales que permiten una atención personalizada como a factores del entorno que apoyan esta atención.
No obstante, no debemos perder de vista que el ejercicio de la autonomía personal por parte de las personas usuarias de los servicios y la provisión de apoyos personalizados para que éstas puedan ejercer de un modo efectivo un papel activo en la planificación de su atención (de forma directa o a través de quienes cuidan y acompañan), son los elementos nucleares de una atención realmente centrada en la persona.
Todo ello teniendo en cuenta la singularidad, la biografía y los valores de la trayectoria de lo ya vivido por cada PERSONA, pero también siendo receptivos a sus preferencias, a los deseos actuales y a las nuevas oportunidades que pueden suponer cambios respecto a opciones pasadas, incluso cuando las personas presentan un deterioro cognitivo importante. Todo ello, además,  conjugándolo con los límites que todo proceso de autodeterminación personal y la vida en relación y convivencia con otras personas conlleva.

Geriatricarea Teresa Martínez Rodríguez ACP.jpgSobre la autora: Teresa Martínez Rodríguez

Teresa Martínez Rodríguez es psicóloga y experta en gerontología social. Autora de distintas publicaciones en el ámbito de la gerontología aplicada, entre ellas la guía para profesionales La atención gerontológica centrada en la persona, editada en el 2011 por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno del País Vasco y de la web www.acpgerontologia.net
Colabora con el Instituto Gerontológico Matía en la elaboración de materiales de apoyo para la difusión y aplicación del modelo de atención centrada en la persona, en la sensibilización/formación de profesionales y en el diseño y validación de instrumentos de evaluación de servicios, y ccon Fundación Pilares para la Autonomía en la difusión del modelo y la sensibilización/ formación de profesionales.