Un artículo de Eva Lorenzo, Trabajadora Social y autora del blog Mi rincón de apoyo al cuidador
El llamado Síndrome del Cuidador está causado principalmente por la sobrecarga a la que están sometidos los cuidadores/as de personas con algún tipo de enfermedad/patología crónica y tiene nefastas consecuencias tanto en el aspecto físico como psicológico de quién lo padece.
La falta de recursos de ayuda y la inexistencia de una red familiar de apoyo pueden ser causa de su aparición pero, en muchos otros casos, también está provocado por comportamientos nada aconsejables por parte de los cuidadores, como exigirse demasiado, buscar la perfección, no buscar ayuda, querer cuidar en soledad, no saber decir que no y, en definitiva, no establecer unos límites razonables y querer enfrentarse a todo aun sabiendo que es humanamente imposible.
Os expongo a continuación una serie de ideas que plasman perfectamente a lo que me estoy refiriendo y que seguramente, a muchos de vosotros os resulten conocidas.
· “Mi familiar depende de mí y debo ayudarlo/a en todo lo que me pida”
· “No debo pedirle a los demás que me ayuden.. deberían ofrecerse ellos/as”
· “No quiero que nadie se ocupe de mi familiar, para eso ya estoy yo”
· “No busco ayuda, porque no me gusta molestar a nadie”
· “Qué van a pensar los demás de mí, si dejo el cuidado de mi familiar en manos de otra persona”
· “Nadie conoce a mi familiar mejor que yo”
· “Para que necesita mi familiar productos de apoyo si ya estoy yo para hacerlo”
· “No puedo decir que no a mi familiar… él/ella me necesita”
Todos estos ejemplos, y muchos más, son algunas de las frases que más se repetían durante mi experiencia laboral con cuidadores. Son totalmente respetables y dignas de admiración pero intentad leerlas sin veros reflejadas en ellas, es decir, imaginad que estáis hablando con un amigo/a y que son ellos/as los cuidadores… ¿qué pensaríais? ¿qué consejos daríais a esa persona? ¿le recomendaríais que siguiera como hasta ahora, o que buscara ayuda y limitase un poco sus tareas? ¿creéis que la forma de cuidar que se desprende de sus palabras es beneficiosa?…
En muchos otros casos, a la existencia de estos pensamientos erróneos por parte del cuidador/a se une un comportamiento absorbente por parte del familiar, lo que genera una relación de ayuda basada en el desgaste y la tensión. Os dejo unos ejemplos de actitudes dañinas por parte de la persona cuidada:
· Culpa al cuidador/a por errores involuntarios en los cuidados
· Culpa al cuidador/a de su situación y/o empeoramiento
· Hace reproches ante negativas por parte del cuidador a sus deseos
· Finge o exagera síntomas para llamar la atención
· Rechaza la ayuda de terceras personas (auxiliar de ayuda a domicilio, familiares, amigos…)
· Rechaza la utilización de servicios y/o ayudas técnicas
· Se niega a colaborar en las diferentes actividades de la vida diaria
· Solicita más ayuda de la que realmente necesita
· Se muestra constantemente irritado y/o incluso agresivo con el cuidador/a
Estos comportamientos a la hora de relacionarse en la convivencia parten de la buena fe y siempre están basados en ideas o razonamientos que son totalmente justificables por las circunstancias, lo que no quiere decir, que sean los correctos a largo plazo. Y en este caso mucho menos, ya que está en juego vuestro bienestar y calidad de vida y el de vuestros familiares.
Lo que me gustaría hacer ver es que, no establecer límites a la hora de cuidar no va a ayudar sino todo lo contrario: os sentiréis frustrados y culpables por no estar a la altura y, además, estaréis impidiendo que vuestro familiar se desarrolle de manera independiente y/o autónoma en su vida diaria. Decir un “NO” a tiempo puede conllevar muchos beneficios como:
· Mejorar vuestra autoestima y la autorrealización personal
· Prevenir el agotamiento y la sobrecarga
· Evitar relaciones basadas en la complacencia/dependencia emocional
· Enriquecimiento personal
· Conseguir tiempo para el autocuidado
· Permitir relaciones basadas en la confianza, la negociación y la comunicación
· Mejorar la calidad en los cuidados debido a la utilización de recursos y servicios de apoyo
· Potenciar la autonomía e independencia de la persona a la que se cuida
Por otra parte, decir a todo que sí y no limitar vuestra actuación como cuidadores puede suponer los siguientes inconvenientes:
· Baja autoestima
· Malestar emocional, ansiedad, tristeza e irritabilidad
· Sentimientos de culpa, soledad, ira e insatisfacción
· Riesgo de sobrecarga física y emocional
· Conflictos en la relación con vuestro familiar
· Dependencia emocional: vuestro familiar puede acostumbrarse a que siempre estéis ahí y “aprovecharse” de ello
· Pérdida de autonomía e independencia de la persona a la que cuidáis
Sobre la autora: Eva Lorenzo
Eva Lorenzo es Trabajadora Social y gran parte de su vida laboral y formación han girado en torno a la atención de personas mayores y personas con diversidad funcional en situación de dependencia, que necesitaban la ayuda de un cuidador, siendo este, en la mayoría de los casos, de su entorno familiar.
Cuenta también con conocimientos y experiencia en otros ámbitos en los que un trabajador social puede desempeñar su labor (orientación laboral, mujer, inmigración, familia, menores…). En la actualidad se encuentra en búsqueda empleo y ha decidido que no hay una forma mejor de ocupar su tiempo que ayudando a los demás a través de su blog Mi rincón de apoyo al cuidador