Con el objetivo de mejorar la coordinación y atención sociosanitaria, la Federación Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales (AEDGSS) y la Asociación Española de Trabajo Social y Salud (AETSYS) han presentado un manifiesto que recoge las propuestas sobre “La Estrategia de Atención Sociosanitaria”, con la intención de que sean asumidas por los grupos políticos que concurrirán a las próximas elecciones generales.
En el Manifiesto por la Coordinación y la Atención Sociosanitaria estas tres organizaciones profesionales marcan líneas irrenunciables para la coordinación y atención sociosanitaria. Tal y como afirman sus promotores, el actual contexto de recortes en los servicios públicos sanitarios y sociales está generando graves consecuencias en la ciudadanía y abriendo de par en par las puertas a la mercantilización de los servicios públicos esenciales ante el debilitamiento del sistema de protección social.
Por otra parte, la amenaza de no contar con la cobertura de los servicios públicos, está llevando al florecimiento de un negocio vinculado al anterior: el de los ahora llamados “seguros complementarios” para la cobertura privada de la enfermedad, las pensiones, la dependencia, etc. Además, los recortes, y la extensión de la pobreza, han favorecido además que las mujeres sigan prestando cuidados familiares, cada vez más complejos y devastadores para su calidad de vida.
En este contexto, las organizaciones promotoras de este documento estiman que es imprescindible tener en cuenta los siguientes riesgos:
– Minimizar el papel de los sistemas públicos de salud y de servicios sociales, como responsables de la coordinación sociosanitaria y garantes de la calidad de las prestaciones.
– No invertir en la estrategia de coordinación y atención sociosanitaria.
– Mantener los desequilibrios entre los dos sistemas, no paliar carencias de cobertura y mantener, o disfrazar, los recortes presupuestarios. Debilitar el sistema de servicios sociales, poniendo sus escasos recursos al servicio de la necesidad de liberar camas hospitalarias.
– Minimizar el papel de la atención primaria en salud y en servicios sociales, olvidando que la mayor parte de las personas que necesitan simultánea o sucesivamente prestaciones sanitarias y sociales, viven en sus hogares.
– Reducir la atención sociosanitaria al trasvase de personas de los hospitales a residencias, entregando a las grandes empresas del sector la gestión de los “centros sociosanitarios”.
– Mantener el mandato legal de coordinación sociosanitaria, sin una política de estado que garantice atención sociosanitaria de calidad en todos los territorios.
Desde el convencimiento de que el objetivo de la atención sociosanitaria se concreta en mantener o mejorar la calidad de vida de las personas que presentan, de forma simultánea o sucesiva, enfermedad, dependencia y dificultades sociales, mediante la atención integrada de los servicios sanitarios y sociales, FADSP, AEDGSS y AETSYS plantean como líneas irrenunciables para la coordinación y la atención sociosanitaria:
– Es responsabilidad pública garantizar los derechos sanitarios y sociales. Corresponde a la Administración Pública adoptar las decisiones sobre la estrategia de atención sociosanitaria, la planificación, el procedimiento de acceso a las prestaciones, la provisión de servicios4, la fiscalización e inspección y la evaluación.
– La coordinación sociosanitaria exige una inversión tecnológica, que haga posible la interoperabilidad de los sistemas informáticos para compartir la información, establecer un plan integrado de cuidados sanitarios y sociales y favorecer la participación de las personas usuarias y sus cuidadoras.
– La estrategia de coordinación y atención sociosanitaria debe establecer un conjunto de medidas transitorias, que palíen los desequilibrios de cobertura entre los sistemas de salud y de servicios sociales y favorezca la coordinación interna entre la atención primaria y la especializada. Son medidas para resolver demandas urgentes, que a su vez deben inscribirse en la visión y la planificación a largo plazo.
– La atención primaria, en salud y en servicios sociales, es prioritaria: son los servicios de apoyo en el entorno vital de las personas. Son servicios de proximidad que necesitan todas las personas con enfermedad y dificultades de autonomía o convivencia – también sus cuidadoras familiares- para continuar viviendo en su hogar y para disminuir ingresos hospitalarios, evitables con cuidados domiciliarios y servicios diurnos adecuados e integrales.
– Los sistemas públicos de Servicios Sociales y de Salud son responsables de la financiación, la organización y la calidad de sus prestaciones. El catálogo de prestaciones de atención sociosanitaria no es más que la parte del catálogo de referencia o cartera de servicios existente en uno y otro sistema, que afecta a personas concretas con necesidades de apoyo sanitario y social. En este sentido hay que desarrollar una red de atención sociosanitaria pública.
– La garantía de continuidad de atención, que las personas deben recibir como un todo integrado, solo será posible cuando la atención social y sanitaria, articulada en un plan de cuidados compartido y contando con los dispositivos de ambas redes asistenciales, permita a la ciudadanía transitar por ambos sistemas de forma fluida y recibir las prestaciones integradas en el momento en el que se necesitan, y con la máxima calidad y calidez.
– Son instrumentos básicos que pueden garantizan una buena atención sociosanitaria:
· Estructura y órganos de coordinación, en todos los niveles (directivo, gestor y profesional, de ambos sistemas) que compartan procesos y procedimientos y que asuman la responsabilidad de su puesta en funcionamiento y evaluación.
· Metodología de trabajo común basada en la Gestión de Procesos y Gestión Compartida de Casos que establezca herramientas comunes: guías, procesos, procedimientos y protocolos de acceso y alta para garantizar la continuidad de los cuidados.
· Sistema de información compartido, con acceso a los datos significativos para la coordinación y elaboración del plan de cuidados y prestaciones, mediante la interoperabilidad de los sistemas existentes o con la creación de una interface de uso común.
Los interesados pueden consultar y descargar el Manifiesto por la Coordinación y la Atención Sociosanitaria aquí.