El Grupo de expertos de la Secretaría del Plan Nacional sobre el sida (SPNS) y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) han elaborado un nuevo Documento de Consenso sobre Edad Avanzada e Infección por el virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Este documento nace desde la realidad evidente de que el paulatino envejecimiento de la población y su repercusión en los pacientes con infección por el VIH (personas que envejecen anticipadamente) requiere de un estudio particularizado y de una colaboración muy estrecha entre diferentes especialistas debido a la aparición de múltiples comorbilidades que aumentan la complejidad de estos pacientes y obligan a una actualización continuada.
Así, el objetivo de este documento es aportar información práctica, desde el punto de vista asistencial, relativa a los principales cuadros y síndromes clínicos que se producen en los pacientes con infección por el VIH y con edad igual o mayor de los 50 años, ya que la evidencia del envejecimiento precoz del sistema inmune asociado a la infección por el virus de la Inmunodeficiencia Humana avala como edad de corte para definir edad avanzada en este grupo poblacional la edad de 50 años que marca el comienzo del declinar en la respuesta inmunológica al tratamiento.
Todo ello con la intención de proporcionar estrategias de tratamiento adecuadas a cada paciente y servir de herramienta de consulta para todos los profesionales que atienden a pacientes con infección por el VIH y que pueden presentar o presentan alguna de las alteraciones recogidas en este documento.
Para la elaboración de este documento, dirigido a todos aquellos profesionales que trabajan en la práctica clínica en el ámbito del VIH, se constituyó un grupo de expertos compuesto por especialistas en medicina interna-enfermedades infecciosas, geriatría, psicología con experiencia en el ámbito del VIH.
Los especialistas de la Secretaría del Plan Nacional sobre el sida (SPNS) y la SEGG establecen en este estudio una serie de recomendaciones, entre las que se pueden destacar:
- Detectar la condición de fragilidad en la población con infección por el VIH, pues precede en años al desarrollo de discapacidad y es su principal factor de riesgo de discapacidad en personas mayores.
- Para evitar el retraso diagnóstico se aconseja realizar una serología frente al VIH a todo adulto de hasta 65 años de edad sexualmente activo, al que se vaya a realizar una extracción sanguínea por cualquier motivo y que resida en provincias con elevada prevalencia de infección por el virus de la Inmunodeficiencia Humana.
- Los pacientes con el VIH mayores de 50 años tienen mayor riesgo cardiovascular que los pacientes coetáneos sin el VIH, por lo que se recomienda estimar el riesgo individual de sufrir un evento cardiovascular con la mayor exactitud posible y tenerlo en el momento de inicio y en cada cambio de tratamiento antirretroviral para elegir la combinación de fármacos con mejor perfil metabólico.
- Los pacientes mayores con el VIH deberían tener controles al menos anuales de las cifras de creatinina sérica, del filtrado glomerular y de la proteinuria.
- La prevalencia de osteopenia-osteoporosis, así como el riesgo de fracturas son más elevados en pacientes con el VIH mayores de 50 años, por loe que es fundamental identificar los factores de riesgo que se pueden modificar y las causas de osteoporosis
- Realizar una evaluación de los síntomas relacionados con el deterioro neurocognitivo y repetir las exploraciones neuropsicológicas de forma periódica. Dado que la prevalencia de depresión es mayor en pacientes con el VIH de edad avanzada, es fundamental su identificación y su tratamiento.
- Identificar y establecer estrategias para reducir la complejidad farmacoterapéutica en pacientes con el VIH de mayor edad, evitando en la medida de lo posible la polifarmacia.
- Realizar una monitorización de la toxicidad más frecuentemente en pacientes mayores al menos cuando existan factores de riesgo asociados.
- Vacunar a todos los pacientes con el VIH de edad avanzada, según el protocolo indicado, lo antes posible, independientemente de la cifra de linfocitos CD4, aunque la posibilidad de respuesta es mayor en pacientes con unos linfocitos CD4 más elevados y un tratamiento antirretroviral eficaz.
- Tener en cuenta que el envejecimiento supone un importante reto emocional para las personas con el virus de la Inmunodeficiencia Humana debido a que acentúa aspectos como el aislamiento social, el estigma y los síntomas depresivos. Las intervenciones basadas en la promoción de estrategias de afrontamiento y en el uso de programas de atención/conciencia plena mejoran la calidad de vida y el estado emocional de las personas que envejecen con el VIH.
Los interesados pueden consultar y descargar aquí al completo el Documento de Consenso sobre Edad Avanzada e Infección por el virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).